Hallelujah

Jeff Buckley

Jeff Buckley fue un cantante y guitarrista excepcional, bendecido con una voz portentosa (su registro –nada desdeñable- era de ¡cuatro octavas y media!) que logró influir a grupos como Muse o Radiohead con tan sólo un disco de estudio. Los críticos lo consideraron uno de los artistas más prometedores de su generación… Hasta que se ahogó con 30 años.

Jeffrey Scott Buckley (Scottie para su familia) nació en Los Ángeles, California, un 17 de Noviembre de 1966, hijo de Mary Guibert y Tim Buckley, un compositor que publicó una serie de discos de folk y jazz muy aclamados a finales de los 60 y principios de los 70, hasta su inoportuna muerte en 1975. Su madre era de ascendencia panameña, y su padre provenía de una familia de emigrantes irlandeses de Cork. Buckley se crió con su madre y su padrastro, Ron Moorhead, en el sur de California, moviéndose continuamente por el condado de Orange. Durante su infancia fue conocido como Scott «Scottie» Moorhead pero cuando tenía aproximadamente 10 años decidió tomar su nombre de nacimiento tras conocer a su padre (a quien no volvió a ver)

A los 18 años se mudó a Los Ángeles, donde se graduó en el curso de dos años del Musician’s Institute, pese a que a Buckley siempre le pareció que dicho curso fue “una pérdida de tiempo”, si bien es cierto que allí hizo bastantes amistades. Su bagaje musical se reflejó en las bandas en las que participó antes de iniciar su carrera en solitario. En Los Ángeles formó parte de la banda de reggae Shinehead, así como en otras bandas en las que normalmente se limitaba a tocar la guitarra. Aún le quedaba por descubrir su espléndida voz, desconocida incluso por sus propios compañeros de grupo.

Buckley se trasladó a Nueva York en 1990. Su debut en público como cantante fue una actuación en el 91, en un tributo a su padre, Tim, en la iglesia de St. Ann de Nueva York. No se le pagó ni un dólar. Simplemente eligió mostrar sus respetos a su padre llegando a declarar: “Esto no es un trampolín, esto es algo muy personal”. Interpretó “I Never Asked To Be Your Mountain” con Gary Lucas acompañándole a la guitarra, y cantó una versión a capella de “Once I Was”, que dejó al auditorio absolutamente enmudecido. Cuando se le preguntó por este concierto en particular, simplemente contestó que “no era mi trabajo, no era mi vida. Pero me sentía mal por no haber estado presente en su funeral, (el de su padre) de que nunca tuve la oportunidad de decirle nada. Aproveché ese concierto para mostrarle mis últimos respetos”.

Buckley se convirtió pronto en intérprete solista habitual en el café Sin-é de Greenwich Village, donde atrajo la atención de los ejecutivos de Columbia Records. En 1993 Columbia publicó un EP de cuatro temas grabados en el café Sin-é.

En 1994, Buckley publicó su disco debut: Grace, compuesto por diez canciones. Las ventas nunca fueron espectaculares, si bien entre sus propios colegas fue toda una revelación (llegó a felicitarlo gente como Jimmy Page, Robert Plant, Bob Dylan, Thom Yorke, Neil Peart y Paul McCartney, para hacerse una idea de la repercusión de la música de Jeff). Muchos consideran su versión del Hallelujah de Leonard Cohen como la grabación definitiva de dicha canción y probablemente, junto con Grace, sea la más conocida de Buckley.

El intento de Buckley de preservar su integridad artística y creativa frente a las exigencias de la industria discográfica le llevó a una situación insoportable. Tras la publicación de su primer disco, Buckley pasó más de dos años de gira por todo el mundo. Parecía ser una forma agotadora pero eficaz de mantener la independencia de su compañía discográfica, con la que mantenía una relación muy tensa.

También realizó una gira conocida como “phantom solo tour”. La inició en diciembre de 1996 utilizando diversos seudónimos como Father Demo, Topless America, Smackcrobiotic, The Halfspeeds, Crackrobats, y Martha and the Nicotines. Como justificación a tan misteriosa gira, Buckley publicó una nota en internet argumentando que había perdido el anonimato de tocar en pequeños locales y cafés.

La historia no va mucho más allá. El 29 de Mayo Jeff se encontraba en Tennessee, preparando la grabación de su segundo disco (iba a llamarse My Sweetheart the Drunk) cuando estaba con un amigo en el rio Wolf, escuchando Whole lotta love de los Led Zeppelin. Jeff se levantó y comenzó a acercar al agua, completamente vestido y su amigo se giró para poder subir el volumen de la canción. Cuando su amigo volvió a girarse, este había desaparecido por completo en el agua. Su cuerpo no fue encontrado hasta cinco días después (fue identificado gracias al piercing que llevaba en su ombligo) en la legendaria cuna del blues: Beale Street. Tenía treinta años.

Tras la muerte de Buckley, algunas de las demos grabadas para su segundo álbum fueron publicadas bajo el nombre de Sketches for My Sweetheart the Drunk. También se han publicado otros tres discos con grabaciones en vivo, así como un DVD de un concierto en Chicago.

El trabajo de Buckley, aparentemente anómalo con su época, ha tenido una influencia enorme. Se han escrito numerosas canciones en su tributo, interpretadas por gente que va desde PJ Harvey, a Chris Cornell (Soundgarden, Audioslave); además gente como Thom Yorke (Radiohead) o Matt Bellamy (Muse) siempre han reconocido haber sido influenciados por su poderosa y sensible voz.