La crisis pasa del Ebrovisión

En estos tiempos de crisis en los que se vacían las salas de conciertos y muchos festivales desaparecen o acomodan sus carteles a una menor afluencia de público, imagino que una asociación se vea tan desprotegida y desnuda que la “caída”, como cantaban los Gabinete Caligari, si que sería más dura. Aquí en Miranda, la crisis pasó de largo. El festival ha obtenido las mejores cifras de público y las previsiones han desbordado incluso a la propia organización. La Asociación Cultural Rafael Izquierdo ha recogido la siembra de tantos años y el cariño que ponen en esta cita. Cada vez más personas conocen el festival y pueden hablar de sus excelencias. También es verdad que este año tocaban Vetusta Morla, el efecto Vetusta y todo lo que conlleva.

Jueves 17, recuperamos La Fábrica de Tornillos.

Ya para empezar, el jueves se trasladaron los conciertos de la sala Maquiavel a La Fábrica de Tornillos por la cantidad de gente que había prevista. De momento la tarde respetó sin lluvia pero el inconveniente fue otro. El dichoso planE nos jodió el habitual itinerario y tuvimos que improvisar sobre la marcha con los bares. Encima muchos estaban llenos. Ya pudimos comprobar que las obras hacían imposible la acampada en el pabellón de siempre y nos enteramos del cambio de ubicación a otro pabellón. A nosotros nos daba igual, la pensión Conchita es nuestro fortín desde hace años.
Llegamos a ese templo que es La Fábrica de Tornillos (sitio emblemático donde los haya) y los recuerdos de cuando el Ebrovisión era allí empiezan a mezclarse a tiempo real con el “hoy y ahora”. Empiezo a comparar, ver lo que falta, las diferencias. Compruebo que han recortado algo de pista para escenario, temas de producción, taquillas, etc. Eso sí, el sonido sigue siendo espectacular. La Fábrica sigue teniendo su encanto, un sitio perfecto para conciertos no multitudinarios. No se cual será su capacidad a día de hoy, pero calculo que ochocientas personas quepan.
Al poco veo a Chema Rey y comienza a contarnos las maravillas de Arizona Baby mientras estos suenan en la música de fondo. Chema es un crack, un apasionado, una enciclopedia con piernas. Un excelente speaker para presentar las actuaciones. De su sesión no puedo contar mucho porque apenas estuvimos veinte minutos pero no pintaba nada mal.

Antes de todo esto me había cruzando en la entrada con Santi Campos que me dice “Ester no va a tocar, anda enferma”. También es mala suerte, tanto tiempo para que vinieran Amigos Imaginarios y ahora que era el día les falla uno. Ester es la segunda guitarra y hace coros, el contrapunto ideal en un grupo de hombres, el eco sugerente que apuntilla, un dulce soplo que arrulla estribillos dejándote en paz con la música y con el mundo. Así pues, había que hacerlo sin ella. De todas maneras A.I. es un grupo muy equilibrado y homogéneo. Imagino que en otras bandas se hubiese notado más. Ahora había más hueco en la barrera, pero ellos intentaron tapar todo lo posible. Los que no los sigan no tenían porque darse cuenta y los que sí, harían como que no ven el hueco. Se supone que en el partido jugábamos todos en el mismo equipo. Bien es cierto que siempre hay alborotadores y tocapelotas que no dejan de joder en los conciertos. En un momento la banda avisa que iban a ir terminando y la gente que menos caso estaba haciendo grita “noooo”, Santi no pudo aguantarse y les comenta por el micro “pero qué decís vosotros que lleváis todo el concierto de espaldas y hablando” (Genial). Las canciones fueron una mezcla de temas viejos y alguna que todavía no han visto la luz. La cosa promete, yo ya ando con los dientes largos. Las canciones de Amigos Imaginarios queman sin que te des cuenta, como la nieve de los paisajes que adornaban el “Invierno secreto”, van poco a poco pero acaban llegando, en esos parajes calmos no se ve el peligro, pero al final las canciones hacen pupa. Incluso en alguna se ve claramente que Santi expone más de lo habitual, que esa historia le ha tocado más a fondo. Por no hablar de los músicos, gente que sabe lo que se trae entre manos, que no serán el disco del mes pero que de tocar entienden un rato. Salvaron los muebles.

