El espítitu del tiempo

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Cuando eres fan de un grupo durante más de diez años, sólo caben dos posturas cuando, tras años de separación, deciden reunirse: puedes sentirte eufórico y extasiado, o bien sentir que no te espera más que sufrimiento de ahí en adelante. Como fan de los Smashing Pumpkins desde el 94, admito que me encontraba en el primer grupo cuando anunciaron la reunión, pero me sumergí hasta lo más profundo del segundo grupo a medida que se iba acercando el momento de la salida del disco.

Porque Smashing Pumpkins es más que una banda, para los que crecimos con ellos es un símbolo de nuestra adolescencia, de lo que sufrimos, de lo que amamos, de lo que lloramos y de lo que perdimos. Y es quizás por eso por lo que nos tomamos tan en serio algo como un reencuentro, porque no son el típico grupo del que te pones un cd sólo por oir un rato de música, escucharles significa mucho más que cualquier cosa, y con mucha mayor intensidad de lo imaginable. Así que es fácilmente comprensible que haya fans a los que nos asusta un poco esta vuelta a los escenarios.

Hay algo que no ha cambiado, y es la emoción al abrir el nuevo cd después de comprarlo. No puedo explicarlo, es una tontada que sólo me pasa con Smashing Pumpkins y un par más de grupos. Es un momento bonito y sentimental. Todo esto contando con que ya conoces la portada previamente, porque si no lo horrenda que resulta podría estropearte la emoción. Total, que abres el envoltorio, y lo primero que se te viene a la cabeza al abrir la caja es «oh dios mio». Psicodelia se queda corto, ese cd hortera hasta la médula, brillante e incluso mareante si lo miras mucho rato… Y luego miras el libreto y dios, era cierto lo que decían, eran realmente las imágenes que se filtraron las que componen el libreto.. Desde Paris Hilton con una explosión detrás, hasta un guardia romano con metralleta.. No puedes cerrar el libreto sin fijarte en el detalle de que es un nuevo Siamese Dream, en el sentido de que Jimmy pone la batería, y Corgan todo lo demás, incluso hace las fotos del libreto. Y esa dedicatoria de Billy que tampoco tiene desperdicio: «Billy would like to thank to God, Jesus Christ, Mother Mary…». Que está visto que sigue siendo el cristiano más cristiano del reino, no se lo ha dedicado al Espíritu Santo dios sabe por qué..

A pesar de todo esto, te animas a escuchar el cd, y en este punto empieza la crítica seria.. En conjunto, el disco da la sensación de que Billy verdaderamente ha querido regresar a los «buenos tiempos» de Smashing Pumpkins, ha querido recuperar todas esas guitarronas y esas baterías increíbles (Jimmy Chamberlin nunca podrá decepcionarnos), y gran parte de las canciones podrían estar en el EP de Zer0 sin que a nadie le chocase. Pero luego están por ahí esos pequeños ramalazos tipo «Zwan» que hacen que, a ratos, el disco parezca compacto, y, a ratos, parezca una recopilación en plan «Billy Corgan:1995-2007».

Digo «buenos tiempos» porque, aunque personalmente me parece un error, parece ser que Billy quiere volver por los fueros del rock de principios de los 90, pero ya no estamos a principios de los 90, y por mucho que hubiera una multitud que siguió a Smashing en la etapa del Mellon Collie, creo que resulta ingenuo por su parte pretender recuperar a las masas imitando un disco que gustaba a aquellas masas de 1995, y dejar de lado los trabajos posteriores, como el Adore y el Machina (los grandes desdeñados de la historia de la banda, y, en mi opinión -y la de muchos-, dos discos como la copa de un pino). Porque las masas de 2007 no son en absoluto las que eran en 1995, y dar una zancada semejante hacia atrás puede hacer que te quedes a la vez sin los que te siguieron hacia delante y sin los que te abandonaron en ese punto.

Uno de los mayores disgustos que me he llevado con este disco es que las letras no dan la sensación de estar tan cuidadas como entonces. Quizás el estar lejos de la juventud haya hecho que Billy se aleje también de su poesía habitual, pero lo cierto es que no creo que haya en todo el disco ninguna frase digna de perdurar como «can anybody hear me? I just want to be me», «Your innocence is treasure, your innocence is death, your innocence is all I have» o «I had no luck, I had no shame, I had no cause, just 17 days of rain, and you in my eyes», por decir algo de las diferentes etapas del grupo.

