Los “Reyes” son Last Tour (BBK Live 2010).

Fotos cedidas por www.denaflows.com

El BBK Live 2010 pasó y dejó unas cifras globales de 77.000 espectadores que por lo que yo percibí cada uno de los días, captaron básicamente grupos como Pearl Jam y Rammstein. Ya sabemos que unos cardan la lana y otros se ganan la fama. La realidad es que el cartel en cuanto a nombres era brutal. A mí esta edición me ha dejado ampliamente satisfecho por la calidad de las bandas de cualquier hora del día y cualquier escenario. Lo que no soporto son los grupos más metaleros. Doble bombo y vomitona sónica, supongo que hay que entender para hablar de esa música pero a mí no me dice nada, se me hace cansina, molesta y repetitiva. El jueves tenía la propuesta más dura, pero se pudo rascar alguna cosa. El viernes y sábado prácticamente no hubo relleno ni paja. Por cierto, el terreno cada vez está más arrasado.

Viendo el cartel que la organización ha hecho este año y acordándome de muchos grupos que han pasado por las anteriores ediciones puedo decir que los Reyes Magos no son los padres, los Reyes Magos son Last Tour International.
Faith No More, Manic Street Preachers, Pearl Jam, Police, REM, Primal Scream, Janes’ Addiction, The Cult, Ben Harper, The Charlatans, Placebo, Skunk Anansie, ZZ Top… en fin, si quieres ver a un grupo, espera, LTI te lo acabará trayendo, seguro. Sigo soñando con Tom Petty. Van a por los mejores, los más grandes, los que ya ni te imaginabas ver, nada les asusta.
Imagino que la contratación será fácil. “¿Qué vamos a tocar en el mismo festi que Paul Weller? Ok, no habrá problemas con el caché”.

Ya sé que es su negocio, viven de esto y lógicamente quieren ganar dinero, como todo el mundo, pero coño ¿y lo que nos están haciendo disfrutar? Grupos históricos han pasado, pasan y pasarán por delante de nuestros ojos, abrirán nuestras orejas y sacudirán nuestros corazones gracias a ellos. Supongo que habrá quien me llame pelota. Yo, simplemente, me siento agradecido.
Ha habido tanto y he disfrutado de tantas cosas que podría escribir medio folio de cada grupo, pero entonces acabaría estas líneas el año que viene. Creo que meteré unos brochazos…

Jueves 8, compruebo que moverse por el metro de Bilbao es una tontería hasta para alguien como yo, paso por el Novotel, dejo las cosas… veo que voy a estar cómodo, sólo pero cómodo. Bajo a Barakaldo, los primeros kalimotxos en el Miragarri y el Doyuno me sientan genial, ¡qué tranquilidad!, ¡qué paz!, sigo sólo pero hablo con los niños, los futuros Iniestas de la selección dan patadas a un balón. Durante estos tres días apenas he comido pero la tortilla de bonito del Doyuno cayó el día de llegada y el de salida, fue como cerrar el círculo.

He decidido seguir el manual como Dexter. Mi “manual”. He intentado dar todos los pasos que la experiencia me ha enseñado, para ver todo lo posible, para no acabar con una pájara de esas que sufrí otros años, para recibir toda la información, disfrutar todo lo posible, para no encontrar cansancio, me ha salido bastante bien. Desde luego que el camping ya pasó a mejor vida y ese es el primer punto, Resalim sigue funcionando, por la madrugada evito a los djs y por las mañanas no salgo ni para comer, así no tengo tentaciones de vermutear, mucho tiempo tumbado y baño de espuma, gorra para la cabeza, mojarme cada poco, beber algo de agua… bien, me ha ido bien. Las zapatillas aprietan, están un poco acartonadas ya y me rozan algo… Rise To Fall llega hasta la otra punta… cuanta brutalidad, Volbeat mezclan a Elvis con Metallica, lo hacen bien, suenan potentes, empiezo a saborear el festival, sigo sólo… pero poco a poco iría encontrando a los conocidos.