Bryan Estepa era el único artista extranjero de esta edición. Santi Campos tuvo sesión doble y acompañó al australiano. Charly Bautista también participó puntualmente. Aparte había también músicos de otras bandas como Cosmopolitans de Barcelona. Esa especie de esquimal salió, vio y venció. Parece que el público ya había calentado lo suficiente y con Bryan todo el mundo soltó el pie del freno. El Ebrovisión recuperó su espíritu primigenio y allí sonó rock americano y powerpop del bueno para una audiencia justa y en un sitio pequeño pero coqueto. Todo lo contrario de las masificaciones que provocan otros grupos. Yo lo disfruté muchísimo, canciones para saltar, cantar y bailar hinchado de felicidad, pilas que se cargan de energía positiva. El pop vital y colorista lo dibujan artistas como este. Carl Wilson o Roses son pura luz, Myself demuestra que el chico también se puede poner guerrero. Los referentes no pueden ser mejores. Al acabar la actuación no pude pasar sin saludarlo y mientras me firmaba el cd, B. E. me señalaba mi camiseta de los Posies y me decía que eran cojonudos. Teniendo en cuenta que el llevaba una de los Stones, sólo puede decir lo mismo de la suya.

The Red Crayon Aristocrat Club cerraban los conciertos. Los mirandeses me sonaron a cosas como Desechables, Ladytron, etc, pero en directo no me acabaron de convencer. La lolita cantante necesita más voz. Es guapa y se contonea bien, pero lo más importante no llegaba. Ni siquiera el Poison Heart (Ramones) con Toño (The Rockin’ Pneumonias) como artista invitado me pareció gran cosa. Tras cinco temas decidimos ver que hacía en la Maquiavel Chema Rey, el agua, ya nos acompañó de camino.

Viernes 18, el efecto Vetusta Morla.

La parrillada de verduras y el chuletón del Fogón de Tasio borraron cualquier intento de la lluvia de joderme el día. (Todo un festín).

Templeton hicieron sentirme orgulloso de ser cántabro. Así se abre una jornada de música, imagino que este grupo va a tener muchas participaciones en el festival. Los niños de San Ildefonso es redonda, sus coros polifónicos son pura crema, crecer con la canción es inevitable. Una pena no haberla alargado más, pero tenían tres cuartos de hora. Tras este comienzo tan épico tuvimos fogonazos de powerpop de la mejor hornada con “Las casas de verano e invierno”, saltamos como las ranas también con la marcha nupcial y descansamos en un “Sofá cama” más cercano al cielo que las mismas nubes.

Niños Mutantes han nacido para tocar en el Ebrovisión y el Ebrovisión ha tardado mucho, muchísimo en darles su espacio. Y claro, como no podía ser de otra manera, los granadinos honraron el multifuncional con su presencia. Son ya diez años escuchándolos, hay un componente sentimental muy fuerte con ellos. Las mismas emociones que desgarran en los lamentos de “Veneno polen”. La resignación con la que entono al oído de mi chica “yo si que no puedo más contigo” o la ironía con la que sigo atacándola “te favorece tanto estar callada”. La sombra de los Pixies es muy alargada pero a estos les entiendo lo que me cuentan. El acento de Juan Alberto desaparece al hacer música. Es increíble lo claro que llegan las letras cuando canta y lo poco que se entiende cuando habla. “Como yo te amo” sonó en boca de todos y yo pude por fin cantarle algo amable a mi novia.

