CRÓNICA ELECTRIC PICNIC 2016

Texto: Elías Miera (El Sincio)

Foto: Conal McSweeney

Confieso que acudía a esta edición del festival irlandés con cierto halo de pesimismo en lo musical. Llevaba una agenda diaria de conciertos menos saturada de lo acostumbrado y pretendía explorar cosillas al azar por los vericuetos del recinto. Esas eran mis premisas de partida en preparación para esta edición de Electric Picnic 2016. Unas consignas en parte forzadas por un desmejorado cartel y al mismo tiempo por intentar cambiar la hoja de ruta de los grandes eventos. La labor de investigación requiere siempre de esta minimización de prejuicios.

Está claro que desde el cambio de dirección del Festival, el nuevo dueño lleva varios grandes festivales europeos como Reading o Leeds en Inglaterra o el FIB en España, las coordenadas son mucho más comerciales que aquellas tempranas ediciones tan bohemias, que elevaban el plano artístico casi a lo altruista. Y como comercial no me refiero solo al estilo musical, sino también al objetivo de maximización de beneficio, con los efectos que esto tiene en el cartel. Las entradas quedan agotadas con muchos meses de adelanto, cuando ni si quiera los organizadores han anunciado un 20% de cartel a modo de tanteo inicial. Estrategia económicamente inteligente pero que acarrea consecuencias en la ambición de bandas contratadas, sobre todo en el apartado internacional. La principal ventaja de estos carteles más limitados, o por lo menos en el papel, es que te permite tiempo para explorar cosas más incipientes y menos contrastadas, con más cabida para la improvisación y la sorpresa. No hay que olvidar que Electric Picnic cuenta con más de 50 escenarios y la oferta de formatos y estilos es tremenda, sean las bandas conocidas o no. Y toparte con algo al azar que te sorprenda es una experiencia altamente gratificante. Y es que el desparpajo y la cercanía de muchas de estas bandas es la esencia de lo que debería ser un concierto de música. Sucede demasiado a menudo que algunas grandes bandas facturan conciertos pre-fabricados, con escasa frescura en la ejecución. El que no se consuela es porque no quiere…


Foto: Ste Murray

En lo que se refiere a la organización no se le puede poner ningún pero al evento. Ya lo he comentado en otras ocasiones pero es una auténtica experiencia visitar todos los recovecos y ambientes del festival. Tiene muchas zonas dispares aunando la decoración con el estilo musical. Como por ejemplo un poblado jamaicano con 4-5 escenarios donde solo tocan bandas reggae, una zona de caravanas donde hay cabida para la americana, cabañas del Mississippi con blues de raíces, etc. A pesar de la masiva asistencia de público, esta enorme oferta musical hace que en ningún momento te sientas agobiado. Hay para todos los gustos y colores. Y literalmente se llega a sentir el aliento de los músicos en muchos momentos de cercanía a escenario. Algo que desafortunadamente cada vez abunda menos en estos macro-eventos.
He tratado de evitar una nueva encíclica papal en la redacción de esta crónica, pero es algo que resulta muy difícil tratándose de 3 días cargaditos… cuando se trata de festivales me puede la ambición.

VIERNES 2 SEPTIEMBRE

Broken Social Scene. Notable concierto de una banda infalible en directo. Si bien el 90% por ciento del repertorio lo constituyeron canciones que tuve la suerte de escuchar en directo en la sala Tropicana en Santoña, nada menos que en el 2005. Se te queda por tanto la sensación de que la banda lleva demasiado tiempo viviendo del pasado. Pero es que con esos arrebatadores trabajos de sus comienzo, ¿qué banda no los seguiría interpretando? En breve sacan disco con el retorno además de Feist, una chica con un talento tremendo. Me congratulé también de ver a Charles Spearin, guitarrista de Do, Make, Say, Think, uno de los miembros de esta super-banda y presente en la mayor parte de sus giras. Un genio multi-instrumentalista que también nos deleitó en la tierruca en el Tanned Tin allá por el 2003 con los Do, Make. Pero prefiero no hablar del Tanned Tin que me pongo triste…

Todd Terje. Y llegó el ritmo y el baile. Espectacular la sesión que se marcó. La carpa se venía abajo, el noruego consigue verdaderamente llevar al público en volandas. Iba a decir que fue versión concierto, ya que creo que fueron en su mayoría temas o samples suyos, si bien al final se coló un remix potentísimo del “I Wanna Dance with Somebody” de Whitney Houston. Sobresaliente.