Polvo en el aire, de vez en cuando las partículas flotan casi inapreciables como una especie de rocío, en la zona donde ha habido zapateado.

Skunk Anansie sonaron más bajos de lo esperado, me quedo con sus actuaciones en sitios cerrados. Estuvieron bien, a la gente que los veía por primera vez les gustó mucho, yo me quedo con las tres anteriores. Seguramente si les hubieran dado horario de noche y mayor relevancia en el cartel, lo hubiera disfrutado más… En cualquier caso Skin sigue siendo un animal del escenario y tiene una voz prodigiosa y la banda tiene plomo y calidad. Y como podemos seguir soñando, yo quiero disco nuevo.

Me pierdo en conversaciones, la noche cae, mis persianas bajan algo, el caudal de Kobetas se va llenando peligrosamente, mucha gente, ahora voy al pairo de acá para allá, Slayer por las pantallas, por curiosidad… demasiado fuerte, Sexty Sexers si son lo mío. Sonido infernal, me encuentro casi surfeando por el suelo de la Carpa, los paneles no están bien alineados y salto de uno a otro como en las pruebas de humor amarillo. Los Cult de la Bera de Bidasoa la están liando, vaya chorro, qué energía… en el escenario siempre ves algo, los chicos se mueven de lo lindo, se les ve disfrutar… en el Azkena ya me dejaron flipado, esto fue la confirmación… grupo resultón, sin duda. De esos que cuando estás en el fino hilo de me quedo o me voy, decantan la balanza siempre a favor de la diversión. Ya puedes estar agotado, que te ponen nuevo, sangre fresca… Varios de ellos acabaron abajo probando la estabilidad del suelo… estos en una sala tienen que ser la ostia. Estaba tan feliz que al final del recital fui a la parte de atrás del escenario simplemente para darles las gracias. Pesqué al bajista… un mozo, no les queda nada por delante…

Paso por al lado de una carpita hinchable y escucho a Dee Lite o Technotronic… la gente está bastante apretada, mueven las caderas sin parar, otra vez polvo en el aire… imagino.

Mi caudal crecía como el de Kobetas, ahora tocaba el fuego, las luces espectaculares, el sonido limpio y potente, el circo también. Rammstein teatraliza la música, usan y abusan de las llamas, incluso les disparan ráfagas desde la torre de sonido. Suenan sobrios, contundentes y aplastantes. Gasolina, metal, gominas grasientas, guantes de cuero, paladares iluminados… hombres del futuro, cuentos del pasado. Ahora una gran gota hace canasta en mi katxi… falta todavía para acabar el concierto y empiezo a temblar, no pasa nada, una leve lluvia de veinte minutos. Me fui antes del bis para no pillar colas en el bus, así que me perdí lo del zodiac entre el público. Tampoco vi a Anti Flag.

Camino de los buses me doy cuenta que voy a tener que bajar hasta Beyena, esto no lo sabía, como siempre me quedé en camping y a la subida te dejan arriba… No fue una sorpresa agradable pero entiendo que hay que hacerlo así por espacio y organización. Ahora yo, como el teclista de Rammstein, soñaba con ir sobre una cinta mecánica que me llevara descansado camino al hotel. Hubo que andar y repasar la jornada, sólo también.

El viernes 9 pasé la mañana casi en blanco, encerrado en la habitación y cuando hice el intento de salir tuve pero que regresar al poco. Hacía un bochorno que podía dejarme K.O. La preocupación era ahora seguir el “manual” para estar a las 16:30 viendo a los Cápsula. La receta… quedarse en la cama, no acercarse a Bilbao y subir desde el BEC. Tenía miedo a las colas de San Mamés, parece que el jueves fueron grandes. Un botellín de agua para la subida y a sudar, lo fácil es que te de un chungo. Había que poner todos lo medios para evitarlo. Antes de entrar hay una gran fila de gente, toca esperar, se abren las puertas, el tema va rápido.

