Removiendo la movida

A finales de diciembre del 2007 se presentó al público “Marejada Cántabra: removiendo la movida 1980-1985”, un disco publicado por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y Artimaña Records.
“Marejada Cántabra…”, impulsada por el ex Marejada José Pellón, arrancó hace unos meses con una exposición fotográfica, y ahora, tras una largo retraso, se nos presenta en formato discográfico.
El CD incluye 24 cortes con canciones de sendos artistas. Aunque se cumpla el tópico de no están todos los que son…, al menos serviría como escaparate de la variedad de estilos que albergaba aquella escena: punk (Deshechos nucleares, Melopea intensiva, Hostias en vinagre) y after punk (Al cuarto oscuro, Intrigados), sonidos y desvaríos de la Nueva Ola (32 interior, La roja insignia o Comiendo nervios), rock&roll (La Burla) rockabilly (Los dorados, Mampy y los egoístas), pop a secas (SerVicio Público, La Bea)… El sonido de la mayoría de las pistas es tirando a malo, así que no esperéis que ponga nada de esto en el Metropole. Aquí encontramos maquetas grabadas con medios precarios, y unas cuantas tomas en directo; pero supongo que la mala calidad puede olvidarse si tenemos en cuenta el carácter testimonial de esta compilación, que lo que trataría es de poner al alcance del público material inencontrable en la actualidad. Porque a todos nos han contado muchas veces cómo fueron los ochenta en Madrid, Barcelona, el País Vasco o Vigo. Pero, ¿Alguien se acuerda de qué pasaba entonces por aquí?
Tras el fin del franquismo vinieron momentos de cambios rápidos, de aperturismo político y cultural, de llegada de nuevas drogas, de crisis económica, desindustrialización y paro masivo. Un caldo de cultivo más que propicio para una rebelión juvenil. El impacto todavía reciente del hazlo tú mismo que trajo el terremoto punk hizo el resto. Una generación empezó a expresarse sin pedir permiso por hacerlo, usando todavía el castellano como idioma oficial para la cultura popular. Las precarias condiciones técnicas resultaron determinantes para los resultados de esta escena, en la que convivieron grandes talentos que hicieron del amateurismo una militancia con otros bastante menos capacitados para la creación musical.
¿Y qué podemos sacar en claro de este disco? “Marejada…” nos ayuda a identificar aquel momento como punto seminal en el que se cimentó la todavía hoy endeble escena musical cántabra. A recordar aquellos primeros éxitos – Las Manos de Orlac triunfaron, pero sólo a nivel local, por supuesto- del hoy internacional Nacho Mastretta. O a ver dónde empezaron nombres que a día de hoy todavía pintan algo en la música cántabra (Fidel Díaz, Iván rockshop, Los Dorados…). O a rescatar momentos de gran calibre musical: 32 Interior sacarían los colores a muchos revivalistas que hoy llenan festivales. Pues sí, puede que aprendamos algunas cosas con todo esto.

Acompañando al CD se incluye un DVD con casi hora y media de imágenes. Lo abre un reportaje que nos sirve para repasar los rostros de los protagonistas de la Marejada, los focos de agitación (o cómo un fenómeno fundamentalmente urbano contó con sucursales como… ¡La Cavada!), y del espíritu de la época. El trabajo resulta interesante, aunque su breve duración –apenas un cuarto de hora- hace que se quede en un repaso demasiado somero.
A continuación vienen los que, para mi gusto, resultan ser los contenidos más suculentos del DVD: una colección de vídeos de grupos de la época, además de una performance de Mucio Escévola como representación testimonial de lo que se hacía en otros ámbitos artísticos. Documentos con calidad pésima (las grabaciones en vídeo de algunos conciertos llegan a ser insufribles), aparecen junto a momentos visualmente más dignos, en algunos casos videoclips editados para ser emitidos en la televisión (con el, ejem, nefasto sentido de la realización y la puesta en escena de la época).
Pero el verdadero punto en común de todos estos vídeos es el HORROR estético. ¿Te creíste que los 80 fueron eso que sale en las resvistas de tendencias? No te lleves a engaño, aquí las cosas fueron muy diferentes.

Visto le resultado, esta recopilación parece necesaria como rescate del olvido los sonidos de una generación, aunque nos quede una cierta impresión de que sabe a poco. La presentación me parece un poco fea, se podía haber cuidado un poco más el diseño del libreto. Por otro lado, la concepción de todo el trabajo desde ámbitos tan institucionales creo que pesa demasiado sobre el resultado final. Este tipo de empresas suelen quedar lastradas por una distribución que no llega a ser tan masiva como cabría esperar de un trabajo con patrocinio oficial; sin contar que, fuera de nuestra región, las posibilidades de adquirir el disco dentro de los cauces de distribución musical habituales son casi nulas (algo que también sucedió con otra recopilación de similares características, el cuádruple disco que en 2007 editó al Consejería de Presidencia del Gobierno de Cantabria). Esto puede repercutir en un recorte de las pretensiones finales del producto. Y es que parece que se ha perdido una buena oportunidad para realizar un trabajo de mayor profundidad, que no se limitara a una mera presentación, sino que nos ayudara a contextualizar estilos, grupos e integrantes, trayectorias, biografías, lugares de encuentro…
Así que por momentos todo parece limitarse a un ejercicio de nostalgia estéril. Y es que, si la producción de aquella época resultó tan fértil y talentosa como aquí se nos cuenta, ¿por qué debería haber miedo a acometer una obra mucho más ambiciosa, capaz de poner todo aquello a la altura que se merece?

Carlos Caneda

3 comentarios sobre “Removiendo la movida”

  1. Hombre Caneda, si no te veo en los bares, te leo en la red…
    Yo sólo tengo una cosa que decir ¡Larga vida a los Dorados! ¡Rock’n’Roll Will Never Die!

  2. Pingback: generic ventolin

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