Crónica Sonorama 2006

Yeah Yeah Yeahs

Nuestros redactores Patrullero y Mifune se acercaron hasta Aranda de Duero para contarnos lo que ocurrió por allí el 18 y el 19 de agosto.

(Fotografias: 20 minutos)

El festival Sonorama de Aranda de Duero ha llegado a su novena edición, y parece que va consolidándose como el festival más sólido del territorio castellano-leonés, algo a tener en cuenta a tenor de la ingente cantidad de eventos de todo tipo que se celebran a lo largo del año en esa comunidad autónoma. Lo organiza Art de Troya, una asociación cultural local bastante activa, cuya labor me parece verdaderamente encomiable.

Llegamos el viernes a Aranda de Duero en medio de una tormenta enorme, de esas que hacen débiles las obras de los hombres, como diría Fernando Alfaro; afortunadamente, paró justo a tiempo para que pudiéramos disfrutar de los conciertos. Pero no es más que un signo de la crudeza del clima burgalés que marca todo el festival, con cambios radicales del aguacero al sol de justicia, del calor abrasador del día al frío polar de la noche, algo que hace que uno se sienta afortunado de la suavidad del clima santanderino. Lo importante aquí es que esa tormenta nos frenó lo suficiente como para que no llegáramos a ver a Maga. Nacho Vegas, al igual que siempre, salió para lucir la decadencia humana, hacer de ello una bandera y creo que como el pocos en este país. En media hora le vimos interpretar El hombre que casi conoció a Michi Panero, una eléctrica El ángel Simón o Nuevos planes, idénticas estrategiasEl concierto le salió bien, muy bien, tocando un poco de cada palo, aunque la verdad es que estaba menos comunicativo de lo que estuvo las pasadas navidades en Santander. Un concierto correcto, pero se quedó en eso.

A continuación vino Iván Ferreiro. Algo que sorprende a muchos (a mí incluido) es el numero de fans que tienen Iván y es que sólo es justificable (no entiendan esto mal) a que su éxito en las provincias donde no se tiende a distinguir tanto entre los artistas nacionales, situando a su antiguo grupo y a él mismo a una altura que para mi gusto personal es inmerecida. En un primer momento intenté mostrarme comprensivo con su actuación, aunque después de ver que mi opinión coincidía con la de varios fans del artista de distintos gustos y procedencias, no me queda más remedio que decir que fue algo bastante aburrido. Temas lentos, sin demasiada fuerza, no demasiado comunicativo, varias canciones nuevas que nadie conocía, ninguna de Piratas… Tan solo logro captar mi atención con Turnedo (un ejemplo de que a pesar de todo tiene grandes composiciones en su repertorio) y poco mas. Así que cuando al terminar la actuación Iván y su grupo se arrancaron a bailar, algunos nos lo tomamos casi como una broma de mal gusto: no habría estado de más haberle dado un poco más de alegría al asunto, en vez de dejarla como una anécdota a modo de epílogo.