Ahora recuerdo cuando ví a Cápsula en Santoña hace cosa de un año o algo más y éramos quince personas o así. Eso sí que es “Underground”. Aquí les tocó lidiar a la peor hora pero por lo menos tenían más gente viéndolos. Dos filas delante, una niña de unos seis años contempla a sus papás mientras trabajaban sobre el escenario. Martín y Coni se acompañan ahora de un batería desconocido para mí. Debe llevar con ellos desde poco después de la actuación de Santoña. Brillante su aportación. El trío bucea por el rock & roll clásico, el garage, la psicodelia… Martín canta en plan “Elvis” guitarra en ristre y micro en mano, la toca por detrás, la frota por encima del monitor… Su traje rojo le convierte en un diablo. A su lado, Coni da el contrapunto de dulzura y sensualidad, de los Cramps a Sonic Youth, Pixies, Stones… Sun shaking para que la caldera de Kobeta tenga la banda sonora perfecta, Magnetic brain puro hipnotismo… han ganado, he ganado.

Hay que esperar a que pasen las primeras horas y el cuerpo se va adaptando, sobre todo cuando baja el sol, las zapatillas que ayer me rozaban ya están hechas al pie como plastilina.
Huelo a maicitos, veo pantalones vaporosos, barbas de nuevos Cristos, pies arriesgados sobre chanclas mínimas, alguna tirita, es lógico. Las gafas de sol ocultan ojos preciosos, también ojos vidriosos, a las dos de la mañana sigue habiendo gafas de sol.

Wild Beasts suenan sofisticados, diferentes… canciones de largo recorrido, suaves, en cierta manera me recuerdan a unos Broken Social Scene menos barrocos, tranquilidad y buenas sensaciones…
Gómez convencieron hasta a los más desconfiados, es normal, aunque no hayan descubierto nada nuevo, la manera que tienen de revisar la música es original, bastante personal. Esa mezcla de pop, folk americano y ese punto experimental… De repente oyes a Eddie Vedder o imaginas a Beck… es muy curioso, tres voces se turnan, una de ellas inconfundible. Cada vez que la escucho recuerdo American Beauty.
Biffy Clyro sonaron a volumen brutal, machacones, exagerados, eso es potencia, quizás demasiada. Torsos desnudos, pieles sin tostar, cartuchos pesados pero con cierta facilidad para acabar en canciones pegadizas. Alguna realmente bella incluso dentro de un envoltorio tan fiero. Si los comparamos con las propuestas más duras que pasaron por el festi parecen un grupo de pop. ¿Los nuevos Foo Fighters?
Coheed & Cambria no molestaron pero tampoco es que hayan llamado mucho la atención al personal… estaba en ese momento en los cruces con gente diferente, conversaciones atrasadas y búsqueda de elementos rezagados. Después de un rato acabamos bastante cerca del escenario, ladeados pero cerca. No es que estuviera muy lleno. Ahora mismo recuerdo dos cosas, el pelocho de Claudio Sánchez y la manera de tocar del bajista… no pude separar la vista de las cuatro cuerdas ¡Qué talento!

Gogol Bordello me parecen un puto coñazo, un barullo, un caos sonoro, su punk zíngaro me marea. Veo a lo lejos miles de brazos en alto, bailes y caras de satisfacción. Me alegro que por lo menos el resto sí disfrutara.

