El pásado miércoles tuvimos el enorme honor de poder presenciar el inicio de gira española de Darren Hayman, el que era líder de Hefner, en la sala los Picos de Liérganes. La cita estuvo organizada por los chicos de Acuarela y Tanned Tin Tours, mentores del añorado por estas tierras Tanned Tin. Esperemos que su trabajo en nuestra región sea para largo, sería todo un lujo para completar una escena regional que parece que sigue aumentando.
Abrieron The Wave Pictures, grupo de la banda de acompañamiento de Darren Hayman. Yo no tenía el placer, y de verdad que lo fue. Resultaron ser un trío de imberbes londinenses tremendamente contentos por estar en España, que en media hora desgranaron unos 6 o 7 temas que dejaron muy buen sabor de boca entre el público presente con sus ecos lo-fi a los Kinks o The coral por poner un ejemplo. Puramente ingleses vaya.
Tras dar un poco de respiro a The Wave Pictures (les tocaba volver a salir esta vez como The Secondary Modern) apareció el verdadero protagonista de la noche: Darren Hayman. Con unos kilitos de más pero con la misma cercanía y simpatía de siempre. Este eterno Peter Pan nos regaló un concierto de pop a medias pizpireto, a medias melancólico, basado en buena medida en sus antiguas canciones con Hefner, concesión que ahora se puede permitir una vez que ha ganado legalmente los derechos de sus canciones. Para sus antiguos fans, entre los que me incluyo, estremecernos y sonreír de nuevo con The Weight of the Stars, The hymn for the cigarrettes o admirar la eterna sensualidad de Don´t go fue un placentero ejercicio de mirada atrás.
The Secondary Modern se mostraron como una excelente banda clásica: guitarra eléctrica, bajo y batería, para dar un poco más de empaque y vigor a un Darren Hayman que se encargó de la guitarra acústica. También hubo tiempo para algunas de sus últimas composiciones más clásicas: Caravan song o Eastbourne Lights por ejemplo están a la altura del resto de sus canciones con Hefner.
Yo, la verdad, esperaba un concierto más sintético, de más sintes y teclados como nos tiene acostumbrados últimamente. Al minuto se me olvidó y disfruté de nuevo con las canciones de, probablemente, uno de los mejores letristas británicos y de, sin duda, uno de los grupos decisivos de los 90.