Partiendo a que el rollo de OK GO no me va, no me resultaron nada desagradables, es decir, que se dejaron ver desde la lejanía y sus melodías me siguierón recordando en algunos momentos a Weezer. Sin pena ni gloria pasaron con su disco, y me dejaron como su disco… Indiferente. Lo mejor del concierto fue la coreografía final a ritmo de su single «a millions miles», reproduciéndola totalmente tal y como aparece en el video, lo que implicaba el play back, claro.
Los Yeah Yeah Yeahs nos brindaron el mejor concierto del viernes y probablemente de todo el festival. Ahí se presentaron perfectamente atrezzados con su imaginería kistch-esotérica, en unos niveles de mal gusto que a otros les dejaría a la altura de un mero chiste, pero que con los neoyorkinos cobra un nuevo significado. La batidora de punk, hard rock y new wave de la que los YYY’s sacan su sonido está llena de raíces perfectamente reconocibles, pero el resultado suena increíblemente fresco. Karen O es algo así como una Patty Smith pasadísima de ácido, capaz de convencernos a todos de que tiene poderes: así lo indican su voz, sus ropas (primero vestida de esqueleto-momia, luego de superheroína en lycra mezclada con madre en clase de aerobic), su forma de moverse y de bailar, entre lo visceral y lo esquizofrénico… Todo ello consigue que el resultado sea mágico, que su rock sea algo sobrenatural, que a ratos suene amenazador, que haga que tus manos pierdan el control o que cuando en Maps canta They don’t love you like i love you uno se derrita al sentir que no puede escapar al embrujo de alguien que te habla desde una dimensión desconocida. Enormes, uno de esos conciertos que perdurarán durante meses en mi cabeza.
Nada que ver con los argentinos Babasónicos. Tan solo diré que cuando empezaron tocar la segunda canción dije: «Mira, me recuerdan a Tierra Santa». Un horror que ni merecía la pena mi atención… No destaco absolutamente nada más que cuando terminaron me alegre mucho. Por otro lado, el frío que hacia a esas horas ayudo a que viendo el panorama la gente se retirara a casa.
Standstill se enfrentaron a la gélida indiferencia del respetable. Prescindieron de casi todos los elementos más contundentes de su discografía y se centraron en un set de tiempos medios que buscan una intensidad más contenida. Empezaron sobre las 3 de la madrugada, un horario que quizás no fuera el más adecuado para un repertorio como aquel, pero, al menos en la opinión de alguien que les veía en directo por primera vez, creo que tampoco merecían un recibimiento tan frío.


De todas formas, a aquella hora la temperatura ambiental ya era de por sí bajísima, así que por un lado se agradeció el que a partir de ahí el resto de actividades se desarrollaran en la Zona de Baile, una nave cerrada dentro del recinto ferial, aunque por otro la acústica allí no fuera demasiado buena.
Allí Humbert Humbert salieron como siempre a partir la pana y lo lograron, canciones electrónicas y distorsiones a ritmo de esa voz irritante. Me gusto el concierto aunque el mayor problema fue su duración, ya que en mi opinión un concierto de Humbert Humbert no debería ir mas allá de los 30 o 40 minutos ya que la formula puede resultar cansada.
Pero si los ánimos estaban regular, Superframe se encargó de matarlos del todo. Su propuesta era hacer una sesión audiovisual, pero resultó ser una proyección de videos musicales sin más, tal y como si estuviéramos viendo Flipside, sin orden, criterio lógica y sin un mínimo de mezcla, ya que hubo parones e incluso cambios de opinión cortando videos para poner otros… Un error incluirlos en la carpa y mas para abrirla, ya que hizo que aun más gente se fuera…

Amable se caracteriza por poner sólo hits de los últimos 10 años, así que o uno ha estado incomunicado o se debería saber todas las canciones (o al menos el 80%) de lo que el puso. En comparación con otras sesiones tiró menos del repertorio fácil y arriesgo con Sonic Youth o con Jesus & Mary Chain, pero la sesión le quedo algo sosa en comparación con otras a las que he ido, aun así y habiendo pasado lo que habíamos pasado en las últimas horas fue de lo mejor de Zona de Baile.

El Puto Amo, o cómo echar a la gente en menos de 10 minutos , el tiempo que pones tres canciones. Después de una selección pop impecable llego el Puto Amo a ponernos zapatilla y lo siento pero no, esto es un festival pop, en la carpa pop y a las 7 de la mañana no estoy para dar oportunidades a nadie. Mejor que ni hubiera salido o que a estas horas hubieran aparecido los Superframe.

Por la mañana del sábado nos dirigimos a las bodegas para disfrutar de los manjares que allí se ofrecían a los asistentes al festival; pienso que detalles como éste hacen verdaderamente grande al Sonorama, donde reina un ambiente verdaderamente excepcional y es difícil ver los niveles de degenere habituales en otros grandes (y no tan grandes) eventos. El poder ver a la gente al mediodía, charlar a la luz del día, y comer un aperitivo gentileza de la casa es un detalle que hace que a uno le entren ganas de repetir. Sin embargo, los más asiduos al Sonorama comentaban que la nueva ubicación del festival hacía que este haya perdido parte de su espíritu “familiar”; este año los conciertos y la acampada se encontraban en un recinto ferial a las afueras de aranda de Duero, con lo que era necesaria una cierta caminata para llegar a las bodegas, y para acercarse a la fiesta en la piscina de la tarde (algo impagable ante el calor achicharrante) había que pillar un autobús. Por otro lado, la misma zona de acampada se encontraba relativamente lejos de la zona de conciertos; el acercarse hasta la tienda de campaña para ir a coger algo de comida o de ropa de abrigo suponía que inevitablemente te ibas a perder parte de un concierto.