Paul Weller salió a la hora perfecta, estábamos como queríamos, había más gente en el escenario grande, sin ningún grupo tocando que para ver al británico. Es curioso ¿no? Sinceramente, creo que hay gente que tiene interés cero por la música, o no tiene inquietudes o sólo va a ver a su banda favorita. Tener a este señor tocando y darte el lujo de no cruzar de lado para verle me parece muy revelador. Fue increíble, sobrio y elegante, sólido, equilibrado, técnicamente perfecto, calidad sonora y tablas para dar y tomar. Sabe mezclar el pop, la psicodelia, el rock, el soul… hace las canciones redondas, compactas. Ha sabido reciclarse, se ha hecho el rey de los tiempos medios. Bien arropado por Steve Cradock, el resto de los músicos tampoco son moco de pavo… That’s entertaiment, The Charginman o Shout to the top elevaron mi cuerpo unos centímetros por encima del suelo, estaba levitando, mi físico respondía. Era el momento y la hora, el cielo ya es negro, las luces proyectadas sobre la colina de la derecha, hace que sus rocas parezcan un decorado cartón-piedra, los árboles son testigos también de que el Brit Pop empezó por el señor de canas. ¡Vaya banda! Algunos dicen que son secos, serios… ¡joder! Son británicos, para lo bueno y lo malo.
Sin grandes artificios, ni luces estratosféricas, ni saltimbanquis haciendo el indio, no les hace falta porque ellos salen y tocan mejor que la mayoría. Con ese repertorio cualquiera.

Acababa la mejor actuación de lo que llevábamos de festival, esa era mi percepción personal, estaba encantado. Casi me importaba poco lo que hiciera ahora Alice In Chains. Había ya gente en cada metro cuadrado del recinto… increíble, llegamos a ser treinta mil. AIC en la distancia porque la cosa ya estaba bastante apretada, sonaron perfectos, nítidos a más no poder, de DVD. Me pregunto cómo puede haber esa diferencia de sonido entre ciertos grupos, es que esto era escandaloso de bueno y pulido. Si cierro los ojos estoy escuchando a Laney Staley. Es increíble la similitud con su nuevo replicante William Duvall, el moreno canta idéntico. El grunge de los noventa suena con fuerza en el cielo del Bilbao… el grupo no ha envejecido nada mal, todo lo contrario. Quería ver Would? y pude hacerlo, hay temas que tienes incrustados en la memoria de por vida, Rooster la tocan con McCready de los Pearl Jam. Fin de set. Creo que hay grupos que no deberían pedir palmas al público nunca. AIC es uno de ellos, no pegan ni con cola.

Llevaba perdido un rato, navegando entre fauna de todo pelaje… intentando no chocar, no caer, no meter el pie en un hoyo, llegaba la hora de Pearl Jam, una mano me agarra, parte de la sección cántabra está aquí, veré el concierto con ellos con los que crecí escuchando a los de Seattle. Pearl Jam son la banda sonora de nuestra vida, verdaderamente. Tengo que decir que las dos anteriores veces que los ví en directo no me gustaron. Lo he discutido mucho con los fanáticos, creo que los fanáticos de Pearl Jam son iguales a los de U2, Bisbal, Alejandro Sanz o los Planetas… son incapaces de reconocer algo malo en su grupo, nunca tienen un bajón o dan un mal concierto. Yo debo de ir contracorriente porque esta vez, incluso en un sitio lejano donde el sonido no llegaba demasiado bien, me lo pasé en grande… no he escuchado demasiadas opiniones superlativas al respecto. Puede que las otras veces fuera con más expectativas y esta no esperara nada, también es verdad que el último cd me gusta bastante, no me esperaba un trabajo tan bueno a estas alturas. Sigo pensando que Eddie Vedder aparte de cantar como Dios tiene pocas facultades más sobre un escenario, es decir, es bastante soso, eso sí, sabe reconocer a los grandes y nombró a Paul Weller varias veces, dio las gracias por nuestro vino, botella de tinto en mano y tuvo el detalle de dejar subir a un fan a cantar con ellos Daughter. Supongo que habrá sido el día más feliz en la vida de Dani, le echó pelotas… ¡Olé por Eddie y por el chaval! Sigo pensando que Matt Cameron es un bestia y toca como los mejores pero quizás es demasiado cuadrado, a veces la banda no respira bien… Sus conciertos pasan por ser un Karaoke gigante, la gente no se guarda nada. El caso es que el otro día me gustaron, me parecieron una gran locomotora de rock and roll, he vuelto a recuperar la fe en su directo. Porch, Black, Rearviewmirror, Alive o Corduroy son balas inefables, Unthought Known, Got Some o The Fixer, canciones que serán clásicos dentro de veinte años.
No sé qué pasó con los Dropkick Murphys que entre unas cosas y otras me los perdí. Despedirse de la gente, ponerse en marcha, ir a las barras, quedar, encontrarse y poca cosa más y el grupo ya había acabado… ¿llegaría a media hora?