Foto: Paulo Gonçalves

The Chemical Brothers. A pesar de no ser un estilo que de antemano me enamore, reconozco que en una edición del festival anterior me dejaron gratamente sorprendido por la fiesta que montaron, la puesta de escena y el manejo de los tempos con el público. En esta ocasión después de un prometedor comienzo con el Hey Boys, Hey Girls, el concierto navegó en la planicie más absoluta. Me retiré a las primeras de cambio. Ya a toro pasado, me confirmaron el aburrimiento generalizado varios conocidos que presenciaron el concierto entero, incluso un par de seguidores recalcitrantes de la banda. Digo esto porque solo me quede 20 minutos en el concierto, problemas de agenda que no dude en corregir después del sopor inicial. Eso sí, el espectáculo visual que se traen es verdaderamente espectacular, impresionante despliegue de medios. Al día siguiente coincidí desayunado con dos responsables de la iluminación de escenarios. Me comentaron que los Chemical Brothers llevaron el mayor despliegue luminoso que se ha visto en la historia del festival, nada menos que 6 trailers gigantes cargados de equipo. Una pasada.


Foto: Paulo Gonçalves

Super Furry Animals. Aunque parezca increíble, era la primera vez que los veía en directo. Me sorprendió el desparpajo en la ejecución de canciones tan clásicas de su repertorio. Queda bien claro que no pierden vigencia en absoluto con el paso del tiempo. Mucha presencia y fuerza en el escenario. Es una banda en la que claramente el apartado musical va acompañado por un alto componente artístico. Y es que su habitual teatralidad y atrezo en el escenario aporta mucho empaque al mensaje del concierto. Apoteósico su final con sus recurridos disfraces con el “The Man Don’t Give a Fuck”. Como espina clavada el hecho de llegar 15 minutos tarde al concierto y esta duda existencial infinita que se me ha quedado de si tocaron el catedralicio “Ice Hockey Hair” o el “Rings around the world”.
Mothxr. Me habían gustado mucho las atmosferas ochenteras del nuevo disco de esta banda incipiente de Brooklyn y además tocaban en uno de mis escenarios favoritos en el bosque. Así que era uno de los fijos en mi agenda. Desafortunadamente el concierto fue bastante blando y planito. Según he leído el cantante es uno de los actores de la serie Gossip Girl. En fin, unos guaperillas con bastante poco punch y con una estética un poco pretenciosa. Una lástima dadas las expectativas y su notable disco. Quizás aún necesiten foguearse más los chavales en directo. Veremos si tienen recorrido y cómo evolucionan.
El dia se cerro con un homenaje a David Bowie con músicos de diferentes bandas repasando el repertorio del genio. Altamente disfrutable.


Foto: Ste Murray

SÁBADO 3 SEPTIEMBRE

Despertar con el sonido en la distancia de una enorme orquesta sinfónica interpretando temas de David Bowie es sencillamente una experiencia celestial. Una pena que por dormilón me perdiera este delicioso concierto homenaje matinal que ejecutó la Trinity Orchestra.


Foto: Rud Medjber

The Lightining Seeds. Notable concierto de la veterana banda de Ian Broudie. En directo y en lo sónico, cobra mucha fuerza y protagonismo como instrumento las guitarras, cosa que quizás pasa más desapercibida en disco. También crece mucho el propio Ian al aparato, buen guitarrista. Al mismo tiempo lo que en disco suena a sintes de ritmos en las melodías, en directo era una chica con un saxo. Gozamos mucho con sus grandes clásicos. Notable.

Whitney. En mi opinión de lo mejorcito que vi en esta edición. Deliciosas melodías de lo que podría denominarse country soul, una especie de psicodelia con toques de folk west-coast. Difusa etiqueta, lo siento. Increíble lo que gozamos en aquella pequeña carpa los músicos y los asistentes. Y es que el público estuvo absolutamente entregado a la banda, con grandes ovaciones que hicieron varias veces poner en pie a todos los músicos al unísono. Es difícil alcanzar estas cotas de apoteosis musical con canciones tan tranquilas y ritmos absolutamente pausados. Paradójico pero cierto. La pequeña carpa explotó al final y varios de los músicos acabaron grabando el ambiente con sus propios teléfonos. Pocas veces había visto salir de un escenario a unos músicos tan ilusionados como a estos chavales. Son jóvenes y están empezando, pero menudo discazo y directo que tienen los de Chicago. Imprescindibles.