Sidonie arrancaron ya con mucha gente entre el público. Presentaban disco pero además hicieron un recorrido por toda su carrera (On the Sofa, Fascinado, Nuestro baile del viernes, Sidonie goes to Varanasi…). El incendio ha supuesto el rechazo de algunos fans que entienden que es un producto demasiado comercial. Parece que todavía no se puede decir “Te quiero” en castellano sin que la gente te llame cursi. Ellos se defienden diciendo que lo que les sale ahora es cantar eso y que lo cantan convencidos. Así pues, nadie se ha vendido, simplemente están en otra etapa. A mí me parece de puta madre, entre otras cosas porque las canciones, que es de lo que se trata, son bastante buenas. Que los estribillos son facilones, es cierto, pero los tarareas sin querer, que si hablan de amor y salen con rosas en los pie de micro… pues sí, pero hace años se disfrazaban y hacían el gamberro y también se les criticaba, el caso es decir algo. No se, a mí me parece que independientemente que canten en castellano o inglés, que lleguen a más o menos público, hay un gusto por las melodías, cuidan los arreglos, las voces están trabajadas, y suenan muy corales. Siguen oliendo incluso ahora a Beach Boys, Byrds, Love, Beatles… entonces ¿Cuál es el problema? Si venden discos o salen por la radio, mejor para ellos. Mientras no los quemen.

Digo esto porque era la cuarta vez que veía a Vetusta Morla en apenas mes y medio. Yo no se cómo lo hacen. Deben de tener dobles para tocar en tantos sitios. Están hasta en la sopa. Ya no se qué más decir, sus directos son impecables, lo llevan todo al milímetro, como para no. La gente que los ve por primera vez sale convencida, yo también cuando lo hice en su momento. En mi caso, esta película ya la he visto demasiadas veces en muy poco espacio de tiempo. Ya se sus trucos, adivino la reacción del público antes de que venga el momento álgido, vamos que también me cansaría si pasara lo mismo con mi grupo favorito. Vimos ratos y otros intentamos descansar en los aledaños, se nos hizo muy largo, la verdad.

Mi cuerpo estaba derrotado, mi mente en off, Quería ver a Delorean pero sabía que no acabaría el concierto independientemente de lo bien o mal que lo hicieran. Aguanté cuatro canciones y la putada es que me estaban gustando. Intenté encontrar motivos para resistir. Las luces, el gran óvalo y sus proyecciones, esa música futura y ambiental de vuelos artificiales, de bailes eternos… La marea se mueve bajo tus pies, hay que dejarse llevar. Es fácil. El problema en mi caso es que yo ya había exprimido todo el limón. El sábado quedaba mucha tela por cortar.

Sábado 19, fiesta desde por la mañana hasta la madrugada.

La posibilidad de lluvia llevó los conciertos mañaneros de nuevo a la Fábrica de Tornillos, por mí como si hacen allí el festival entero. Encima las cañas a un euro y medio. Vamos, que a capricho.

Arizona Baby confirmaron punto por punto todo lo que nos había contado el jueves Chema Rey. Tres barbudos melenudos que parecen salidos de un Western pero que vienen de Valladolid. Un grupo que no necesita más que dos acústicas y una mini batería con percusión para demostrar que el poder o la energía no depende de la electricidad sino del alma que tengas tocando. El viaje iba de Crosby, Still & Nash hasta Johnny Cash, Love, Eagles… unas veces más folk, otras mas pop, y en ocasiones más árido y oscuro. Eso sí, de una pureza tremenda. Vamos, que te creías lo que estabas viendo. El cantante vaciló bastante con la audiencia, estaba muy suelto. Se consiguió un ambiente majo de complicidad y la gente mantuvo un interesante y respetuoso silencio. Y bien, este grupo vale lo mismo para el Sonorama, Ebrovisión que para el Azkena, que creo que sería el sitio definitivo y más acorde. En octubre sacan su primer disco pero mucha gente ya los conoce a través del myspace. Habrá que seguirles la pista.