Veo a un chico vomitar con una frecuencia de treinta segundos entre arcada y arcada, ritmo perfecto, como Matt Cameron.

Unas cuantas historias del abuelo cebolleta para culminar el largo día y me vuelvo al sobre antes de arrepentirme. Había bastante gente… sacar a treinta mil personas de un monte no puede hacerse en un segundo pero tampoco fue infinito.

El sábado 10 me dieron una mala noticia a media mañana. A partir de esto, una nube negra me acompañó permanentemente. No podía hacer nada, tenía que aprender a ir con ella el resto del día y encajarla dentro de la normalidad. Era complicado pero se intentó, una situación inesperada y que carecía de solución. La nube, en forma de pensamiento pasajero me asaltó varias veces… era inevitable, a veces te sientes como un inútil, pues yo me sentí así todo el día. Tuve que seguir… Como quiera que se había caído Band Of Skulls del cartel tuve más tiempo para descansar y llegué poco antes de los Maccabees… un grupo que conectó desde el principio con el público y que me parecieron una de las sorpresas del festival. A medio camino entre unos Arcade Fire, Morrissey, Artic Monkeys… los británicos estaban muy cómodos arriba, se nota cuando un grupo se lo pasa bien además de hacer que nos lo pasemos los demás. Música medio solemne, medio festiva, dinámica pero elaborada, romántica… guitarras cristalinas, voces afectadas, cantaban hasta silbando… desde luego que fue una escucha muy agradecida. Además los vientos les daban un toque. Las primeras filas estaban llenas de mozas totalmente entregadas desde el principio, lo justo es decir que salimos todos contentos. Ver al personal en canciones como Can you give it así lo demuestra. Había un guitarra con cara de pillo y caracolillos en su cabeza que no paraba de vacilar a la gente, este disfrutó el que más.

Una cabellera “Cherokee” pulula por el foso. Ella tiene el secreto de las mejores fotos…
Si con la solana que pegaba no caí derretido es que el “manual” había funcionado y quedaba poco para estropearlo.

Los Campesinos, mucho ruido y pocas nueces, en el fondo no es un sonido tan diferente a lo que acabábamos de ver, mucho más verbenero y festivo pero mucho peor. Como unos Hefner descarrilados, super acelerados. Una amalgama de ruiditos y voces convertida en insípida papilla sónica.
Jeff Tweedy venía solo. No acabo de ver este tipo de actuaciones en festivales grandes y escenarios abiertos. Detrás de sus gafas de sol, y sólo con armónica y acústica atacó sus temas de Wilco en su versión más desnuda e íntima. Un arrullo sonaba mientras cambiaba impresiones con mis amigos del Ebrovisión. Un fondo musical que mentalmente me llevaba a las mismas canciones pero con la banda al completo. La verdad es que se reconocían bastante bien.

The Soundtrack Of Our Lives es una de las bandas extranjeras que más están girando últimamente por España. Es casi imposible no haberlos visto. TSOOL tienen las mejores influencias y las representan de la mejor manera. Rock y pop bañado en ácido, viajes de ida y vuelta… una sección rítmica contundente, duelos de guitarras que siempre acaban en tablas y los teclados envolviendo todo en grandes corrientes psicodélicas. Todo hecho desde la grandeza, tocado con gusto y respetando el espacio de cada músico, muy coral y tremendamente efectivo. No sonaba demasiado alto, al principio me parecieron algo blandos, no en vano eran canciones desconocidas para mí, pero la cosa sólo pudo crecer. Lo mismo que Second life replay, canción mística que se va desperezando poco a poco, estira los brazos y empieza a cabalgar de manera infernal. Ebbot grita, las órbitas de sus ojos van a reventar, los coros parece que anuncian el apocalipsis… ¡vaya subida! Big time, Sister surround o la preciosa Nevermore sólo pueden dejar ganas de más. La verdad es que les limaron como diez minutos de su tiempo.