Noel Gallagher. Otro concierto que vi de pasada por curiosidad y en trayectoria hacia otro escenario. Me sorprendió que tocase tanto material de Oasis. Por lo que me han comentado los que vieron el concierto entero fueron varios hits los que desenterró del pasado. Cuando yo pasaba se recreaba con el Don’t Look Back in Anger. Sonaba fantástico, se nota que le acompañan grandes músicos. Himnos de rock para grandes estadios. Yo solo tuve tiempo para 2-3 canciones pero como digo me pareció bastante solvente y con cierta contundencia lo que pude escuchar.
John Talabot. Estuve 10 minutos de pasada por allí. Las coordenadas de siempre de Talabot, tenía montada una gran fiesta en la carpa.


Foto: Rud Medjber

The Shins. Primera vez que los veía en directo. Me gustaron pero su concierto me pareció demasiado irregular. Demasiados momentos irrelevantes para tratarse de un concierto formato compacto de una hora y en el marco de un festival. Además hay que tener en cuenta que iba con predisposición ya que me encanta ese género pop west-coast y esos deliciosos primeros discos. En fin, que un par de grandes momentos, muy correctos, pero en su cómputo total, por debajo de mis expectativas. Quizás eran demasiado altas… Pero yo soy de los que creo que las bandas deberían enfocar de manera diferente un concierto en una sala en solitario a un concierto en un festival.

LCD Soundsystem. Animales del directo por antonomasia. Los he visto en varias ciudades, ambos en formato sala y festival, algunas veces mejores o más contundentes que otras, pero siempre con ese arrebato que acompaña a la banda en directo. Quizás solo me defraudaron una vez que los vi precisamente en Nueva York en sala. Después del retorno que vivimos en Barcelona, estaba con ganas de verlos de nuevo en el EP. James Murphy es el artista que más se prodiga en este festival sin duda. Creo que lleva acudiendo en un formato u otro, todas y cada una de las ultimas 8 ediciones! Increíble estadística, solo al alcance de Shellac en el Primavera. El Murphy se siente como en casa, y eso se nota. El concierto que ofrecieron fue fantástico de principio a fin, saltaron algún tema clásico como el Drunk Girls, por poner un ejemplo, pero fue absolutamente impepinable. Me parece increíble que después de verlos tantas veces consigan emocionarme de esta manera. Pero es que reúnen la esencia de lo que es una gran banda en directo: presencia, ganas de agradar, energía, mensaje y un repertorio inapelable. Muchas ganas de escuchar su nuevo disco. Sobresaliente, y van cuantas veces ya?


Foto: Ste Murray

Plutonic Dust. Interesante nueva banda de Dublin de house-disco con una potente cantante con mucha presencia en escenario. Ritmos muy bailables y pegadizos, perfectos para cerrar la noche.

DOMINGO 4 SEPTIEMBRE


Foto: Rud Medjber

Local Natives. Me parecieron previsibles, planos y aburridos. Me aportaron muy poca cosa más allá de algún momento potente en las percusiones.

Editors. No estaban en mi agenda inicial pero acabamos parando en su carpa 20 minutos de camino a otra zona. Admito que me sorprendieron positivamente a pesar de mi reticencia inicial. Muy potentes guitarras y bastante fuerza en el mensaje. Si bien las poses y actitud del cantante parece que han pasado de su versión Ian Curtis inicial a un Chris Martin más. Personalmente me gusta más la oscuridad de sus comienzos.


Foto: Rud Medjber

Animal Collective. Me quedé con ganas de disfrutarlos en más detalle en Junio en medio de la masiva romería del escenario Ray-Ban en el pasado Primavera Sound. Afortunadamente esta vez los goce en la intimidad, en una pequeña carpa y además muy cerca de los genios Avey Tare y Panda Bear. Me pude deleitar en detalle con el preciosismo de su dueto de voces desacompasadas (en realidad se trata de un perfecto y medido contraste de notas), momentos arrítmicos que en realidad no lo son y esos tan característicos chillidos aportando el histrionismo necesario a una parte de la canción. Su música es un caos dodecafónico muy organizado que teje en forma de bucle melodías hipnóticas que te van atrapando in crescendo. Es un tópico, pero es inevitable pensar en Brian Wilson en el siglo XXI. Altamente disfrutable incluso en sus momentos más lisérgicos y experimentales, mucha calidad la psicodelia tropical de los de Baltimore. Enorme momento el que vivimos con su Floridada de su último trabajo, más acelerado y potente que en disco. Sobresaliente.

