Entrevista con Andrés López (Niños Mutantes)

Fotos: Ruth Giraldez

«Cada canción es una receta contra el caos y la desidia que ronda nuestras vidas» Andrés López.

El nuevo disco de Niños Mutantes (Náufragos) habla de finales, pues eso es un naufragio, pero también de principios (al fin y al cabo todo final no es más que el principio de otra cosa, un principio invertido), del miedo a los cambios y de su necesidad.
Eso en un disco al que se entra por una puerta que es en realidad una puerta de salida, una puerta que lleva a comenzar en otro sitio. Un sitio en el que empezar desde cero después de que se caigan los bancos, se hunda la flota, nos hayamos tragado las llaves y hasta se muera un ampli. Porque sí, esto se hunde, todos hemos vivido o estamos viviendo naufragios de todo tipo -sociales, afectivos, laborales-. Vale, eso ya lo tenemos. Pero de ese hundimiento puede salir la fuerza para hacer canciones como las de este disco, en las que cantar a esos náufragos que podemos ser cualquiera de nosotros, con esa música que siempre está ahí para ayudarnos, quizás ahora con más rabia que nunca Es ese impulso el que la banda ha aprovechado para entregar su octavo álbum, este “Náufragos” que vuelven a publicar en Ernie Records.
No es lo único que repiten con respecto al disco anterior: grabación en los estudios Producciones Más Peligrosas Todavía, en un lugar mágico de La Alpujarra granadina que ellos han bautizado como el Valle Azul, con JASS, su técnico de sonido, a los controles, grabando en directo… Si tan bien salió la última vez, para qué cambiarlo, ¿no?
Pues sí y no. Principios y finales, la necesidad del cambio. “Náufragos” es un disco que ha servido a los Mutantes para descubrir unas cuantas cosas: la percusión, por ejemplo, el uso de ukeleles y sintetizadores o, quizás lo más importante, quitarse el miedo a hacer canciones alegres y darse cuenta de que se puede hacer música alegre sin decir tonterías, música alegre que parece emerger de las ruinas del imperio, alegre pero no inconsciente.
Para ayudarles, han contado con colaboraciones de lujo: Antonio Lomas (Lori Meyers y Grupo de Expertos Sol y Nieve) a la percusión, Banin (Los Planetas y Los Pilotos) al sinte, Raúl Bernal (Jean Paul) al piano, Jimmy García (Eskorzo) a la trompeta.
Y ahora, con el disco terminado, es muy posible que los seguidores de la banda pasen de sentirse errantes a convertirse también en un poco náufragos, dada esa capacidad de las mejores canciones mutantes para conectar con su público.
Andrés López, guitarra de NM, atiende a unas cuantas preguntas…