Y ahora sí, llegan los Zodiacs con lo que yo necesito, a saber: rock garagero y powerpop cantado en castellano. Pildorazos de tres minutos directos y efectivos. No se andan por las ramas, guitarra, bajo y batería ¿para qué más? Nada distrae la atención pues. Musica crudita, rugosa y simple. Sin darme cuenta ya estoy haciendo “air guitar” y cantando estribillos como “el rock está con nosotros” o “no eres más que una chica normal”. Viendo el nervio que gastan en directo tengo que reconocer que en determinados casos, menos es más. El rock and roll no tiene porque hacerte pensar, tiene que hacerte latir. En ese momento de la mañana, ellos lo consiguieron. Y lo hicieron sin necesidad de Estimulantes ni llevarme de viaje a Saturno, dos de mis temas favoritos. Da igual, hacen música vitamínica en sí misma. Ignacio se gana bien el sueldo, no para, se deja hasta el último respiro. Miguel y Gurru acompañan de manera más cerebral, los coros funcionan, los riffs disparan con precisión, tienen todos los elementos que me gustan cuando lo único que necesito es rockanrolear.

Después la cola de la paellada daba la vuelta a toda la calle peatonal, tuvimos que ir a por unos bocadillos. De la música se ocupaba Patrullero, que convirtió una calle con gente sentada en bancos y sillas de plástico en una especie de discoteca con esa misma gente subida en las sillas, el personal bailando por las esquinas y grupitos que acabaron improvisando una conga. Daba alegría verlo. Como decía Martha Reeves & The Vandellas, Dancing in the street.

En el multifuncional empezaban unos mozos de Burgos llamados Entertainiment que dieron una buena nota. Imagino que no será fácil tocar para treinta o cuarenta personas en un sitio en el que deben caber algunos miles. Pues más que digno, me gustaron, también es verdad que ya los tenía añadidos al myspace y alguna canción la conocía. No sé cómo clasificar su música y creo que eso en este caso es una virtud. Es una amalgama un tanto extraña pero que resulta original. Algunos sintes por aquí, guitarras hard-rock por allá, una voz que bien podría ser la de David Summers (Hombres G)… música pop, a veces de baile, ahora me recuerdan a Dorian, luego a Chucho. Para mi cumplieron con creces. “Otras manos” o “Madonnas” bien merecieron haber llegado tan pronto.

Con Cooper disfruté como un enano de la primera media hora pero la segunda se me atragantó a base de bien. Me explico, los músicos intachables, no se puede decir nada de eso, el sonido, de dvd. Las canciones son muy buenas composiciones pop. El problema que veo es la repetición de esquemas. Después de un rato suena todo igual, es plano. Parece que vas por una carretera de Castilla, no hay rotondas, no hay curvas ni cambios de rasante, ves siempre el mismo paisaje. Pones el piloto automático y no pasa nada. Con Cooper no diferencio las canciones de unos discos a otros, ni sus conciertos de un año al siguiente. Al final, Alejandro parece un funcionario de la música. Necesito algo de chicha de vez en cuando, un cambio de registro, algún instrumento diferente… pero no, siempre obtengo la misma eterna perfección. Riesgo igual a cero. Con el paso de las canciones acaba sonando todo a sol, luz, color, y sí, al final lo consiguió… cierro los ojos.

Cat People hiceron todo lo contrario, intenta dar una nueva dimensión a sus canciones, las dotaron de un envoltorio acústico y aunque no me acabó de convencer del todo, por lo menos arriesgaron. Se quedaban entre dos aguas, no me pegaba escuchar los temas así. Puede ser la falta de costumbre, o puede ser que después de Cooper necesitara algo más movido. Con Stumble in Vigo o Mexican life lo consiguieron, en Goodbye Angel se quedaron por el camino. (Eran como una especie de híbrido entre Depeche Mode y Sunday Drivers). No sé definirlo mejor. Lo mismo quieren quitarse la etiqueta de los Interpol españoles, o les apetecía jugar con las canciones. De todas maneras me parece un buen intento.