Para empezar los conciertos del sábado pudimos comprobar que en efecto Lori Meyers existen y a veces actúan en directo. Era la segunda vez que les veía y hacerlo mejor de lo que hicieron la vez anterior era fácil, muy fácil (ya que hubo muchos problemas técnicos y saltaron al escenario sin ni si quiera probar sonido) Empezaron un poco flojos, sin llegar a envolvernos pero poco a poco fueron remontando haciendo un buen concierto, del que solo tendría la queja de que a mi cuando voy a un concierto me gusta que cante el cantante, no que deje de cantar para que lo haga el publico. Aunque no puedo dejar de recordar como uno de los momentos más memorables de su actuación cuando, entre canción y canción, alguien comenzó a increparles entre gritos de Cantabria existe y Nos habéis fallado 4 veces, algo que unos pocos aplaudieron y la mayoría del público, ajeno a lo que ocurre por aquí, no alcanzó a entender. Ahora sólo nos falta conocer la opinión del grupo sobre este asunto.

La Buena Vida ofrecieron otro de los grandes conciertos del festival. Un sonido perfecto, un momento perfecto de la tarde, un repertorio impecable en el que no se abuso de temas nuevos y un grupo que funciona como una máquina perfectamente engrasada. Emotivos hasta decir ya no puedo más hicieron que llegaran a aflorar las lagrimas en m en más de un momento. La Buena vida, como dijo Roberto, sólo dice verdades, pero de la manera mas dulce. Un concierto de 10 sobre 10.
A continuación, mientras sonaba de fondo el Moon River de Henry Mancini saltaron al escenario The Rentals. Para muchos aquello tenía una gran carga emotiva, pues era como retroceder en una máquina del tiempo a los años de instituto a mediados de los 90, momento en el que el grupo pareció quedarse congelado. Esa panda de nerds (de la época en la que había que ser muy nerd para llevar gafas de pasta) con guitarras ruidosas, teclados de videojuego y bellos coros femeninos capitaneados por Matt Sharp, personaje que parece salido de El diario de Patricia y que sabe animar un concierto como pocos: corre, hace molinillos con los brazos, se revuelca por el suelo… De todas formas, yo estoy a favor de la integración de discapacitados en el mundo laboral pero hay que tener claro que un sordo jamás debería ser técnico de sonido. Sonaba realmente mal, durante mas de medio concierto lo único que se lograba distinguir era la batería, las voces y algún momento el violín. El resto de instrumento (guitarras, bajos, teclados, xilófono) no existían. Por fortuna, la recta final del concierto, enlazando el Walk on the wild side con su gran hit Friends of P, hizo que muchos de los asistentes nos quedáramos con una enorme sonrisa mientras se despedían, de nuevo con Moon River de fondo.
Para esta hora, el horario de los conciertos llevaba un importante retraso, lo que contrastaba con la puntualidad con que todo había funcionado el viernes. Así que, según se nos contó, la organización decidió recortar la duración de los conciertos siguientes, una pena porque aún estaban por llegar algunos de los mejores momentos del festival. De hecho, a continuación comenzaba uno de los grupos más esperados por parte de la delegación cántabra, Radio 4. A mí su último disco me parece flojo, no me llega a entusiasmar y tenia miedo de como iba a ser su concierto, pero para mi sorpresa el disco en directo funciona de maravilla, mucho mejor que en cd. Energicos y con la intención de hacer bailar el personal fueron alternando temas de los tres discos, al ritmo de los timbales, las congas, yembes y maracas. Un concierto muy físico y que me dejo con un buenísimo sabor de boca.Lástima que aquella gloria apenas sobrepasara los 40 minutos.