El “Mojito” se ha convertido en el auténtico protagonista del festival. Los monos de feria tienen sus días contados. Pueden dejar los disfraces en casa.

Con Feeder tenía yo una deuda pendiente desde que iban a tocar de teloneros de REM en Gijón y tuvieron que cancelar. Es un grupo que me llegó a gustar bastante en su tiempo. El caso es que ahora presentan nuevo trabajo “Renegades” y por lo que sonó allí es bastante durito, sólo eran tres pero daba la sensación de ser diez en el escenario, bastantes contundentes. Tuvieron una buena actuación pero yo esperaba con nostalgia lo anterior, algo más melódico. Suena Buck Rogers, se me van las manos a mi guitarra imaginaria, acabo el cigarro, lo piso como si fuera un pedal, cabeceo y me dejo llevar. Ahora sí. La Jaguar metalizada con efecto purpurina es una maravilla. Yo soy más de Feeling a moment.

Llega el momento de mis adorados Manic Street Preachers, creo que han pasado doce años desde que los vi en el Antzokia de Bilbao. A estas alturas del día ya claramente se ve que hoy no habrá los agobios de gente de los días anteriores. Iba con dudas de si a los Manic en un escenario tan monstruoso no se les iría el sonido, no se les quedaría grande. Tengo que decir que todo lo contrario, no sólo no sucedió eso sino que prácticamente dieron el mejor concierto que he visto yo en las cuatro ediciones que he estado. (Sólo falté a la segunda). Un sonido maravilloso, un ramillete de himnos de esos que hacen que te ahogues mientras cantas… y esa sensación permanente de “se me abre el corazón cada vez que escucho esto”. Me transporto a mi mocedad, a las borracheras con la voz única de James Dean Bradfield de fondo, a las guitarras afiladas como puñales, a los estribillos que incluso yo me aprendí para tararear. Empiezan con Motorcycle Emptiness, no puede ser… me va a dar algo, From despair to where, Your love alone is not enough es coreada por todo Kobetas (las antiguas apenas tienen seguimiento pero las más actuales triunfan). A Desing for life, ahora tengo una erección capilar, Little baby nothing y se me humedecen los ojos (sólo hubiera faltado Traci Lords). Esto es más de lo que un ser humano puede aguantar. You love us, estoy desatado… Is you tolerate this your children will be next es una sentencia tan grande como la épica de cantarla todos al unísono, brazos en alto… indescriptible. De lo más emocionante que he vivido. La verdad que el guitarra y teclista de apoyo les hace ganar bastante. Este grupo es irrepetible, tienen personalidad, canciones para dar y tomar y sus discos soportan perfectamente el paso del tiempo.

Faith No More, seguramente Angel Dust es uno de los discos que más he quemado en cierta etapa de mi vida. Para alguna gente puede resultar un poco duro, lo normal es que a mí también me lo hubiese parecido pero este disco tiene algo magnético, misterioso y mágico que engancha y no puedes parar de escuchar. Siempre lo consideré como algo diferente, novedoso, inclasificable. En directo esa sensación se multiplica. Hip Hop, Funk, Punk, Pop, Soul, Rock, música sinfónica… la coctelera es un no parar. En vivo lo hacen todo, van de un lado a otro, Mike Patton es simplemente inmenso. Sobre unas cortinas granates sale la banda. Todos con elegantes trajes. Mike, bastón en mano comienza con una versión, Reunited (Peaches & Herb)… es la calma que precede a la tempestad, From Out of Nowhere y fuera bastón, el pie de micro vuela por encima del batería y M. Patton que se vuelve una fiera recién salida de un gran cautiverio, ¡madre mía, que animal! Este hombre está como una regadera pero arrastra, es un vendaval. Está sonando de mimo, el bajo podría derretir el escenario, los teclados llevan las canciones en volandas. Así fue durante hora y media. Mike Patton parecía El Vez chapurreando castellano a la perfección, proclamó a Puyol como el nuevo Rey de España, cambió su camisa blanca inmaculada por una bañada en bebida después de rebozarse como una croqueta entre el público. Midlife Crisis fue el momento del festival, el muy cabrón es capaz de seguir cantándola mientras gira sobre sí mismo como y la voz no se le va ni un mínimo. La gente le llevó casi de la mesa al foso del escenario y nada cambió, el final de la canción sólo para el público que remató en un inmenso Karaoke. También sonó el Easy de los Commodores, Ben de los Jackson 5… vamos un popurrí metalero soulero de lo más original. Un concierto diferente a todos los conciertos que he visto nunca.

