Cómo triunfar sin cambiar de discurso (Quique González / Santander. 05-03-2010)


Foto: DELTA
Quique González presentaba en la sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander su último trabajo, “Daiquiri Blues”. El pasado viernes 5 de marzo, el artista madrileño afincado en Cantabria desde hace cinco años, daba un paso más en esa escalada constante que ha hecho de su trabajo. Alguien como él, que hace poco tocaba en pequeños locales, ahora llena espacios de mil seiscientas personas como es el caso. Bien es verdad que en esta ocasión tenemos el plus añadido del cariño y paisanaje de la gente, pero su música se escucha en todas partes y hace tiempo que el bueno de Quique juega en la Champions. Ha llegado hasta aquí sin moverse de sus coordenadas, sin cambiar su discurso. En su cancionero se reconoce perfectamente la mano del artista, ese sello personal, una carrera construida de manera sólida y coherente.

Daiquiri Blues sobre un letrero de luminoso neón, gobernaba la parte alta del escenario, no había más adornos. Una puesta en escena seca, mínima. Nada que desvíe la atención de lo fundamental. La música de plato principal, guisado sin especias para maquillar el sabor original. Incluso en alguna parte del concierto (Conserjes de noche), cocinada al vapor, con el músico solo frente al mundo, de la manera más desnuda posible. Los amantes de los sabores fuertes muestran cierta contrariedad. Aburrido o triste son palabras que se repiten con cierta frecuencia entre los detractores del cantante. Está bien, si alguien fue pensando en ver un concierto salvaje, saldría defraudado, lo entiendo. Ni siquiera con la Aristocracia Del Barrio vimos algo así, aunque si con más plomo. Se trataba de presentar su último trabajo, no en vano tocó todos sus temas. Así pues, los que quieran carreras tendrán compás, el ruido se cambia por detalle y la rabia por latido. La intensidad puede ser la misma, pero cambia de forma, se consigue a través de las historias, de esas letras envueltas de melancolía, con aire de derrota, cargadas de nostalgia y con cierto aroma a cine negro. El desamor siempre presente, Quique parece siempre en fuga, en movimiento constante, quizás en la búsqueda de encontrarse a sí mismo. Puede que esa exploración le haya llevado hasta nuestra tierra, y puede que también, vaya venciendo poco a poco esos fantasmas. Sea como fuere, esos textos tienen un potencial brutal y suenan muy reales. Es inevitable ponerse del lado del músico.

Toni Jurado, Jacob y Julían Maeso ponen la anestesia, ahora flotamos levemente, es casi imperceptible, como caminar de puntillas, mientras, Javi Pedreira aplica el hilo de sutura invisible. No puede haber punteos más precisos. Y finalmente, el poeta acaricia cicatrices con un tacto de puta de lujo. El poeta es Quique González y sus canciones me dejan en un remanso de paz. Q. G. estaba tan ilusionado con anunciar la presencia de su amigo Fernando Macaya, que lo hizo una canción antes, protagonizando una de las anécdotas del concierto. El Pedal Steel estaba en buenas manos.
El campeón abrió el cajón de la memoria y salpicó toda su actuación también de clásicos. Del trote Rockabilly de Te lo dije al olor a brisa marina de Salitre. Todo era del gusto del personal, contaban con el viento a favor. Abrió su caja de música y disparó, como somos kamikazes enamorados de sus canciones no llevábamos chaleco antibalas… es mejor así, para que te agarren bien dentro. ¡Vaya chaparrón de temazos! Ahora sí, estábamos todos los pájaros mojados, calados, empapados de emoción. Después de escuchar Algo me aleja de tí, no queda otra. Aunque tú no lo sepas sonó al estilo Dylan y el espíritu de Van Morrison también se apoderó del madrileño (lo clavó). Todo lo que ya conocemos, pero olvidémonos de eso… Quique está en el mejor momento de su carrera, firma discos fantásticos y es un artista reconocible por méritos propios y una trayectoria sin mácula. Ya no hace falta hablar de Antonio Vega o Los Secretos para mencionarlo, El término “Cantautor” es algo muy sesgado ya para adornar su perfil. Se está haciendo muy fuerte.

Las condiciones de sonido y visibilidad no pueden ser mejores, demasiado cómodo quizás, hay veces que en sitios tan grandes y solemnes se pierde algo de chicha por el camino, el discurso no es tanto de tú a tú, es imposible. Tampoco se desbordaron las pasiones de manera exagerada. Tengo que reconocer que el sitio impone, y el respeto de dejar escuchar al artista puede acabar en cierta distancia con él. Existe implicación sí, pero se lleva de manera más íntima.
Con Vidas cruzadas puso el broche final a una actuación de dos horas y veinte. Los músicos se despedían a ritmo de rock and roll. El público lo hacía con una sonora ovación. No fue para menos.

12 comentarios sobre “Cómo triunfar sin cambiar de discurso (Quique González / Santander. 05-03-2010)”

  1. que gran cronica, hacia tiempo que no leia algo escrito con tanta verdad y cariño.
    me ha encantado esto: »Así pues, los que quieran carreras tendrán compás, el ruido se cambia por detalle y la rabia por latido.»…Brutal!
    felicidades.

    Marki

  2. Fue un sueño hecho realidad!. Cada vez me influye mas Quique! hasta el hecho de que copiarle sea un placer! Gracias Quique por hacer que la vida de los rockeros sea mas liviana. Por escribir sobre nuestros miedos y nuestros corazones.

    Nos vemos amigos! rock , carretera y cerveza!

    P.d: Quique! vecino! nos vemos por la region!

  3. Lo que es un placer es poder hacer música y presentarla sin tener miedo a reconocer de donde viene, poder firmarla con tu nombre y estar orgulloso de ella. Lo que es un placer es la gente como Quique que lejos de mostrarse molesto, siempre trata con total respeto a todo aquel que quiere hacer algo en serio.

    Lo que es lamentable es tener una vida lo suficientemente vacía como para tener que hacerte pasar por otra persona.

    Un saludo,

    Jadris.

    P.D. La próxima vez utiliza http://www.jadrisyloslios.com el myspace no lo actualizo.

    P.P.D. Efectivamente fue un gran concierto, a una gran crónica me remito.

  4. Sencillo, el primer «Jadris» que ha escrito aquí no era yo. Por ello me gustaría pedir por favor que se eliminasen todos estos mensajes. Este espacio es para hablar de Quique y de la crónica de su concierto (creo yo). No para lanzar mensajes publicitarios encubiertos en globo sonda, lo cual por otro lado me parece una total falta de respeto hacia mi, hacia tí como escritor de la crónica y hacia el propio Quique.

    Un saludo,

    Jadris.

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