Y llegaron los Right Ons. Seguramente la actuación más salvaje que he visto yo en los seis años que llevo visitando este evento. ¡Madre mía!, ¡Descomunal! Curiosamente la afluencia de público descendió en esta actuación. Justo en esta. Muy bien, ellos se lo pierden, ¿Sería muy heavy decir que fue el concierto del festival? Solo admito compartir este honor con algún otro grupo, pero desde luego Right Ons estarían en el primer puesto también. Hay que ver como han crecido en apenas tres años. Han pasado de telonear a grupos como Tokyo Sex Destruction o Marah, a tocar en escenarios grandes como Sonorama y Ebrovision y ser auténticos protagonistas en ambos festivales. No olvidemos que hace dos años tocaron el jueves en la Maquiavel. Allí ya la liaron. Les da igual donde les pongas, yo al principio pensaba que era música ideal para sala, después de verlos en otros aforos, tengo que decir que van a conseguir que se les quede pequeño cualquier escenario. ¡Qué puesta en escena!, ¡Qué manera de llenar, qué presencia! Eso es actitud. Ya pueden telonear en campos de futbol a unos Stones o Springsteen que lo van a clavar, seguro. Esto o tocar en el Azkena a las 22 horas y escenario principal. Los he visto bastante peores. Tienen un morro que se lo pisan, parece que lleven dos semanas sin comer, salen que devoran el escenario. Veo muchos puntos en común con We Are Standard, para mi son al soul-rock lo que los otros al electro-rock por llamarlo de alguna manera. Desde el primer acorde, consiguen fuego de los directos. Llaman al baile y al desparrame como el sueño llama al bostezo. Es inmediato. La coctelera de garage, funk, rock and roll y soul es muy llamativa. Quien no se mueva está muerto y el que no lo vea, ciego. La revolución está en marcha.

Llegó la hora de Love Of Lesbian, han tardado mucho en traerlos, hay que reconocer que el personal lenguaje de Santi Balmes ha acabado llegando a la mayoría. Santi es un genio, su música empieza desde sus textos, esos jeroglíficos mágicos, las palabras y las frases adquieren una nueva dimensión si salen de sus manos. Tiene ingenio, encanto, y además trasmite. ¿Se puede pedir más? Sus letras te revelan, te divierten o te hacen enmudecer… pero siempre consiguen revolverte algo dentro. Pero no solo eso, este es el grupo completo, la voz de Santi, tan cercana a Germán Coppini, llena todo de matices. Ahora es más solemne y luego más visceral, en ocasiones puro cachondeo. Si a esto le unimos una música de banda grande y asentada, sonaron como un cañón, tenemos algo muy poderoso. Visual, emocional, atmosférico, tragicómico… lo tienen todo. Lo que solíamos gritar es que este grupo era cojonudo y seguro que ahora más de uno dice “que ya no mola”. Es el precio de la fama. Sonaron canciones recientes como “Club de fans de John Boy” o “Segundo Asalto” y alguna mirada atrás como “Me amo”. El final lo escuché desde la parada de autobús (queríamos evitar aglomeraciones). Parece que finalizaron con una mezcla entre el Ritmo de la noche que tanto piden en los conciertos de WAS y el «Algunas plantas» y los miembros del grupo acabaron manteados por toda la parroquia. Fiestón.

Cycle cerraban el festival pero mis persianas ya estaban. También les había visto en el BBK Live y Santander Music y no había tanto mono. Ya estoy viejo hasta para el Ebrovisión. Peter me pasa a doscientos sin ningún problema. El año que viene, a por la décima.

Texto: Santiago V.M.
Fotos: Gonzalo Valencia. (Loxza)

14 comentarios sobre “La crisis pasa del Ebrovisión”

  1. Gran crónica!! La verdad es que lo pasamos teta, el año que viene, obviamente, no faltaremos!

    Si quieres ver lo que te perdiste del final de LOL: Incluso estábamos metidos en el ajo al final, jejejeje….

    Saludos!

