Los cántabros Soul Gestapo abrirán para uno de los grandes del rock australiano: Brian Hooper, The Beasts Of Bourbon, que estará en Santoña en formato acústico junto a Tony Pola y Steve Boyle éste viernes 5

Sala Tropicana Club
Apertura puertas 21:30h – Concierto 22h
Entrada única 12€

Una velada que se nos antoja imprescindible; por una parte, abrirá la noche el grupo cántabro Soul Gestapo, que tan sólo hace unos meses publicaron su segundo trabajo discográfico de la mano de H-Records: The Second Coming Of The Soul Gestapo, y que actualmente están presentándolo por toda la geografía nacional.
Por otra parte, nos visita en formato acústico uno de los grandes: Brian Henry Hooper (The Beasts Of Bourbon), con tan sólo cinco fechas en España y acompañado de una gran banda: a la batería, Tony Pola, The Beasts Of Bourbon y ex-Kim Salmon & Surrealists. A las teclas, Steve Boyle, de Rowland S-Howard Band y Spencer P Jones & Cow Penalty. Y comandando el magnífico trío, la guitarra y voz de Brian Hooper. Este gran músico australiano decidió en el 2000 dejar de ser actor secundario y ponerse frente a la cámara. Y tras el desafortunado accidente que le mantuvo paralizado durante más de cuatro meses, nos entrega su última joya: Lemon Lime & Bitter (Blackbox/Bang! `05).
Tras su aventura en clave soul con The Voyeurs, Hooper vuelve al sonido pantanoso de sus orígenes, imprescindible para fans de las bestias del bourbon… Comenzó muy joven, Recuerdo que cuando tenía dieciséis años solía robar las llaves del coche de los pantalones de mi padre mientras dormía. Me iba al barrio español de Perth, regresaba sobre las cuatro de la mañana y al día siguiente me levantaba para ir a la escuela. En esas escapadas pude ver a Victims, The Cheap And Nasties, The Mannikins o Scientists. En 1978, con dieciséis años, Brian forma su primera banda, The Private Parts, Yo tocaba la guitarra
solista y el cantante tocaba el bajo. Teníamos a uno con trece años en la batería, su hermano de quince en la guitarra rítmica y su padre era nuestro manager. Nunca llegamos a grabar nada, pero teníamos canciones como Kill Your Parents o I Wanna Commit Adultery, así que como puedes imaginar éramos una banda particularmente juvenil.
Después toca en bandas como Avoid Upholstery ó Funkaklumpen, pero no es hasta unos años más tarde entra en su primera banda seria. Se traslada a Londres y coincide con Kim Salmon, frontman de Scientists, que también se han mudado a la capital inglesa. En 1987 los Scientists se disuelven y los dos vuelven a coincidir en Perth, donde Salmon tiene en mente una nueva banda, los Surrealists. Me preguntó si quería tocar el bajo, instrumento que yo no tocaba entonces. Lo recuerdo diciéndome que le gustaba el desdén con el que tocaba la guitarra. Por entonces yo tocaba junto a Tony Pola en una banda, así que era obvio que él iba a completar la formación en la batería. No volví a tocar la guitarra hasta el disco de Voyeurs en 2001.
La banda en la que tocaban Brian Hooper y Tony Pola era The Modern Wimps. Los dos la abandonan y Kim Salmon & The Surrealists están
en marcha, sin duda una de las mejores bandas salidas de la antípodas. El primer disco, Hit Me With The Surreal Feel, en Australia pasa casi desapercibido, pero pronto se convierte en disco de culto en Europa y lo mismo ocurre con Surrealists, ganándose una fiel parroquia de seguidores atraídos por el extraño y adictivo sonido de la banda.
Durante los siguientes cinco años publican cinco discos más (entre ellos el glorioso Sin Factory) y gira por todo el planeta, además de ser llamados para tocar junto a U2, Nick Cave & The Bad Seeds o The Cramps. A principios de los 90´s Brian y Tony Pola comparten su actividad en los Surrealists con su entrada en The Beasts Of Bourbon. Las Bestias eran descritas a como “el único supergrupo alternativo” y rápidamente se convirtieron en grupo de culto, tanto en Australia como en Europa. Desde su primer disco, The Axeman´s Jazz, hasta From The Belly Of The Beast, se convirtieron en una monstruosa maquinaria de rock, blues y punk, tanto en directo como en estudio. Después de una década de excesos con el volumen y la bebida, se disolvieron a finales de los 90´s, dejando un reguero de rock&roll sucio e inmundo.
Después de colaborar con Rowland S. Howard o Spencer P. Jones, vuelve a la actualidad en 2004 tras el desafortunado accidente que le mantiene parcialmente inmóvil. Su fuerza de voluntad lo devuelve a los escenarios cuando nadie lo espera. Su disco con Voyeurs, homónimo y editado a través de la bilbaína Bang! Records (distribuída por Munster), se ha descrito como pantanoso, sexy, decadente y blusero, parámetros por donde burbujean Las Bestias del Bourbon y los Surrealistas. Su primer álbum en solitario, nominado con su bautismo completo, Brian Henry Hooper, y titulado Lemon, Lime And Bitter, es un catálogo de amor, muerte y frustración que él presenta como cantautor y que es una mezcla de soul con el deje de un Bowie oscurillo.