No, no puedo estar de acuerdo. Eso del macro-botellón me parece una solemne estupidez.

Todos lo hemos hecho alguna vez, para qué negarlo. Y sí, es cierto que en Cañadío la gente bebe en la calle delante de una comisaría, y no pasa nada. Tan cierto como que en algunos locales de la ciudad se pagan las copas a precio de oro y te dan colonia. Sí, de acuerdo.

Pero una cosa es quedar para beber algo, y otra participar en esta manifestación de borreguismo, sólo por piques infantiles entre ciudades; lo diga un mensaje de correo electrónico, de móvil, o El Diario Montañés (que se les tenía que caer la cara de vergüenza). ¿Es esto lo que hace salir a la juventud a la calle? En Francia se echan a las calles para protestar por su situación laboral (aunque como bien nos apunta nuestro corresponsal en las Galias, esa situación es bastante mejor que la que tenemos aquí), y en España… aquí los jóvenes no salen a protestar porque no tienen acceso a una vivienda digna, ni por tener que limpiarse el culo con sus títulos universitarios. No, aquí se movilizan para ver quiénes son los más borrachos. Patético.

No, esto no es un ataque destructivo. Es constructivo. Desde esta página siempre proponemos alternativas culturales y de ocio, y este fin de semana está plagado de ellas, sólo hay que echar un vistazo a los mensajes anteriores: cortometrajes, fiestas, entregas de premios, sesiones, cine, conciertos…

Y si lo que realmente te apetece es beber algo, pasa de los borregos, pasa de buscarte líos, y hazlo como siempre, de forma discreta, con educación, civismo y dos dedos de frente.

Que no se diga. Pásalo.