En la “promo” leo que os habéis quitado el miedo a hacer canciones alegres… No se, lo mismo me he perdido algo… Sin ánimo de contradecir a nadie, no lo veo. No me parecen alegres y estoy encantado de que no lo sean… Siempre me ha gustado la melancolía, tristeza y rabia que tienen vuestras canciones y no creo que haya cambiado mucho la película. Lo mismo en alguna se atisba algún destello de esperanza y rebeldía, pero de esto a pensar que son alegres… Vamos, que Marcelo tiene más razón que un santo…
Hacemos referencia a la música y melodías, no a las letras. Tendemos a asociar letras melancólicas y tristes con melodías oscuras. Nos hemos dado cuenta que podemos hacer canciones luminosas y hablar de lo jodido que está el panorama a nuestro alrededor. Aún así, creemos que todas las canciones tienen algo de esperanzador en la letra; cada canción es una receta contra la desidia y el caos que ronda nuestras vidas a todos los niveles. Son nuestras tablas de salvación ante los naufragios, a nivel global y personal.
“Cogeré la puerta y me iré sin avisar…”, “Tienes que aceptar que serás siempre un cobarde y no elegirás nada…”, “Sólo somos náufragos esperando ver el fin”, “Abrázame corazón, abrázame que no puedo recordar tu olor”… En fin, yo soy de los que cuando estoy un poco bajo, prefiero escuchar cosas tristes, no es masoquismo, creo que de alguna manera te limpian o purifican, te agarran de una manera especial, las canciones alegres las dejo para cuando estoy alegre… Hay grupos que son medicina, que son terapéuticos. Lo único alegre que veo aquí es que sigáis haciendo canciones tristes.
No queremos alegrarnos de tu tristeza, lo que ocurre es que hay mucha gente que ve reflejado algún pasaje de su mísera existencia en alguna de las letras. Nos ocurre a todos… En este disco hay mucha gente que nos lo dice, “a mí me pasa igual”, y lo dice con cierta felicidad, dándose cuenta de que no es la única persona a la que le ocurre o siente esas cosas.
Es un ejercicio sano. En nuestro caso, hablar de todo esto y contarlo con rabia nos produce sensación de liberación.
“Cogeré la puerta y me iré sin avisar…” realmente es una patada en los huevos a los jefes. Aunque las cosas han cambiado bastante (y ahora van a volver a cambiar, a peor…), seguimos sudando para otros, regalando nuestro tiempo para el beneficio de entes superiores y encima obligados a estar agradecidos ¿Quién no ha pensado alguna vez en decirle todo eso a su jefe y mandarlo a tomar por culo?
No voy a ponerme pesado con este tema, tampoco es plan de asustar a nadie. Con Hundir la flota se puede bailar, Caerán los bancos incita a la insurrección y con Empezar de cero dan ganas de jurar amor eterno a tu pareja… Algo es algo…
Pues sí, te estás poniendo muy pesado con este tema…
El disco me ha costado más que otros, de primeras me pareció más flojo que los dos anteriores pero crece con las escuchas ¡Vaya si crece! Discos de largo recorrido, son los mejores. De hecho mis preferencias van cambiando. De primeras mi favorita era Volverás, luego Náufragos, y ahora suben mucho La puerta y Empezar de cero… vamos, que las canciones las voy descubriendo poco a poco, cada día más y mejor…
¡Nos alegra que así sea! Para nosotros es un disco muy completo, no creemos que falte o sobre ninguna canción. Le hemos dado muchísimas vueltas a todas las canciones y al orden para que todo tenga un sentido. De hecho, descartamos algún tema después de grabarlo porque no nos cuadraba en el puzle de Náufragos.
Hay un trabajo muy concienzudo detrás de este disco y hemos sudado mucho para que todo encaje en su sitio. La mejor recompensa es comprobar que la gente ha captado los mensajes y se ven reflejados en muchas de las canciones.
“Tú que juzgaste a vivos y muertos, quémate en el infierno, pero quémate a fuego lento… tú qué vivías buscando defectos mírate en el espejo, pídele perdón al reflejo…” El infierno ¿Está dedicada a alguien en especial o en general para todas las personas preocupadas en joder a los demás?
Tenemos musas y antimusas, como todo el mundo. Esta canción es muy especial, habla de un tema jodidamente duro a la par que tristemente cotidiano, el maldito desamor. Surgió de un modo espontáneo en el local de ensayo después de conocer una noticia que nos afectó mucho. Empezamos a tocar y salió de cero, letra y música, no suele ocurrir así…
Hay bastante amargor en esa canción, pero a la vez tiene bastante magia cuando la tocamos.