Smashing Pumpkins

Canción a canción, esto es lo que nos ofrece Zeitgeist:

Doomsday clock: Una de las que más ganan con las escuchas. Desde los primeros 10 segundos ya reconocemos a Jimmy. De mis favoritas.
7 shades of black: Sigue con el buen ritmo que impone doomsday clock, pero esta además entra desde la primera escucha, y de qué manera.. Extremadamente energética, mi favorita, aunque por detrás de la siguiente.
Bleeding the orchid: Hermosa, muy muy bonita, es delicada y emotiva, y eso hace que sea muy especial, ya que si por algo me enamoré de Smashing Pumpkins fue por su capacidad para provocarme emociones. Y Bleeding the orchid pone los pelos de punta. Ganas tengo de escucharla en directo.
That’s the way (my love is): es tierna, pero entra demasiado fácil y me da la sensación de que podría acabar cansando, del estilo de «Try, Try, Try», que las primeras 10 veces que la oyes te encanta y a la undécima piensas «pues un poco cansina sí que es». Pero, de momento, sigo en la fase de que me gusta bastante la canción.
Tarantula: Superado el susto inicial del estribillo, que fue lo primero que se filtró y que hizo que me atacase un poco pensando que el disco podría ser así entero, lo cierto es que Tarantula acaba entrando y pegándose, aunque el estribillo es de lo peorcito que he oido del grupo (aunque como estribillo de Zwan no chocaría nada).
Starz: Por algún motivo que desconozco, la gente tiende a adorar Starz. A mí en concreto me parece que no tiene mucho por donde agarrarla, el «we are starz, we are…» me parece una moñez, no puedo expresarlo mejor. Tiene un riff majete por ahí de vez en cuando, pero me sigue pareciendo muy floja, especialmente para todo lo que la alaba la gente.
United States: un bajonazo bestial en el disco. Da la sensación de que pretenden hacer un «Silverfuck 2» y se les queda en una canción alargada malamente y con menos originalidad que ni sé. Y encima 9 minutos, ale, por si no era suficientemente mala. Billy demostrando otra vez que, pueden pasar los años, pero mesura tiene la misma que cuando grabó el Gish.
Neverlost: Es delicada, muy bonita, recuerda a algunas de las caras b del 1979, por eso me parece muy propia como canción de Smashing. Me recuerda a «Blissed + Gone», a ratos.
Bring the light: Otra de las buenas, pegadiza e incluso carne de radiofórmula, si a alguien relacionado le diera por escuchar el disco.. un estribillo muy pegadizo, igual hasta demasiado.
(Come on) Let’s go: pse. Está bien pero es que sigue faltándole lo que tenían las canciones de este grupo en los 90. Es una buena canción, pero con los Pumpkins decir que una canción era buena significaba mucho más que un estribillo majete y una guitarra cuidada. Por eso le falta algo, porque tiene estribillo y guitarra, pero no aporta nada, la escuchas y te quedas igual.
For God and country: A esta no le acabo de coger bien el punto, pero creo que después de varias escuchas podría funcionar bien.
Pomp and circumstances: buff.. yo directamente apagaría el reproductor en for god and country. Esta sí que no hay por donde cogerla. Si James siguiera en el grupo, la habría cantado él, porque es de su rollo. Pero para Billy no la veo yo.

Billy

En conjunto, es un disco majo, un disco escuchable, entretenido e incluso interesante para los muy fans del guitarreo, pero sólo unas 4 canciones consiguen emocionar, y eso es una media bastante pobre para un disco de Smashing Pumpkins. Pero bien es cierto que nos tenían muy mal acostumbrados, no puedes hacer discos emotivos de la primera canción a la última, como el Siamese Dream o el Mellon Collie (el pobre Mellon Collie, que todavía llora al ver la lamentable carátula del Zeitgeist), y luego pretender que Zeitgeist nos parezca un discazo, porque el listón estaba demasiado alto.

Fotografías: Isac Walter y Adam Cook, para www.smashingpumpkins.com

3 comentarios sobre “El espítitu del tiempo”

  1. Para mí también es un disco menor. Quitaría Lets Go y That’s the way (my love is) que no me aportan pero nada nada. Pomp and circumstances me parece un descubrimiento, un camino que han explorado en pocas ocasiones y que a mi me llama directamente a Queen, vamos que la adoro. Pero la mejor para mi es la que precisamente detestas. United States me parece verdaderamente pumpkin, sin imposturas ni cosas raras. Arrancar en directo con esta canción sólo está al alcance de los dioses.

  2. Lo de que te guste Pomp and circumstances no me sorprende, sigues defendiendo a James eh? xD

    A mi U.S. si que me resulta forzada, Billy lleva siglos sin hacer ese estilo de música y de repente le da por hacer una canción de 9 minutos.. pues sigo sin verla..

    y yo es que en directo no la he visto 😛

  3. XDDDD Bah mujer, mira en zwan, también hacía canciones de largo desarrollo como Mary Star, que sí, que la juntaba con otra pero bueno, ¿Spilled milk no era larga? Con ese argumento lo condenas a hacer las church sessions y a seguir en solitario por todos los tiempos porque lo cierto es que tampoco hacía nada cañero desde 2000… ¿Qué salida le queda? No hacer ninguna canción potente de nuevo y seguir la senda pomp and circunstances, pero eso ya sería un billy en solitario de la mejor calidad. El tema es que al final es lo mejor que ha hecho en mucho tiempo y te puedo asegurar que si ya no le apetece tocar canciones como Zero o Cherub Rock, lo disimula muy bien. Volviendo al principio, es que si estuviese James serían los smashing.

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