Talento y cercanía (John Tirado. Café de las Artes. 11/04/2010)

Fotos: Roberto Ortiz (Rortiz)

Domingo 11 de abril, Café de las Artes de Santander, todavía con la resaca de la victoria del Barça al Madrid, un domingo extraño y perezoso. ¿Qué hacer a las nueve de la noche? Ver a John Tirado dentro del ciclo “Desconciertos” a precio de ganga es algo que no se puede dudar. No hay muchas opciones interesantes, la mayoría de los bares cerrados, la calle Castilla parece una ciudad semi fantasma. Me huele que no va a haber mucha gente en el concierto. Me equivoco a medias, estaba casi lleno pero por debajo de los dos anteriores. Ha habido un paréntesis de un mes y medio desde el último concierto y lo mismo la gente ha perdido la pista… Puede que la espuma del principio se haya bajado, o simplemente, era domingo. En cualquier caso, pocas sillas quedaron por ocupar.

John Tirado es un músico americano que vive desde hace unos años en Mallorca, guitarra y voz de la banda The Nash, ha aparcado momentáneamente el furor eléctrico y se ha cascado un disco, Slow-motion party, que es una joya de valor incalculable. Cuesta creer que trabajos así no alcancen cotas más altas. Todavía es pronto, pero poco a poco el artista se va dando a conocer y con recitales como el del otro día, imagino que vaya gozando cada vez, de más repercusión. El boca a boca funciona bien.
No se me antoja un lugar más apropiado que El Café de las Artes para un acústico como el ofrecido por John “Salado”. Estuvo muy simpático, cercano, cómodo… En ese idioma especial de los guiris hablando castellano, no paró de charlar con el público entre canciones, introduciendo todas y cada una, bromeando, contando sus planes, anécdotas pasadas, etc… Estábamos rodeados de espejos en óvalo, sillones de rojo extremo, jaulas, fotos, lámparas, trapecios… hasta un árbol. El propio Tirado pensaba que estaba en una peli de Tim Burton. Y en ese escenario de cuento, con luz tenue y ese aire noctámbulo, el artista callejero vestido de gangster puso talento y humor a partes iguales. Voz y acústica, sólo eso. Puede parecer poco pero en este caso es más que suficiente. La voz como un instrumento más, así hace que suene. Tiene una sonoridad muy especial, como un metal antiguo. Pero no solo es el timbre, es la técnica, va dentro del estómago a por ella, la llena y la sube, como el que saca agua del fondo del pozo. El caldero se balancea pero no derrama ni una gota, lo manda de un lado a otro, baila con las palabras, le da pausa, luego sube más rápido, da igual… No ha perdido nada de su capacidad en el camino. La hace flexible como un chicle gigante. No entiendo lo que me dice, pero una vez más, puedo viajar con las canciones.

El rockero con alma de crooner ha venido solo. En temas como Sleepy heads imaginas los chelos, en All the Lazy Stars los saxos… si has escuchado el disco, los arreglos que en directo no se oyen, afloran invisibles como la brisa de un perfume remoto, no están físicamente pero como el cantante clava la versión primitiva, los sonidos que faltan, los coloca tu mente. Hay que adaptarse al formato y se cambia de hoja de ruta pero las canciones tienen el mismo punto de partida y destino, llegan igual pero por otros caminos. John me hace explorar en mí mismo. De alguna misteriosa manera, buceo en mi archivo sonoro y voy a sitios que recuerdo lejanos, no se si de esta vida o de otras. Hay muchos lugares comunes, Gigolo Aunts, Tom Petty, Josh Rouse o Matthew Sweet son cosas que pasan por mi cabeza. Mientras, imagino trenes a punto de salir, paisajes corridos, gramófonos, la puerta de atrás del club de jazz, veo contrastes, luz a campo abierto y oscuridad de urbe decadente… no se si me acerco a lo que dice pero no saber idiomas te hace moverte por intuiciones, flashes… Hay powerpop, folk, americana, jazz, un compendio de sonidos diferentes vistos a través del alma de John. No suena a banda pero tampoco a umplugged al uso, está a medio camino, acústico sí, pero con mucha chicha detrás. Estoy terriblemente vivo y es gracias a temas como Suddenly o Take it to the grave… un halo de eterna melancolía envuelve canciones como Oh Jodie o Winter by the sea. La guitarra acústica en toda su pureza, madera, cuerda, rasgueo y pellizco. Su compañera perfecta. Estamos a gusto, está a gusto, quiero que no termine pero sé que debe terminar. El cantante deja unas cuantas versiones tras sí, Space Oddity de Bowie, Perfect Day de Lou Reed, Here come your man de Pixies y una de Guided By Voices cuyo nombre desconozco. Acabamos y el músico atiende a todo el mundo, es todo amabilidad y agradecimiento. Ya planea una nueva visita “vamos a intentar venir con la banda, The Dark Sparks”. Estaremos pendientes ante el nuevo escenario.