El pozo también parece que habla de una relación un poco turbia con alguien con una personalidad autodestructiva… pero aquí no percibo venganza o revancha, noto piedad y perdón…
Esa canción habla de la gente que se empeña en seguir el camino más largo y tortuoso, la gente que huye de lo cotidiano y de lo fácil. Esas personas no son necesariamente autodestructivas, más bien al revés… Son mentes inquietas que deciden llevar una existencia al margen de la rutina. Para llegar a lo profundo y lo puro es necesario saltar sin red desde el precipicio y dudar hasta de uno mismo. Es una de las mejores letras que ha hecho Juan Alberto, sin duda. He llegado a interiorizarla tanto que araña por dentro cada vez que la oigo.
Noto en composiciones como La puerta o El infierno que apostáis por canciones más desnudas, más limpias. Como si quisierais llegar al mismo lugar pero por otro camino al que estábamos acostumbrados. Menos ruido, más claridad…
Surgieron así. Siempre hemos huido de artificios y de superproducciones. Para que las canciones te lleguen, lo importante es el mensaje y una buena melodía, es tan sencillo que cuesta mucho conseguirlo.
Hay grupos o artistas como Stones, Bowie, Led Zeppelin, REM y demás sobre los que casi todo el mundo se pone de acuerdo, y luego están los favoritos de cada uno. Esos a los que se les tiene un cariño especial por la razón que sea. Los que te sacuden de tal manera que a veces te hacen pensar… ¿no son igual de buenos que los mejores? En el apartado nacional Niños Mutantes es uno de esos con los que muchas veces me sorprendo preguntándome a mí mismo ¿No son el mejor grupo nacional que hay desde hace unos años? ¿Por qué no? No es cuestión de establecer listas porque hay muchos que me ponen muy tierno, pero no todos tienen ya una trayectoria de tantos discos dándome buenos momentos… Dos cosas ¿Conocéis el secreto para que un grupo logre esas conexiones emocionales? ¿Qué bandas consiguen ese efecto en vosotros?
Es un tema complicado. Los gustos son subjetivos, aunque es cierto que también son manipulables, y es de eso de lo que se ha encargado la industria musical y los medios de comunicación desde el principio de los tiempos, de que te guste lo que a ellos les conviene, ese es su juego.
Nosotros hemos estado siempre al margen de esto. No existe un secreto para esas conexiones emocionales más allá de que sean sinceras. Nuestro secreto es que disfrutamos de esto como hace 20 años. Somos una familia, nos conocemos desde hace muchos años y nos sentimos unos putos privilegiados haciendo música. En nuestro caso ha costado todo este tiempo llegar hasta aquí, y aquí seguimos… Hemos visto muchos grupos que nos han adelantado por la derecha y que acabaron en la cuneta. Y otros muchos que están teniendo un éxito de masas muy merecido. El tiempo pone a todos en su lugar, y nosotros aún no hemos llegado al nuestro, pero estamos más cerca que nunca.
Hay muchas bandas que consiguen tocarnos la fibra, Arcade Fire, Velvet Underground, Wilco, Band of Horses… A nivel nacional cada uno tiene sus preferencias. Hay poca gente que escriba al nivel de Nacho Vegas. A nivel musical nos descubrimos ante grupos y amigos como Lori Meyers o Pony Bravo.
Hay grupos que envejecen mal y otros que envejecen muy bien. Vosotros me parece que no bajáis de nivel, ni después de unos cuantos años y discos… No se aprecia un desgaste “lógico” y que se da en la mayoría de las bandas. Supongo que sea una opinión muy personal y habrá mucha gente que se haya bajado del barco… ¿o gozáis de un público más o menos fiel?
Nuestro público es lo mejor que tenemos, forman parte de la gran familia mutante. Tenemos un público fiel, casi talibanes mutantes que nos siguen desde los comienzos. Pero afortunadamente, cada vez se va subiendo más gente al barco. Notamos como coexisten la gente que nos conoce hace muchos años y los que nos han descubierto hace poco tiempo. Unos ejercen de hermanos mayores sobre los otros, aunque a veces también hay disputas, como en todas las familias… ¡Es difícil tener a todo el mundo contento!