Ya estaba para el arrastre, pero aguanté hasta Jet entre otras cosas porque me la debía a mí mismo del Festimad de hace unos años. Al contrario de la mayoría de la gente que dice que son una patata en directo me parecieron bastante competentes, con un bajista que destacaba. Aquí canta todo el mundo, hasta el batería, los juegos de voces y el vistazo que echan a los sesenta y setenta están hechos con gusto y buen hacer. Parece que la gente sólo ve el Are you gonna be my girl. Yo creo que tienen bastante más, por ejemplo ¿A quién no se le van los pies con Beat on repeat?

En definitiva, un festival con una media altísima en la calidad de las bandas y lo más importante, que luego lo han plasmado en sus conciertos. Puedes ser muy bueno y luego hacer un churro. He exprimido el limón a tope, he disfrutado de la amplia mayoría de las actuaciones. (El jueves algo menos pero no era mi palo). He aguantado bien físicamente y no he perdido detalle de nada. Creo que objetivamente ha sido la mejor edición, contando con que no estuve en la segunda. La primera edición siempre será mi favorita por ser la primera, pero sentimentalismos aparte, en esta, el 90% de los grupos han estado de bien, notable, notable alto, sobresaliente… nunca por debajo. Lo mismo estoy exagerando pero si me ha dado por exagerar así esta vez, será por algo. Salud y hasta la próxima.

Fotos: www.denaflows.com
Texto: Santiago V.M.

8 comentarios sobre “Los “Reyes” son Last Tour (BBK Live 2010).”

  1. Hombre …. ! que no siempre soy tan…. Me refiero a que ; si piensas ir a todos los festivales ! , ( Esta claro que al FIB no ? o llegas tarde ) Pues nada que sigo leyendo , Ya casi voy por el sábado 10 … ufff

    Pd: Como me hubiera gustado escuchar a Rammstein tocar «Pussy » en directo …. ( y no es ironía … me gustan , un poco , de vez en cuando , y eso … antes era Heavy . hace mucho de eso , pero siempre te queda algo , que te voy a contar… )

  2. Ok, no, al Fib no voy, me queda lejos y no me gusta el cartel.

    Además entre el In y el Amstel que tenemos en 10 días aquí, no hace falta ni salir de Santander

  3. Ian Brown Ash The Temper Trap Echo & The Bunnymen ……. malo malo no es … pero cierto que el resto …..

    Sobre el Amstel …. Lo salvan para mi los de fuera «Vive la Fete» Y the Dandy Warhols y los Belle si fueran como los del año 2002 en el Fib cosa que dudo .

  4. Bien, pero… gogol bordello ¿un puto coñazo? ¡norl! Fiestón por todo lo alto xDD

    Eddie Vedder ¿soso? No hombre, los grupos que acaban las canciones y dicen solo «thank you very much» y no abren la boca el resto del concierto, esos son sosos. Eddie Vedder no. ¡Pero si hasta se toma la molestia de escribir una chuleta y decir algunas palabras en el idioma del país en el que tocan !

    En mi humilde opinión, eso si. 😛

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