Ebrovision 2012 – 3ª parte: sábado 1 de septiembre

Los Punsetes

La tercera y última jornada del Ebrovision 2012 fue en la que se programaron más conciertos y actividades, la que congregó a una mayor cantidad de público, y en la que más cansancio acusamos después de que la noche anterior se estirara más de la cuenta con las pinchadas en el Orosco.

A eso de las dos de la tarde llegamos a la Fábrica de Tornillos, donde Silvia Superstar & Los Fabulosos ya estaban en el escenario. El enésimo proyecto de la ex cantante de Killer Barbies apuesta por el revival del r’n’r en su vertiente más pendenciera aderezado con unas gotas del así llamado burlesque, con un repertorio copado por versiones de clásicos (recuerdo que cayeron cosas como “Intoxica” de los Centurions o “Goo Goo Muck” de Ronney Cook). La presencia en la banda de músicos procedentes de Sex Museum o Los Coronas es garantía de buen hacer, pero todo sonaba demasiado rutinario así que el principal atractivo de la actuación se queda en ver a Silvia luciendo cacha y modelitos (y todo hay que decirlo, se conserva de muy buen ver). Vamos, que la cosa nos interesó lo suficientemente poco como para que nos fuéramos antes de la hora para buscar gangas en el mercado semanal del pueblo que estaba al lado del auditorio.

Silvia Superstar

Silvia Superstar

La siguiente parada del festival fue en la Plaza de España, donde se congregó una buena cantidad de gente para la comida popular y los conciertos en el Red Bull Tour Bus.

Thee Brandy Hips contaban como hace dos años en el festival, volviendo a la zona de acampada, surgía parte de su segundo disco, el Raincoat, disco que les ha hecho crecer y que no se si será por su juventud o por el optimismo que transmiten, pero que les ha convertido en uno de los grupos más especiales de la escena independiente actual. Canciones como “Cynicism”, “Overexposed” o “Nerves” son hits inmediatos y eso en directo se nota, así que a alguno casi se le corta la digestión de la paella popular con tanto bailoteo.

Punsetes

Los Punsetes

Nos cuentan que la fiesta todavía fue a más con los conciertos de Niño Burbuja y Grises, aunque los que escribimos esta crónica preferimos retirarnos para reservar fuerzas para los conciertos de la noche en el Multifuncional de Bayas, que abrieron los Punsetes. Los madrileños repasaron lo mejor de «Una montaña es una montaña”, uno de los mejores discos de pop en castellano de lo que llevamos de año, con visitas ocasionales a joyas de los anteriores como “Dinero”, “Dos policías”, “Los cervatillos” o “Tus amigos”. Con un repertorio así no lo tienen difícil para ganarse al público, pero además hacen el más difícil todavía de desviar la atención con una de las presencias escénicas más chungas del momento (lo de Ariadna a lo mujer estatua de Las Ramblas es impresionante lo cojas por donde lo cojas) y sacudir al espectador con unos visuales a la altura del nivel de delirio que se las gasta esta banda.

“La veteranía es un grado” decía Jorge Martí durante el concierto de La Habitación Roja, y es que tras sufrir una serie de problemas técnicos encadenados y temer que su repertorio se viera recortado por la falta de tiempo, la organización optó por ofrecerles unos minutos más, y sinceramente, no me extraña, La Habitación Roja estaba dando un gran concierto y demostrando estar en plena forma, ya que, incluso teniendo a sus espaldas el gran repertorio que tienen, centrar casi todo su repertorio en el último disco y dejar de lado hits que les han acompañado durante ya casi quince años no es solo una muestra de osadía, si no la prueba de que “Fue Eléctrico” es uno de sus mejores discos. Pero no solo brillaron las canciones nuevas, también despuntaron canciones ya clásicas como “Cajas Tristes”, que ofreciendo uno de los momentos más épicos del concierto, o “La edad de oro”, que si no recuerdo mal, fue la canción más antigua que llegaron a tocar. Sin duda uno de los conciertos del festival.

