Músicas que nunca pasan de moda. (San Miguel In Festival)

El pasado 16 de julio se celebraba en el Palacio de Deportes de Santander un festival de música de un día (cerca de doce horas ininterrumpidas) bautizado como San Miguel In Festival. Seguramente un día sea poco para catalogar a un evento así como “Festival”, pero si nos atenemos al cartel más que Festival In, podría haberse llamando perfectamente festivalón. El elenco de artistas era bastante recomendable, el precio de risa, aproximadamente veinte euros aunque hubo una oferta de un número limitado de entradas a doce euros. ¿Por qué un cartel con esos artistas y a ese precio no llena el Palacio de Deportes? Para mí es un misterio, yo creo que la situación no tiene retorno, es la que es, no hay dinero o no hay ganas o aquí se lleva otro tipo de música. De todas maneras, parece raro. Seguramente siga pecando de inocente. Ya estoy intrigado por saber que afluencia concitará el Santander Amstel Music.

Hay que reconocer que el sitio no tiene la mejor acústica pero por otra parte es un lugar amplio, cómodo, con una buena infraestructura… Así pues no hubo colas en los baños, ni en los tickets, ni en las barras… problemas que si te pueden surgir en otros recintos. El precio de la bebida era también más razonable o ajustado… la jornada musical fue agradable y las horas cayeron rapidamente, casi sin darme cuenta, buen síntoma.

Sweet Daddy Ray comenzaban la ronda de actuaciones en un escenario mínimo situado en el pasillo que rodea la zona de la pista del pabellón. Allí fueron las tres primeras actuaciones. Esta la seguí desde fuera y dentro. Estaba pendiente de repartir unas invitaciones que me habían tocado y también tenía que recoger unos flyers que se habían retrasado. En ese tránsito percibí canciones con olor a folk rock americano con ciertas similitudes a bandas como los Jayhawks. A la batería, el mítico Mon Castellanos de los primeros Deltonos. Me quedo con ganas de volverlos a ver más tranquilo.

The Sun of Cash, aquí llegó la hora de salir a por lo flyers y repartirlos debidamente. Lo que les pude ver, me parecieron más comedidos que en otras ocasiones, les faltaba garra o ganas. Como dejando pasar el concierto, cumpliendo sin más. Con el buen sabor de boca que me dejó la actuación de Phil Grijuela la última vez.

Impala en el mismo escenario le atizaron con bastante fuerza. El grupo madrileño con cantante/guitarrista cántabro puso bastante ímpetu y por lo menos animaron un poco al personal. Rock, powerpop, música energética y zumbante. Esa manera de cantar me llevaba irremediablemente a Burning en muchos pasajes de su set. No estuvo nada mal.

Maika Makovski es muy grande. ¡Vaya talento! Estrenó el escenario grande con poco público aún, hizo casi la totalidad de canciones de su último trabajo. Salió bien, muy bien diría yo, teniendo en cuenta que no es un disco precisamente festivo. Maika sonó cruda, real, en carne viva. Blues, caldera, gospel tenebroso, magma. Las canciones son calentadas poco a poco, a fuego lento, como en cazuela de barro. Música minimalista y marcada, las cuerdas son punzantes, limpias, graves… suena a madera, a desierto… creí escuchar hasta el cascabel de las serpientes. La compararon en su tiempo con Ani Difranco, ahora con PJ. Harvey… cosa seria lo de esta chica. Lava love acojona, Devil tricks es el ejemplo claro de cuando menos es más… Ahora quiero verla en sala.

De los Right Ons ya lo he dicho todo, solo puedo repetirme. El otro día no ha sido la actuación más potente que les recuerdo pero consiguieron hacer otra vez que se me fueran los pies detrás de la música. Seguramente el sonido no les ayudó. Aún así, dejaron de nuevo su impronta de grupo llamado para grandes empresas, tienen hambre voraz de demostrarlo y van por el camino. La batidora tritura a Hendrix con los Beatles o James Brown, tienen feeling, conectan. Ese enganche natural con la gente que unos consiguen y otros no conseguirán ni en mil vidas. En Septiembre les volvemos a tener en Sarón con motivo del Turborock.