Creo que con Asian Dub Foundation cometimos un craso error. Pensamos que iban a repetir el Sound System de ocasiones anteriores, así que preferimos retirarnos a coger algo de aire, ya que de tanto bailar con Radio 4 habíamos quedado realmente exhaustos. Cuán grande fue nuestra sorpresa cuando, al volver a la zona de conciertos nos encontramos a casi una decena de tíos encima del escenario, cerrando su actuación con Fortress Europe… Siempre se ha hablado de los ADF como una banda con un directo único, verdaderamente potente, pero parece que las circunstancias hacen que estemos abocados a no poder comprobarlo.
Para cerrar las actuaciones del escenario grande salieron, ya pasadas las 3 de la madrugada y con un retraso ya de cerca de hora y media, el repertorio de Delorean se vio recortado a apenas 40 minutos, una pena. Pese a algunos problemas técnicos que complicaron en algún momento su sonido, resultaron más potentes que en el SSF. Gracias a un horario más propicio, la gente entró en su concierto y salió con la satisfacción de haber visto a un buen grupo en acción. Hasta el momento no he oído a nadie que criticara negativamente el concierto, así que por algo será. Desarrollos electrónicos que evitaban que la cosa decayera, aunque si es cierto que lo que aun están por desarrollar del todo son las transiciones entre canciones. Este fue otro de los conciertazos del festival.
Dado que todo el mundo quería ver a Delorean y a Dorian la organización opto por retrasar el concierto hasta que terminó Delorean, así que hablamos de un retraso de cerca de dos horas y media. Pero la decisión fue muy acertada, ya que Dorian dio un concierto vibrante, emocional y muy animado, subiéndole el ritmo a sus canciones pero manteniendo sus atmósferas de melancolía. Los chicos de rojo dieron otro concierto buenísimo, pero al igual que Delorean se vieron obligados a recortar su repertorio. Toda una pena.
Sobre el final en la Zona de Baile puedo aprovechar para exponer dos cosas. Por un lado que las jornada del viernes destacó notablemente un Dj, incluso por encima de algunos de los grupos, y el sábado fue todo lo contrario. Cualquiera de los grupos fue notablemente mejor que este Dj. Por otro lado mi critica hacia la apuesta que hizo la organización, ya que entiendo que dentro de un festival claramente pop no tiene cabida la propuesta electrónica de alguien como Superpitcher, que en ningún momento mira siquiera de reojo a cualquier influencia pop, como podrían hacer otros djs electrónicos. A un festival pop se va por la música pop, cualquier otra opción debería ser una propuesta complementaria pero no la única. Con esto sólo cabe decir que Superpitcher mal. Aburrido. Demasiado electrónico, ni un solo estribillo, ninguna concesión. Una mala forma de acabar el festival.

Tras esto, ya a altas horas de la madrugada, nos retiramos a nuestros aposentos, exhaustos pero satisfechos por lo que habíamos vivido en esos dos días. En general, como ya he dicho más arriba, me quedo bastante contento con un festival nada masificado, en el que se sacrifica la presencia de demasiadas grandes estrellas para intentar confeccionar un cartel que combina tirón popular con coherencia. El ambiente entre el público me pareció excelente, muy buen rollo en general, aunque en algún momento podía pecar de un exceso de corrección: si yo tocara en un grupo de baile y viera en primera fila a gente de brazos cruzados molesta con la gente que baila a su alrededor probablemente me sintiera incomprendido como músico o incluso ofendido; pero bueno, supongo que esto es algo anecdótico, que no empaña el conjunto.

Patrullero & Mifune reporters

(Fotografias: 20 minutos)

16 comentarios sobre “Crónica Sonorama 2006”

  1. jeje, ahora a ver si los que leen la cronica saben a quien pertenece cada frase del articulo, si a Mifune o a mi :lol::lol::lol::lol::lol:

  2. No puedo dejar de recordar como uno de los momentos más memorables de su actuación cuando, entre canción y canción, alguien comenzó a increparles entre gritos de Cantabria existe y Nos habéis fallado 4 veces.

    fuisteis alguno de vosotros seguro ¿no?.

