Rememorando clásicos – Playmates (1977) Small Faces

Portada Playmates (Small Faces)Small Faces y la búsqueda del camino a casa…

Hay un dicho en el cine que reza: «Segundas partes nunca fueron buenas…» Algo así se podría aplicar a este plástico, «Playmates», editado en 1977, unos nueve años despues del que fuera el último LP de los míticos mods londinenses Small Faces.


Lejos del pop fresco con que se despidieron en 1968, con uno de los mejores álbumes de la historia del pop británico de los 60’s(There are but four Small Faces), en este plástico nos encontramos, por decirlo de alguna forma, con un sucedáneo de lo que el nombre Small Faces ha significado en la historia del pop.
Empezamos por recordar que en esta segunda vuelta ya no se encuentra uno de los dos pilares fundamentales en el sonido de la banda: El bajista Ronnie Lane, coautor junto al otro pilar sonoro de la banda, Steve Marriott, de los grandes himnos que hicieron vibrar a toda una generación mod en la segunda mitad de la década de los 60’s. Mientras que The Who habían sido calificados como una banda que tocaba orientando su carrera hacia el movimiento mod, Small Faces eran cuatro genuínos mods que se habían juntado para tocar.

Para sustituir a Ronnie Lane al bajo entra en la banda Rick Wills (ex miembro de bandas tan ajenas al original sonido de Small Faces como Bad Company o Foreigner). contra portadaEl resto de la banda continúa como lo dejaron: Steve Marriott a la voz y guitarra, Ian McLagan a los teclados y coros y Kenney Jones a la batería.
En esta nueva fase Ian McLagan adquiere más protagonismo, ante todo en el lado creativo de algunos temas, como el destacable «Never too late», escrito junto a Steve Marriott. Aún así la calidad de los temas no está a la altura de ninguno de los álbumes anteriores. Lejos del pop fresco británico nos encontramos con una especie de evolución del sonido de las bandas que surgieron de la ruptura de los originales Small Faces, un híbrido que en algunos momentos nos puedan recordar a los últimos trabajos de los Faces (por parte de McLagan y Kenney Jones) y los Humble Pie de Steve Marriott. Hasta me atrevería a comparar alguno de los cortes del álbum con el sonido de trabajos contemporáneos de sus amigos Rolling Stones por esas fechas, sobre todo el corte que finaliza el LP, «Smilin’ in Tune» (de nuevo Marriott y McLagan) que evoca, sobre todo en el riff de guitarra al sonido más característico de los Rolling Stones.
Aún así, tras la decepción de una primera escucha, quizás esperando encontrar en este álbum lo que significa en el mundo del pop la palabra «Small Faces», se le puede encontrar cierta gracia y hasta tener indulgencia con el plástico. Temas como «High and happy», «Never too late», «Tonight» o «Lookin’ for a love» no desagradan en absoluto, siempre y cuando no esperes encontrar el sonido de los Small Faces. Escuchando el disco da la sensación por momentos que el nombre de la banda está ahí como algo comercial, no como un sentimiento auténtico de volver a la era dorada y mítica de los Small Faces.

Es de agradecer encontrarse en los créditos con conocidos nombres de sus anteriores trabajos como el productor Shel Talmy (aunque solo sea coproduciendo el tema «Lookin’ for a love» y la siempre mágica voz de P.P. Arnold a los coros. El álbum está producido (autoproducido mejor dicho…) por Kemastri (juego de palabras con sus nombres de pila), lo repetirían en lo que sería el adios definitivo de Small Faces al año siguiente con un todavía más flojo «78 in the shade»
Una década más tarde los Small Faces no lograron encontar el camino de vuelta a casa… ¿mi nota? un suficiente alto, lejos de los sobresalientes y matrículas de honor de sus anteriores trabajos…
-Dako-

Que lejos quedaban sus años dorados…
Formación original de los 60's con Ronnie Lane al bajo