  2. Como «crónica» es bastante mediocre, la he leido para ver que tal ciertos grupos en directo y lo único que he sacado en claro han sido las aventuras y devaneos de un tipo que va de listo, y que está mayor para aguantar un dia entero de festival. Y sobre ese análisis sociológico sobre el público y los festivales en tiempos de crisis, quien sabe, a lo mejor estuvieron dos semanas sin comer, como los Right Ons xD

  3. Muchas gracias ha todos, sobre todo a pp piruletas. No te discuto que la crónica sea mediocre, no aspiro a mucho más.

    Lo que no entiendo es lo de «ir de listo». No sé porque te ha podido dar esa impresión. En cualquier caso, gracias por leer ese tocho tan grande

  4. A mi la crónica me parece bastante correcta, no veo que en ella se intente engañar a nadie ni nada por el estilo. Se cuenta lo que se vio -por lo que leo parece que fue prácticamente todo el festival- y lo que entra dentro de las valoraciones personales va acompañado de su correspondiente justificación. No estuve allí, pero creo que con lo que aquí se ha escrito me hago una idea general de lo que pasó.

    Y las fotos, también muy cucas.

  5. Aquí hay uno que es tonto hasta el almuerzo. Y después todo el día.

    Y no miro a nadie pp piruletas…

  6. A mi no me ha parecido mal la cronica ya que es algo personal, como tecnico de sonido que estuvo esos dias a los mandos, echo a faltar algun comentario/critica constructiva sobre el sonido,la fabrica no es un sitio facil sobre todo en el escenario y por su largura, ademas es dificil acertar con el sonido de cada grupo cuando casi todos venian sin tecnico a excepcion de zodiacs..

    pero tengo que decir que tanto el jueves como el sabado por la mañana disfrute mas que nunca de mi trabajo, me sorprendio la contundencia de the red crayon y eso que ya les hice el dia de we are standar, la limpieza de amigos imaginarios, su profesionalidad y el buen sonido junto a bryan…

    del sabado me quedo con arizona (brutales, geniales….a pesar que las guitarras de repuesto no se probaron y las usaron varias veces por que con esa energia las cuerdas rompian con facilidad)

    muy buenos los vallisoletanos sin aliento con un sonido contudente para su juventud, derrocharon tablas y el repertorio a pesar de la hora mañanera estuvo acertadisimo, me apunto a la felicitacion por la version de manu chao…

    y zodiacs, pues llegaron con el tiempo justo y el tecnico de ellos ajusto como pudo el equipo para empezar a sonar ya como debian en el 3er tema casi…. muy buenos y contundentes…..

    en resumen sali disfrutando ambos dias a pesar de estar trabajando y doy mi agradecimiento a la organizacion por contar conmigo y su trato siempre exquisito, siempre pendientes hasta del ultimo detalle….

    y mando un saludo cordial al que me robo el telefono movi el sabado en la fabrica por la mañanal, me lo tomare como mi buena obra del dia y le deseo que lo disfrute jajaja a pesar que me ha hecho perder mas de 200 numeros de la agenda…en fin no todo podia ser perfecto no?

    lo dicho …saludos.-

  7. JOder Alberto, no he puesto nada del sonido?. Pues será por no repetirme, porque ya sabe la gente de sobra lo bien que he hablado siempre, siempre, siempre del excelente sonido del festival. Es raro que no haya comentado nada, ya te digo, será que lo comento tantas veces que ya lo doy por hecho, como que es algo normal. Ya lo siento. Pero vamos que ahora mismo lo edito.

  8. Como ‘crónica’ digamos que Stoner no sigue la ‘escuela científica’ sobre el enjuiciamiento artístico, eso está claro. Se trata de una aproximación más visceral, emocional y subjetiva que apela directamente a los sentimientos, que es de lo que se trata, dejando a un margen erudicciones y logomaquias.
    Stoner escribe así, ya se le conoce, lo hace muy bien y además, como el algodón oiga, no engaña.

  9. por otra parte, no soy ni músico, ni periodista, así que creo que no lo puedo hacer de otra manera. Vamos, que salen así porque no hay más posibilidades. Todo lo demás sería una estafa

  10. a mi me valen siempre sus crónicas para hacerme una idea de cómo han sido los bolos que por motivos de curro siempre me pierdo.
    así que para mi, chapeau.

  11. ¡Ojo! A mi no me molesta que me digan que soy un tipo que voy de listo, lo que me molesta es poder haber llegado a dar esa sensación. Eso no me gustaría.

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