    Parece que el nuevo emplazamiento es una jodienda

  3. Lori Meyers parece (y digo parece) que vienen en noviembre y con regalos a modo de petición de perdón. Me dijo Noni que quería haber venido a Santander unos días en vacaciones pero que le daba miedo por las represalias…con lo majos que somos…

  4. Lo de hijos de puta no fuimos nosotros, pero le conocemos….:lol:

    El sitio nuevo no mola nada, es un festival más….

  5. Asi q unos pocos aplaudieron al q grito eso?, yo no sabia eso, jajajaja.

    Sobre lo q dicen ellos, tb en Bilbao nos dijeron y nos repitieron q tenian ganas de actuar en el Santander Summer Festival,,, es que ya no se si creerlos,,,

  6. Hombres de poca fe….:razz:

    Yo no me enteré de los gritos, pero vamos que habría aplaudido porque es un cachondeo. Y lo del SSF fue culpa de la organización, que vamos lo hicieron a posta, a mí que no me vengan con cuentos

  7. Pingback: Pijus Magnificus
  8. Pues lo q tengo entendido es que Last Tour compro toda la gira de Lori Meyers(me imagino q sea para la zona,nose) y llegó MetroRock,puso mas pasta y el concierto de Summer se lo dieron a ellos,,, me he informado q si vienen otra vez aqui, al menos a la Tropicana no vienen, asi q los traera Last Tour,,,

  9. ei tío, tu crítica a veces puedo llegar a entenderla o respetarla pero otras….¿q el sitio de acampada estaba lejos de los conciertos???tio, de verdad estuviste allí??xq solo había que cruzar una carretera!x la q ni pasaban coches!a2 minutos!!!y del concierto de delorean al de dorian 2 horas???quien mierdas te contó eso??xq yo escuché la última canción de unos y en 5 minutos empezaron los otros!y que a los Rentals no se les escuchaba bien???Te lavaste los oídos antes de ir o pretendías escucharlos desde la tienda??(xq se oían asiq muy lejos no estaban…)

  10. «Dado que todo el mundo quería ver a Delorean y a Dorian la organización opto por retrasar el concierto hasta que terminó Delorean, así que hablamos de un retraso de cerca de dos horas y media. Pero la decisión fue muy acertada»

    Querida Lucía, lo que ahí se dice es que el concierto de Dorian se retrasó dos horas para que no coincidiera con Delorean, nada más…comprensión escrita cero

  11. Lucia, siento decirte que segun el horario oficial del Sonorama (aun lo puedes comprobar en su web) el concierto de Dorian era a las 02:30, y como bien sabes y pudiste comprobar no empezo a esa hora, si no cuando termino Delorean, es decir, ya pasadas las 04:00.
    Respecto a la distancia de la zona de acampada, el comentario hace relacion a la distancia respecto a ediciones anteriores, donde estaba mas cerca y el acercarse al camping entre concierto y concierto era factible, no como en esta edicion, ya que en el momento que salias te perdias al menso el cominezo de la siguiente actuacion. Es solo por eso, porque efectivamente no es que estuviese a varios kilometros de distancia y si comparamso con otros festivales (vease el FIB) estaba pegada.

    Tan solo queria aclararlo, ok?

  12. Acerca del tema del sonido del concierto de los Rentals, lo que queríamos decir no es que estuviera bajo de volumen, sino que digamos que no estaba bien ecualizado. Por ejemplo, en alguna canción estaban tocando al mismo tiempo varios teclados y sintetizadores y sin embargo sólo se escuchaba la batería y las voces, y más o menos lo mismo pasaba en algún momento en el que tocaban varias guitarras al mismo tiempo y apenas eran perceptibles. De todas formas, ya digo que al final de la actuación esto mejoró, y fue bastante más disfrutable.

    Esta crónica es una opinión radicalmente subjetiva del modo en el que nosotros vimos y vivimos el festival. No tienes por qué compartirla, si tú no lo viste así 😉

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