8 comentarios sobre “Talento y cercanía (John Tirado. Café de las Artes. 11/04/2010)”

  1. 8:54 A mi me gusto , pero después de leer esto creo que aunque » la mayoría de los bares de la calle Castilla estaban cerrados» tu «bribón» antes de entrar te pasaste por alguno de los que quedaban abiertos . Madre mía … si yo sintiera la mitad que tú en un concierto dejaría de tomar toda clase de estupefacientes ( legales me refiero ) Pero bueno … una suerte , para que negarlo .

    Yo solo llevo escuchando 4 veces el disco , y creo , como ya comenté , que le falta un par de canciones con gancho .

    Sobre las versiones las veo mas que correctas , me quedo por afinidad con » Here come your man» si hubiese ido por lo fácil como dice alguno con » Where Is My Mind» lo cuadraba , nunca se acierta con esto .

  2. Hola

    He de decir que no estoy muy de acuerdo contigo, Fresx, de hecho coincido bastante con la crónica de Stoner, aunque a lo mejor era porque yo ya había escuchado el disco previamente…

    Me refiero a lo de «canciones con gancho», a mí es un disco que me ha enganchado desde el principio, y sí que creo que tiene unos cuantos temas, por no decir todos, con muchísima calidad. Otra cosa es que no lo puedas poner un viernes por la noche en un bar de marcha… Es un disco para escuchar tranquilamente, con poca luz, mucho humo, y si se puede tener un whisky con hielo en la mano, mejor

    En lo de las versiones, efectivamente, nunca se acierta con eso. Yo, a lo mejor, hubiera elegido otras. Pero seguro que tú otras, y así hasta el infinito… Aún así, no me parecieron del todo mal, aunque sí «previsibles», pero eso no es ni bueno ni malo

    Por otro lado, decir que ya estoy esperando a que venga con banda, porque si así es un acústico, con banda puede ser apoteósico

  3. efectivamente, me pasé por uno de los bares que estaba abierto, y por otra parte, no creo que le falten canciones, creo lo contrario, que las tiene cojonudas.

  4. No conozco a John Tirado pero esta crítica contiene algunos de los mejores fragmentos que he leído de todos los que han salido del teclado de Stoner. Un texto por momentos casi redondo.

  5. El mismo que viste y calza, Javi, ¿o acaso creías que un amable desconocido iba a pelotear el texto de Stoner?
    🙂

  6. Pues gracias, yo no puedo evitar, después de leerla, pensar: «Esto ya lo he escrito, o algo muy parecido»… en cierta manera esas sensaciones son comunes en los artistas que son capaces de emocionarte, y son bastantes crónicas ya, entonces creo que más o menos ya lo he dicho todo, no sé que tendría que ver para escribir algo que no haya plasmado ya, sería algo totalmente diferente a lo que acostumbro a ver…

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