El niño se ha hecho mayor. (Azkena Rock Festival 2017 / Parte 1)


Fotos cedidas por MusicSnapper / Texto: Santiago V.M. (Stoner)

Del Azkena aquel del 2003 con dos escenarios, apenas dos barras y unos pocos baños hemos pasado a la reciente edición con cuatro escenarios (si contamos el Trashville, dedicado a las bandas más grasientas y underground), un gran número de puestos de comida con oferta bien variada, baños para aburrir (más que foreros), varias barras repartidas y mucha oferta paralela. A saber, lucha extrema mexicana en el Ring of fire, Wall of Death (un salvaje espectáculo donde las acrobacias en moto se funden con el rock), el Videodrome con la proyección de Rocknrollers (documental de Juanma Bajo Ulloa sobre el festiva)… etc, etc. Es decir, de un aparcamiento con un par de escenarios a una especie de parque temático del rock and roll, con una imaginería tan freak y marciana que era muy fácil imaginarse dentro de Mad Max o la serie Carnivàle. Los que llevaban años sin venir han quedado gratamente sorprendidos. A nuestro alcance, una especie de buffet libre para acercarte según tu interés a lo que más te apetezca. Era mejor repartir las cargas porque este año ha habido muchísima gente. (18.700 viernes y 17.100 el sábado).


Foto: MusicSnapper

Por si fuera poco se ha implantado el sistema “sacacuartos” de pago con pulsera (cashless) que ha funcionado de pegada, agilizando mucho la cosa en las barras. Hasta el sonido ha dejado de ser una queja ya recurrente. Este año ha mejorado notablemente y ni los más pejigueros en esas cuestiones han expresado su habitual malestar. La verdad es que ha estado todo tan bien organizado que no parecía el Azkena. Es como ir a un “Chino” y que no haya un agujero en el mantel. Parece que desde Alfonso Santiago se ha hecho al mando de la nave, Last Tour ha virado un poco la dirección y la tendencia que se atisbaba el año pasado, en este se ha confirmado. El niño se ha hecho grande, ahora es todo un hombrecito y parece alguien de fiar. Haberle visto desde que gateaba y comprobar hoy hasta dónde ha llegado solo puede ser motivo de satisfacción. Ahora ojeo los carteles de las anteriores ediciones como el que ve un álbum de fotos familiar. Y es que el niño se ha hecho mayor pero nosotros con él también…. ¿Qué hubiera sido de mi vida sin todos estos azkenas? ¿Qué será de mi cuando no exista? Me imagino en la consulta de la psicóloga el siguiente diálogo:

– Y dime, ¿qué te pasa?
– Nada doctora, que no encuentro sentido a la vida
– ¿Y eso?
– Pues que me han quitado el Azkena.

¿Exagerado? Veremos. La cuestión es que para cuando eso suceda me habré metido por vena buena parte de la historia del rock. Ray Davies, The Stooges, Fogerty, The Who, The Cramps, Bob Dylan, Kiss, The Sonics, ZZ Top, etc… Casi nada al aparato.
Además de lo ya comentado, este año ha habido mucho auto bombo. El Libro conmemorativo de los 15 primeros años (The power of guitars), la peli-documental de Bajo Ulloa (Rocknrollers) etc. Yo creo mucho en eso del efecto contagio, la retroalimentación y todas esas mandangas. Se ha hecho todo tan bien que está fechada la edición del año que viene, ya se andan vendiendo los primeros bonos con regalo del vinilo de la actuación de Beasts Of Bourbon en 2005. Los australianos son además la primera banda anunciada. No me extrañaría que en el calor del momento y debido al buen rollo y la excitación alguno haya asaltado el pack conmemorativo, el libro, el bono de este año, del que viene, etc, etc… Es más, yo creo que en la próxima edición habrá sold-out. Puede que se quede gente fuera. Esto no hace más que crecer y el techo lo han tocado ya o están a punto. No cabe mucho más público. Estoy seguro que el festival ya es atractivo, dentro de su género musical, al mismo nivel que otros festivales tipo Primavera o FIB. Ya no es solo para los “militantes” por decirlo de alguna manera. Hay gente que quiere vivir la experiencia, contarlo, probar… Eso, o a Fogerty le conocen muchos más que lo que pronosticaba alguno de los agoreros habituales por el foro. Porque el Mad Cool iba a ser la tumba del Azkena y un año después el Azkena está más vivo que nunca. Lo que no mata te hace más fuerte y esto no hay quién lo pare.