El In festival supera todas las adversidades.

The Jayhawks

Y de qué manera. Hace unos meses se caía del cartel de seis artistas Joe Henry. (Primer contratiempo). Una semana antes del 30 de julio aproximadamente, Micah. P. Hinson y sus acompañantes de Tachenko, se estrellan en carretera nada más iniciar la gira en la que iban a recrear el Trompe Le Monde de los Pixies. Afortunadamente ya están bien, por lo menos del accidente… en septiembre retoman la empresa. Hay quién me dijo “Mientras no se caigan los Jayhawks”… no le faltaba razón, pero las bajas no eran moco de pavo.

La solución a Joe fue The New Raemon, la de Micah era más complicada, estaba ya el “In” encima. De las pocas opciones que había, repetir a Eli “Paperboy” Reed fue la elegida. Entiendo que había poco margen de maniobra pero vamos a quemar a este hombre. Yo creo que ya lo está.

El cartel se me aparecía como un sabroso menú “largo y estrecho”. Varios entrantes de cuarenta minutos, todos de mi interés, el plato principal ya comentado de los Jayhawks y el goloso postre de Eli, que al final resultó indigesto. Todo el menú, 30 euros. En Alicante, por ejemplo, por el mismo precio, veías a los locales, Cirilo, más los Jayhawks. Y no había más. Creo que la diferencia es clara. Aún así el Escenario Santander no se llenó del todo y mucha gente se reservó para el final.

Fuckin’ Bollocks eran los primeros en abrir fuego. Me habían comentado que eran como los Black Lips de Barcelona, bueno, estos parecían más serios. Rhythm & blues, garaje, surf… La música que, por edad, deberían haber escuchado mis padres y que por alguna extraña razón, escuché yo. Dos Jaguars flanqueaban un Epiphone granate, sonidos añejos, algún guiño a Bo Diddley y la sensación de que en una sala pequeña doblarían su potencial. No en vano, a esas horas éramos apenas cuarenta o cincuenta personas, repartidas en un sitio que tendrá una capacidad para unos mil… No acabaré de entender porqué alguna gente sólo visita a los grupos cuando han llegado a la cresta de la ola. Espero que el cantante de los FB mejore de su garganta. Estaba hecho un cristo.

Fuckin' Bollocks

Jon Ulecia y Cantina Bizarro estrenaban nuevo guitarrista sustituyendo a Dani Ulecia (centrado ya en El Columpio Asesino). La incorporación se trata de Txetxu Brainloster, miembro de grupos como Green Manalishi o Mermaid. Eso sí, la Gretsch morada no se ha ido con el dueño. Se notaba un pequeño cambio, evidentemente no sonaba tan fino pero sí más acelerado, más guerrero. Cumplieron con creces, sigo pensando que aquí hay un melón por abrir (aunque no deje de ser música de minorías). En unas canciones puedo ver el sótano y los candelabros y en otras las guirnaldas y los farolillos. Nikki Sudden, Willy DeVille, Keith Richards… ya se ha hablado muchas veces de las referencias musicales… Blues, oscuridad, romanticismo… Quedé bien saciado, más aún si pienso que llegaron con la hora pegada al culo y no probaron sonido. (Cualquiera lo diría). Esperemos que los vaticinios de Jon se cumplan y en septiembre tengamos el nuevo disco, pinta bien.

Jon Ulecia

Ya con ese pequeño tramo del festival se notaban cosas diferentes, había sensación de que todo lo que rodeaba al evento estaba dispuesto para disfrutar sin preocupaciones, había ambiente de fiesta. El cambio de moneda iba ágil, los currantes también bailaban, era curioso verlo… estaban al otro lado de la barra moviéndose y empapados de la música, como si fueran espectadores. Una bonita camarera llenaba el Katxi sin necesidad de instrucciones, a su entrega, acompañaba con una sonrisa rojo chillón, cómplice y amable… el buen rollo llegaba hasta los empleados de seguridad que custodiaban la entrada, cumplían su cometido sin necesidad de ser invasivo ni cuadriculado. A diferencia de otros actos que he visto en el mismo lugar, en los descansos, la gente podía salir tranquilamente con la bebida. De fondo entre actuaciones, los Kinks. Por no hablar del sonido, notable. No se podía pedir más, en ese momento me acordé del Ebrovisión. Era muy del estilo.