Sharon Jones and the Dap-Kings salieron triunfadores de la noche. La cantante y su banda pusieron toda la carne en el asador. Ella no se reservó nada y la gente se dejó llevar. Una nutrida banda con vientos, percusiones, guitarras, bajo y dos coristas de acompañamiento. El escenario lleno de gente, la primera canción a cargo del grupo, luego sale la artista principal. A partir de aquí, un revitalizante recital de Soul, Funky, R&B… música viva y para sentirse vivo. Yo creo que esta es la música que deberían pinchar en todas las discotecas y la mayoría de los pubs. En León lo entienden bien. La cantante tiene el mismo nervio de Tina Turner y el sentimiento de las grandes divas de la música negra, no duda en contonearse, los flecos de su vestido bailan a su son, se descalza, ahora parece Lola flores. Money fue un auténtico escándalo.

Eli «Paperboy» Reed tuvo dos problemas, salir después de Sharon con una propuesta similar y haberlo visto hace un año en el Azkena Rock Festival en un concierto espectacular e irrepetible. El listón por lo tanto estaba bien alto. Ya venía un poco saciado también. Fue un buen concierto pero nada más, no se acercó a la excelencia y en el Azkena vivió en ella. Aún así canciones como Tell me what I wanna girl o Young girl son de esas que te dan alegría de vivir. Am I Wasting My Time huele a Otis Redding. Doin’ The Boom Boom o Come and get in son hits ineludibles. Me esperaba algo más, esa es la verdad.

Loquillo presentaba “30 aniversario”. Me lo pasé en grande, había varias que no conocía pues ya me cogieron en la etapa que el señor de negro me dejó de interesar. (Después del Morir en primavera). Ahora bien, llegaron El ritmo del garaje, Cadillac Solitario, Rock & Roll Star, La mataré, Las Calles de Madrid, Rock Suave, María, Todo el mundo ama a Isabel… y aquello fue el acabose. Mis trece, catorce, quince años en un momento, delante de mis narices como un carrete desempolvado después de más de veinte años. Descubrí que todavía recuerdo las letras de principio a fin, me metí en el ciclón, participé del Karaoke y disfruté como un auténtico niño de algo que a día de hoy, no me hubiera ni imaginado. Fue la mundial. Creo que no quedaba ni uno de los Trogloditas que yo conocí pero no me importó mucho.

The Kongsmen son unos tíos que salen disfrazados de King Kong y evidentemente, hacen el mono. Tocan algo así como garage y música de los cincuenta, sesenta con algo de gracia, pero con un claro olor a refrito más o menos rancio. Un rato vale, más se convierte en una broma pesada.
Espero con ganas una segunda edición de este San Miguel In.

Texto: Santiago V. M.
Fotos: Gonzalo Valencia (Loxza)

7 comentarios sobre “Músicas que nunca pasan de moda. (San Miguel In Festival)”

  1. De acuerdo en lo de ver en una sala a Maika Makovski , seria una buena propuesta para este otoño en » Picos »

    Lipeeeeee!!! Yo hay lo dejo …..

    Yo me quedo con «The Deadly Potion Of Passion»

  2. Se agradece leer cosas así, la verdad. Nosotros (Impala) nos lo pasamos muy muy bien!!!

    Por cierto, que andamos tratando de recopilar algunas fotos del concierto, y agradeceríamos si alguien nos pudiera pasar, para subir alguna al myspace (siempre ponemos el autor de las mismas), o para tenerlas simplemente de recuerdo.

    Os dejo la dire: somosimpala@gmail.com

    Un abrazo y hasta la próxima, eh?

  3. Efectivamente Fresx, si esa canción me gusta mucho, me recuerda a mi adorada Ani.

    Dani, un placer, que haya muchas más

  4. «Festival In, podría haberse llamando perfectamente festivalón.»

    Que grande Santi!

    Últimamente tienes una de fans…!

  5. Por cierto, los Kongsmen estos tienen algo que ver con los Chicos? No se, pero me dio por pensarlo..

  6. A DaniImpala: Sí, tenemos unas fotos de vosotros borrachos como cerdos, babeando y meando en el cubo de hielo para las cervezas – ¡marranos!

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