Cada año, durante el mes de febrero la revista Mondosonoro celebra sus Fiestas Demoscópicas con aquellos grupos cuyas maquetas o discos autoeditados han sido destacados como los mejores de cada comunidad. Esta era la primera ocasión que se hacía esta fiesta en Cantabria, y para ello los responsables de la revista, con un importante apoyo institucional, apostaron por un formato bastante fuerte acercando a nuestra región a Standstill (firmantes del mejor disco nacional 2006 según muchos) y a Koacha (mejor grupo francés en 2006).

La representación cántabra vino de la mano de dos grupos a los que tenemos un cariño especial desde esta página. Por un lado, el dúo torrelaveguense The Kinetics, a los que ya pudimos ver en directo hace unos meses en el ANDN club. Por otro, los santanderinos Lazy, visitantes habituales de nuestro foro.

The Kinetics dividieron su actuación en tres sets independientes. Primero, se encargaron de abrir la fiesta con un sonido ambient que poco a poco fue cogiendo empuje hasta convertirse en un electro bastante bailable. En los intermedios entre los grupos siguientes continuaron con sus juegos rítmicos, reinterpretaciones de lo que ya conocemos de su maqueta (ese Siniestros, con vocación de llenapistas), remezclas de clásicos del baile y del petardeo (¡hasta Billie Jean!) e improvisaciones varias. Lo malo es que con este formato de actuación les tocó bailar con la más fea: la mayoría del público quería ver los conciertos del escenario grande, y aprovechaban los ratos en los que sonaron The Kinetics para salir fuera de la carpa a descansar, así que casi nadie les prestó atención… De todas formas, para mí este proyecto me resulta una anomalía (en el buen sentido de la palabra, por supuesto) dentro del panorama muscial cántabro, en el que el público del pop suele tener unos gustos más tradicionales, y los seguidores de la electrónica suelen buscar sonidos más “cuadriculados”. Quizás ha llegado ya el momento de que TK empiecen a buscar nuevas audiencias fuera de nuestra región…

“All Lazy. Telemak Sessions 2004-2006” fue elegida como la otra gran “demoscopia” cántabra del año pasado. Sobre el escenario demostraron el porqué de su elección. Lazy protagonizaron un concierto intenso y desigual, de grandes contrastes, pasando de sonidos oscuros y desarrollos más largos hasta llegar a su vertiente más directa y más pop. Dentro de esta versatilidad de sonidos (uno puede citar como referentes a Placebo, U2, Dominique A o el indie noventero made in Spain), destacaron sobre manera esas dos inmensas canciones de estribillo infinito que son On a Sunday y Straight to your head. Ya hay ganas de segundo disco.

La elección de “Vivalaguerra” como mejor album nacional del 2006 para la revista Mondosonoro avalaba la presencia de Standstill en esta fiesta. Personalmente, en estudio estos catalanes se me hacen un poco espesos, no así en directo, donde consiguen transmitirme toda su intensidad. En concierto prescinden totalmente del hardcore de sus primeros discos para centrarse en sus dos últimos trabajos, cantados en castellano y definitivamente orientados a un rock, digamos, “abierto de miras”. El grupo sabe manejar la tensión a la perfección, haciéndola crecer, aguantándola con crescendos hasta liberarla en el momento preciso en el que más daño va a hacer, momentos acústicos que terminan en estallidos de electricidad, catarsis rítmicas que abruptamente se transforman en anticlímax… Fue una pena que su sonido no fuera tan limpio como el del resto de los grupos, pero supongo que es una pega menor para un concierto que, en general, creo que podría rozar el notable alto. De todas formas, la propuesta de Standstill no es precisamente complaciente: exige cierta complicidad por parte del oyente, especialmente por parte de los que no están demasiado familiarizados con este tipo de sonidos. Quizá por ello una parte del público no consiguió meterse de lleno en el concierto. Los demás (creo que la mayoría de los que allí estuvimos) terminamos bastante satisfechos.
Casualidades del destino, la noche anterior Unfinished Sympathy, banda que desde sus inicios ha llevado una trayectoria paralela a Standstill, presentaron su último disco en Santander (ver crónica). Me consta que más de uno del público hizo doblete.

Venidos desde Montpellier, el cuarteto Koacha fueron los encargados de cerrar la fiesta. Apenas conocidos por estos lares (creo que ésta que ha sido una de las primeras veces que actúan en territorio español, si no la primera), prácticamente la única referencia que teníamos sobre ellos es que es la nueva banda del guitarrista de Rinôçérôse. Posiblemente Koacha no nos van a descubrir nada que no nos hayan contado antes Franz Ferdinand o los Libertines. Pero poco importa ante un directo tan divertido, y un repertorio con canciones imbatibles como Walking Barefoot on the Grass (chispeante y luminosa, digna de The Spinto Band), ese single instantáneo que es Revolution, o el guiño a los Stooges de Some Fall in Love. Una auténtica fiesta que terminó con el cantante invitando al público a subir al escenario mientras tocaban el I’d Like to Know de Supergrass. Una fiesta que, sin embargo, a muchos nos supo a poco, y no por culpa de los artistas. Una parte imortante del ya desde el principio escaso público decidió marcharse tras terminar la actuación de Standstill, con lo que a última hora la carpa tenía un aspecto bastante desangelado.

Y es que, si hubiera que buscar algún punto negativo a la fiesta, este sería la falta la poca atención que la prestó el público. Es una pena ver cómo se desaprovecha una ocasión como esta, con conciertos de calidad, un escenario grande en la carpa de fiestas en pleno centro de Santoña, buen equipo técnico, y todo ello gratis… En fin, al menos los que estuvieron creo que lo disfrutaron bastante.

Robreto & Mifune