The New Raemon me sorprendió. Bastante centrado en el último disco (Libre asociación) y con una nutrida banda, el rollo más cantautor de sus inicios ha pasado a mejor vida. Aquello se parecía más a un grupo “indie” al uso que a otra cosa. Eso sí, muy bien trabado, con muchas texturas, manejando perfectamente las intensidades, sonaba recio pero era profundo, como reza uno de sus títulos, Lo bello y lo bestia. Tenía empaque, a veces los muretes sónicos me recordaban a algo parecido a Mogwai. Otras podrías estar viendo a unos Planetas o Love Of LesbianLa cafetera o Por traición fueron de los pocos vistazos atrás. (Sin problema ya que me gusta toda su obra). Llenos de gracia sonaba como si Radiohead estuviera allí. Épica, inmensa, redonda…

The New Raemon

La representación cántabra venía de la mano de Mehnai, que tocaba justo antes de los Jayhawks. Salir justo antes del “concierto” puede estar bien, te ve más gente, pero puede ser un arma de doble filo. Aún recuerdo el ninguneo que propinó el público del Azkena a un grupazo como Soul Asylum sólo porque después venían los Black Crowes. Así pues, notamos una bajada de sonido después de New Raemon y una subida en el murmullo general. Mi impresión es que Carmen no estaba tan cómoda como en su actuación en Bonifaz, o menos cómoda, puede que la premura con el tiempo la deje menos libertad, no sé, lo mismo era yo el que estaba menos cómodo. En el teatro el centro de atención era Mehnai. Aquí había mucho que despistaba. El plato estaba bien pero el restaurante se estaba llenando y había contaminación acústica. La cuestión es que un proyecto que apenas acaba de empezar a rodar estaba allí, sonando delante del cabeza de cartel y se defendían perfectamente. La cosa está bien cuajada, los Chicktones más Pablo Fdez (Puzzles) es una banda más que solvente y Carmen tiene voz, duende y muchas ganas. Winds from the North y Our future is bright fueron mis favoritas. La versión de Sister Rosetta goes before us de Sam Phillips, un gran momento también. I need it acabó en explosión aunque algo contenida… Storm es maravillosa pero me niego a renunciar a Red.

Mehnai

Sobre los Jayhawks hay poco que decir, sus canciones son pura crema, este tipo de grupos con tanto gusto y tan delicados es lo que yo llamo artesanos de la música. Bien es cierto que el regreso de Mark Olson tiene ciertos inconvenientes. Es una pena que con esa discografía, el repertorio quede reducido a canciones del Tomorrow the green grass, Hollywood town hall o el próximo Mockingbird Time (apunto de salir al mercado), también es cierto que un concierto con canciones de tres discos así, es algo cojonudo… A mi me da un poco de pena no escuchar alguna canción. Creo que estoy cogiendo cierta inquina a Mark por esto. Durante la actuación noté alguna mala cara hacia Gary Louris, amén de dejarle en una esquina, arrinconado, como si fuera un don nadie. Ninguna de estas cosas pudo privarme de la felicidad de canciones como Blue, I’d run away, Real Light, Bad Time, Nevada, California, CloudsHide your colours o She walks in some many ways funcionarán como los clásicos muy pronto. En Santander quedaron perfectamente encajadas entre los hits. Estos, como los Teenage Fanclub, ya no buscan la melodía perfecta, resulta que ya la han encontrado. Lo demuestran en cada canción. Las voces se mecen de un lado a otro, al modo de los trapecistas, después del salto mortal, se juntan todas en una. En eso me recuerdan a los Posies. Me encantan las bandas que cuidan este aspecto en especial. Unas buenas armonía vocales y estoy rendido. La señora Karen Grotberg no goza de tanto protagonismo pero sus aportaciones no podían ser más precisas y certeras.

The Jayhawks

Eli “Paperboy” Reed comenzó con el Ace of spades de Motörhead. Sería lo más sorpresivo de su set, todo lo demás ya lo he vivido, es una repetición de clichés que ya no cuela. La primera vez que lo ví quedé alucinado, la tercera ya se lo que va a venir antes que suceda. Los trucos, los momentos de “autobombo”, la interacción con el público. Está todo muy medido, estudiado. El Soul no puede perder el alma en base al diseño. Me pareció demasiado artificial. A parte de eso, la banda suena como un tiro, no dudo de la calidad de Eli pero sí de su propuesta, más después de ver a artistas tan reales como Jon Ulecia, por poner un ejemplo.

Eli

Ahora espera el Turborock en Septiembre. El In festival ha dado la medida de cómo puede salir la siguiente cita. Delfuego ha triunfado, una vez más.

Texto: Santiago V.M.
Fotos: Gonzalo Valencia (Loxza)

7 comentarios sobre “El In festival supera todas las adversidades.”

  1. muchas gracias Juan, por la crónica y por el link…

    Efectivamente Fresx, con esas fotos la crónica llama la atención

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