Decimo aniversario de Lunatica este jueves en el BNS

Lunatica

(Texto y fotos: Kingpin)

Cuando eres un joven adolescente casi imberbe y coges una guitarra, lo único en lo que puedes pensar es en encontrar a otro par de amigos que también sepan tocar. Cuando lo consigues, pasas a querer formar un grupo, con la única pretensión de pasarlo bien y tocar versiones de esos temas que tanto te gustan. Por lo general, el primer público son las novias y aquellos amigos que tanto os admiran porque no saben ni lo que es un re mayor. Luego la cosa se pone seria: a alguien se le ha ocurrido componer una canción propia. Ya está liada la cosa…

A partir de ahí comienza una dura batalla para conseguir conciertos, cutres, muy cutres al principio. Pero no importa. ¡Tienes un grupo! «Oye, ¿y cómo nos vamos a llamar?» Todo el mundo se mira y no dice nada. ¡Gran pregunta!

Lunática/o es el nombre elegido, aunque dura poco y termina quedándose en Lunática. Y oye, poco a poco van saliendo conciertos. Que si el bar de un conocido por aquí, que si la fiesta de fin de curso de un colegio por allá… Poco a poco el nivel va subiendo, así como las exigencias. Grabar una maqueta ya no parece una idea tan descabellada.

A finales de los 90, Lunática graba su primera maqueta en CD, 10 temas que llevarán el nombre de «Eclipse». Los contrastes entre el inglés y el castellano, entre el rock con tintes estatales y el pop-noise anglosajón y americano, ya se dejan ver en este trabajo, una dicotomía que ya no les abandonará nunca.

Al poco, la grabación del E.P. «¡Calla, maldito!» supone un punto de inflexión en la banda. Después suceden dos hechos importantes: la llegada del burgalés Jesús (ex-Odio), con la que se completó la formación más duradera del grupo hasta el momento, y la participación en la final de aquel año del Certamen de Música Joven de Cantabria. El nombre de Lunática comenzaba a sonar con más fuerza, y su tema «Calma» era todo un hit local.

Conciertos, conciertos y más conciertos. En los años siguientes, Lunática deja su impronta (ya sea en formato eléctrico o acústico) en toda nuestra región, amén de Asturias, León, Burgos y Soria. Telonean a Sôber en Santoña, y aún sacan tiempo para conformar lo que sería su segundo larga duración, «…en cápsulas» (2004), un trabajo que sería reconocido por los oyentes de Noche de Rock como el sexto mejor álbum del año.

Como brillante colofón a esta época tan ajetreada, al año siguiente se alzan vencedores del Certamen de Música Joven en su categoría de pop-rock. Del premio surge la grabación de los cuatro temas que posteriormente aparecieron en el recopilatorio de dicho certamen.

Al poco tiempo, otro cambio de batería. Jesús le cede sus baquetas a Víctor (Bifrost), quien por motivos profesionales tiene que hacer lo propio con Charly (Insigne, Chigros). Así se completa la formación actual de Lunática.

Diez años han pasado. Diez años de música, de ilusiones, de conciertos, de alegrías y decepciones, de cabreos, de risas, de lágrimas, de borracheras, de ensayos, de cuerdas rotas, de pegar carteles, de amplis averiados y de rabiosos aplausos. Una década, quizá la mejor del rock en Cantabria, y en la que Lunática ha aportado su granito de arena.

Lunatica

¿Y el futuro? Los hados tienen la última palabra, pero por si acaso, en estos momentos la banda se halla inmersa en la grabación de los temas que conformarán su nuevo E.P., el primero con Jacuzzi Records.

La fiesta del décimo aniversario de este jueves 28 en la sala BNS (Santander) reunirá, además, a varias bandas del panorama rockero cántabro en forma de colaboraciones (Banshee, Los Deltonos, Gurb, Buzzstation, CronometroBudú, Insigne, Soul Gestapo, Lazy, Soylent Green…), amén de un servidor en los platos para calentar el ambiente antes de las 22:00. ¡Y todo por el módico precio de cero euros! ¡Descansa de las inocentadas de todo el día y ven a celebrar el cumpleaños de Lunática!

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