Grupo de Expertos Solynieve

Grupo de Expertos Solynieve

Grupo de Expertos Solynieve dieron un concierto en el que por cercanía y por grandeza destacaron las canciones de “El eje de la tierra”, uno de los grandes discos de este 2012. Y si alguien esperaba que se fueran a marcar un concierto de hits rotundos como si fueran Los Planetas lo llevaba crudo; lo único en su repertorio que se acerca a eso es “La reina de Inglaterra” con la que terminaron su actuación (y que me aspen si esta no es uno de las más grandes hits de pop en castellano que se han escrito en lo que llevamos de siglo). El ritmo habitual de sus canciones lleva mucha más pachorra que esto, y si a eso le unimos un sonido un tanto embarullado y el acento pashtún que se gastan sus vocalistas no parece tan raro que al grueso del público le costara mantener la atención, tanto que se veía a gente de espaldas y hablando incluso en las primeras filas. Pero tampoco es que ellos busquen arrasar como grandes estrellas del rock; se trata simplemente de unos colegas que tocan las cosas que se les ocurren por la mera satisfacción de hacer las cosas bien hechas. Ahí donde Sidonie se meten al público en el bolsillo con su versión de “Kids”, ellos se marcan el “Déjame vivir con alegría” de Vainica Doble sin que nadie se entere de qué es eso. En fin, lo suyo estaría más cerca del costumbrismo de Kiko Veneno que de la efervescencia del pop que copa el cartel de este festival, así que su concierto es de esos en los que si te dejas llevar no vas a terminar con una gran sudada de tanto bailar, pero sí con una sonrisa de oreja a oreja.

Love of Lesbian eran los cabezas de cartel de este Ebrovision, y eso se notó en que la organización les dejó dar el concierto más largo de todo el festival, y en que fueron los que más publico reunieron de todo el fin de semana. El grupo optó por dar a su concierto de contrastes combinando un ritmo pesado y machacón, con el ambiente festivo que suele ser más habitual, muy en la onda de ‘La Noche Eterna, los días no vividos’ su aclamado último disco. En general fue un concierto peor que el que ofrecieron en el Santander Music 2012, donde nos dejaron con la boca abierta, algo que quizá se debiese a que esta vez no tocó con ellos Ricky Falkner (Standstill), que les suele acompañar últimamente.

Después de esto El Columpio Asesino sacudieron el pabellón e hicieron volar las legañas de los que se estaban quedando dormidos con LoL. Quizá no sonaron tan abrasivos como en las mejores ocasiones en las que les he visto, pero aun así le dieron al concierto una fuerza que todavía no se había visto durante la noche del sábado.

Y la responsabilidad de cerrar la fiesta recayó sobre los hombros de We Are Standard. En cada nueva grabación los getxotarras han bajado el tempo, así que el sonido madchester de las canciones de “Great State” (2011) poco queda de la macarrada punk funk de sus primeros tiempos. Bueno, y en directo ahora parece que Deu no se muestra tan deslenguado como antaño. Pero no por ello sus conciertos bajan de intensidad: ahora hay más profundidad, y el grupo se muestra más versátil a la hora de buscar el subidón final. Así que si en las primeras canciones dan tregua, la cosa se va calentando y para cuando atacan “7:45 (Bring Me Back Home)” el pabellón ya se ha vuelto una olla a presión, el público se ha vuelto loco y unos cuantos de los artistas que han actuado durante la jornada ya han invadido el escenario. Y creo que cualquiera que haya visto a este grupo cerrar algún otro festival se puede hacer a la idea del éxtasis colectivo con su versión del “I’m Waiting for My Man” y del pepinazo final con “On the Floor” poniendo banda sonora a una nueva invasión del escenario bajo una lluvia de confetti.

Texto y fotos: Carlos Caneda, Robreto Palacios, Javi Patrullero

Crónica del jueves en Ebrovision
Crónica del viernes en Ebrovision

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