¿Habéis decidido que vais a meter siempre de tercera del disco la canción con sonido más fronterizo, tipo “Caléxico”?… El miedo me recuerda mucho a Las chicas en bikini.
Pues nunca habíamos hecho ese análisis, tendremos que tenerlo en cuenta. Es obvia la referencia a Caléxico en ambos, quizás por las trompetas de Jimi García. Nos encanta el aire fronterizo, pero de la frontera sureña de Estados Unidos con México.
En el Pozo huelo de lejos a Triana, es algo muy sutil, muy subliminal, pero me he acordado de ellos. Un grupo de esos “especiales” que comentaba antes. Banda sonora de mi vida…
No es premeditado, aunque nos encanta Triana y es normal que salga por algún lado. Uno de los grandes grupos que ha dado el sur y referencia obligada en la discografía mutante.
La última, “Muerte de un ampli” es la canción más diferente del disco, y yo diría de vuestra carrera. Es como si El Columpio Asesino se hubiera tragado a Niños Mutantes…
Le hemos cogido el gusto a improvisar en el estudio de grabación y hacer un poco el gamberro. Esta canción no estaba en la lista, era un simple germen y en un momento dado nos dio por tocarla por puro divertimento. Nos olvidamos de ella por completo hasta el último día de mezclas, cuando Carlos Díaz nos dijo que había otro proyecto pendiente de mezclar. Cuando lo oímos nos sorprendimos bastante, no teníamos ni idea de qué nos íbamos a encontrar. El Columpio Asesino es un grupazo, además de buenos amigos de farra y ex compañeros de escudería en Astro. Tampoco es premeditado, pero jugando a ser golfos, es normal que nos saliera eso…
El título de la canción es un hecho real, las válvulas del amplificador de Juan Alberto petaron en la grabación de la canción y es algo que se puede apreciar fácilmente.

Hay un par de amigos que me dicen que tenéis un extraño magnetismo para los peques… que con sus hijos y sobrinos os han disfrutado mucho de pequeños, cuando los ponían en el equipo. A mí me queda muy poco para saberlo… ¿Recomendáis alguna canción mutante para relajar a un bebé en pleno llanto? Si hay más de una opción mejor, por asegurar digo…
La paternidad es lo que tiene… Dicen los expertos en el tema que “Mi niño no quiere dormir” es un bálsamo contra el llanto. Nuestra manera de saber si un tema es bueno es ponérselo a los peques y ver su reacción. En este disco hay varias candidatas, La Puerta o Hundir la Flota son dos de ellas.
Tenemos varios amigos y seguidores maestros que han utilizado El Campesino en clase. La letra es un cuento infantil, aunque la moreleja es extrapolable a todas las edades.
La anterior entrevista que os hice es de mayo de 2010. La última pregunta era algo así como ¿Por qué nunca tocáis en Santander? Después de dos años la cosa sigue igual, y ya se acumula mucho tiempo, demasiado como para no mosquearse. Ya se que vosotros no tenéis la culpa, pero ostias, ¿no se puede hacer algo? ¿No os pica el gusanillo de tocar en un sitio no habitual por no decir casi inédito? (sólo tengo conocimiento de una actuación en acústico a dúo). Si hace falta amenazo a alguien para que os contrate… je, je, je…
Hace unos días que hemos estado en León, plaza que no pisábamos desde el 98… La vuelta ha sido muy gratificante. En Santander estuvimos Los Muñecos, formato acústico de Juan Alberto y yo, no recuerdo hace cuántos años…
Nos encanta el norte y, aunque no hayamos tocado, conocemos Santander. Nos encantaría tocar allí, así que te damos permiso para que comiencen esas amenazas!!
Saludos a Josiño Carballo, un tío con criterio, tanto como para tener en su compañía a Nada Surf, Niño Y Pistola y Niños Mutantes… ¿No conoce Josiño a nadie en Santander para que os contrate?… ¡Maldición!
Jajajaja, Se lo comentaremos! Todo se andará…