Entrevista con Will Johnson (Centro-Matic)


Foto: Gonzalo Valencia

VIERNES 1 DE JUNIO. Parte de atrás de la Sala Picos de Liérganes.
(caben 400 personas aproximadamente y es al aire libre)
Apertura de puertas, 21:30h – Concierto, 22h
Anticipada 14€ – Taquilla 17€

La gente vive con tal prisa que necesita referencias y etiquetas. Existe la incesante necesidad de catalogar.
(Will Johnson, lider de Centro-Matic)

En la edición Europea del Fort Recovery hay tres temas extras. A mi me parece que están entre lo mejor del disco. No me lo imagino sin esas tres canciones. ¿Cómo es que se quedaron fuera en la grabación original?
La edición americana de vinilo también las contenía. Las metimos con la intención de potenciar la venta de este formato a los fans. A veces somos un poco rebuscados.

Creo que Patterson Hood, de Drive-By Truckers, es un ferviente admirador de vuestra banda. No se hasta que punto sus alabanzas ha podido hacer que la gente empiece a interesarse en vosotros en vuestro país.
Si, nos ha ayudado bastante. Muchos fans de Drive By Truckers han venido a vernos y nos han dicho que nos descubrieron a través del grupo. Me siento privilegiado por conocerle y feliz de haber establecido una amistad con la banda que dura ya cinco o seis años.

¿Recuerdas tu anterior actuación en Santander con Mica P. Hinson en el Conservatorio de Música?.
Me encantó tocar en ese Auditórium. Fue una noche muy agradable. Disfrutamos del champán y zumo de naranja en el backstage antes del show. Era la última noche de la gira así que lo estuvimos celebrando. Recuerdo que el Racing de Santander jugaba un partido esa noche y había mucho ambiente en el centro de la ciudad así como en el restaurante donde cenamos.

Supongo que será muy diferente enfrentarse al público solo acompañado de tu guitarra, que con una banda detrás. Veamos, para empezar, el volumen. Todo está más centrado en la voz cuando estoy solo. Es una manera más tranquila y relajada de presentar la música. Cuando toco con toda el grupo entra en juego el rock y todo lo que ello
implica. No es que la letra o la voz pase a un plano secundario pero todo funciona de una manera mucho más enérgica y sónica. Además, ya sabes, cosa de los decibelios.

Ahora se habla mucho de Alt-Country (Wilco, Ryan Adams, Calexico, Centro–Matic). ¿Estás de acuerdo con esta etiqueta?. ¿Te parece bien etiquetar la música? ¿Qué es para ti exactamente el country alternativo? ¿ es un buen momento para el folk-rock americano? No estoy muy seguro de saber que es el Alt-Country exactamente. Siento que hace unos doce o trece años lo tenía más claro, pero ahora parece como si se tratase del que siempre ha usado un acorde de Sol abierto. Recientemente he visto “etiquetados” de Alt-Country a gente como Calexico y Scott H. Biram pero no tienen nada que ver con otros que he escuchado. Nos hemos convertido en una sociedad consumista desesperada por las conveniencias y la gratificación instantánea y la gente vive con tal prisa que necesita referencias y etiquetas. Esto explica la incesante necesidad de catalogar. Lo triste es que muchas veces las etiquetas no están bien definidas y al final lo pagan el artista y el consumidor.

Centro-matic, South San Gabriel y Undertow Orchestra… ¿De donde surge la necesidad de tener varios proyectos musicales en lugar de centrarse en uno solo como la mayoría de la gente? He trabajado para abarcar muchos tipos variados de música y situaciones musicales varias en mi vida. Aprendo mucho de mí mismo y entiendo que puedo ser mejor músico de esta manera. No quiero decir que sea el mejor camino a seguir, pero es la forma en la que me gusta hacer las cosas. Me aleja del aburrimiento y me ha enseñado a no conformarme. Siempre me gustaron los cambios de escena, incluso cuando era un niño. Supongo que es mi forma de
ser, y mientras así sea seguiré explorando y si es posible aprendiendo.

¿Qué tal vuestra relación con el sello Houston Party Records? Sois una de las apuestas de las que más presumen. Nos llevamos de maravilla con la Houston Party. Siempre nos han tratado muy bien. Miguel y yo tenemos una tradición que consiste en escuchar a Springsteen cada vez que me recoge del aeropuerto.

¿Crees que en unos años gozaréis en nuestro país del reconocimiento que tienen compatriotas vuestros como Marah o Drive by truckers que tienen ya una buena legión de incondicionales?
No lo sé. Todos los grupos experimentan un crecimiento y reconocimiento a su manera, pero no hay dos bandas iguales. En nuestro caso ha sido un crecimiento lento y constante y hasta ahora seguimos de esta manera, lo cual nos inspira. Siento como que esto nos da el coraje para seguir construyendo nuestro propio camino.

¿A qué músicos admiras? Es la pregunta de siempre, el abanico es muy amplio. Voces que amamantaron mi adolescencia, con las que crecí: Willie, Neil, Aretha, Dylan, Ray Charles. Pero soy muy afortunado de tener buenos amigos a los que admiro tanto como a aquellos: Patterson, Jim James, David Bazan y Ben Gibbard son unos pocos ejemplos. Cada uno de esos chicos que se labraron a sí mismos de manera brillante. Como suelo decir, es un espectro tan amplio que podríamos estar dándole vueltas toda la tarde.

¿Cómo nació la idea de Operation Motorcide? Teníamos unas cuantas canciones abandonadas de las sesiones de Fort Recovery y siempre supimos que las íbamos a recuperar. Era el momento adecuado así que decidimos ponerlo todo en el EP. 74 cuts la escribí en mi mesa en media hora sobre la marcha, justo unos días antes de grabar Fort Recovery. La letra es algo turbia, profunda, me lo pasé muy bien escribiéndola. Atlanta fue escrita en el cuarto de baño de invitados de mi casa en Texas. Era un tema pop acelerado, escrito en 10 o 15 minutos, creo recordar. Se la canté al gato mientras la estaba terminado y creo que no hizo ni caso.