New Order. Y ese pedazo de leyenda que siempre debe haber en cada cartel de festival que se precie…. En directo tienen mucha más presencia las guitarras que los sintes. Para mi gusto sus grandes clásicos cobran un punto más contundente en directo. Llevan además un excelente espectáculo visual acompañando la temática de cada canción. Recorrido por los clásicos de la banda con varios temas de su excelente reciente disco. En mi caso Joy Division fue una de mis bandas de cabecera en mi época de insti, así que no pude evitar que se me humedecieran literalmente los ojos cuando tocaron el Love will Tear Us Apart con una imagen gigantesca de Ian Curtis tras el escenario cerrando con el lema “Joy Division Forever”. Como para no emocionarse… La pena es que solo tocasen un tema de la seminal banda de Manchester! Cuando estaba Hook con ellos siempre repasaban 3-4 canciones de sus orígenes! Y yo allí esperando el Transmission! De cualquier modo, concierto redondo.

Phosphorescent. Excelente concierto de americana y además vivido a escasos metros, en carpa pequeña. No se puede pedir más. Virtuosismo y esencia pura de rock americano a más no poder. Navegando entre las genuinas guitarras y otros momentos de atmosferas más delicadas. Entre notable y sobresaliente.
Hercules & Love Affair. Pasada de refilón, muy buenos ritmos. No suelen fallar a los platos.
Nicky Siano. Legendario pincha de Studio 54 y The Gallery en NYC en la era dorada del Disco. Delicioso gusto en la selección de temas no solo disco sino también rock, con un sonido muy retro y clasico. Pequeño homenaje a Prince entre medias.


Foto: Elías Miera (El Sincio)

Ezra Furman. Sin duda una de las sorpresas del festival. Se agradece ver a músicos con este desparpajo y ganas en el escenario. Una especie de bofetón pero de aire fresco, si se me permite la expresión. Tuve además la ocasión de ver el concierto en escenario pequeño y a escasos 2 metros de Ezra. Un artista que te sorprende desde el minuto uno, saliendo al escenario con falda, una chaqueta de las que usaba mi abuela, maquillado y con collar de perlas. Temas de rock americano en muchos momentos al más puro estilo clásico, principalmente por la aportación del saxofonista, pero interpretados con su enrabietada voz punk. Un rock-pop-punk muy generoso con el público. Altamente recomendable, no perdáis la ocasión si podéis verle en directo. Que rabietas.


Foto: Elías Miera (El Sincio)

Overhead the Albatross. ¿Se puede catalogar una banda como pretenciosa por ponerse como nombre el título de una canción de Pink Floyd? Bueno, a Radiohead no les ha ido tan mal. Overhead es una nueva banda de post-rock de Dublin. Se nota que los chavales disfrutan enormemente en el escenario, se encuentran en ese momento de arranque con mucha ambición y ganas. A mí personalmente el post-rock es un género que me encanta y que escucho bastante. Facturaron un concierto altamente disfrutable con batería, 3 guitarras, bajo, violin y teclado construyendo esos crescendos al uso del estilo, con capas y capas de melódicas guitarras. Muy buenas atmosferas. Y además lo goce en la tranquilidad, apoyado en la barandilla frontal a un escaso metro del cantante. Imposible que no te resulte envolvente.

Kormac. Imposible de catalogar este músico multi-instrumentalista de Dublin, a veces se presenta en formato DJ (pero con instrumentos musicales que va intercalando), otras con banda y otras como esta, con percusionista, samplers e instrumentos que toca el mismo. Quizás su etiqueta más notoria, dentro de su gran eclecticismo, es la de música cabaretera electrónica mezclada con ritmos gitanos de centro Europa. Muy peculiar, una pachanga siempre divertidísima en directo.

A pesar de las limitaciones ya comentadas del cartel, se me quedaron, como siempre muchas cosillas en el tintero que menciono aquí a modo de referencia: Eleanor Friedberger (me encanta el último disco de la ex de los Fury Furnaces), Girls Names (con lo que me gusta el post-punk!), Jessy Lanza (elegante electrónica de esta canadiense apadrinada por Caribou), R.S.A.G. (portento musical de la batería), Ninos du Brazil (potentes percusiones tropicales), New Jackson (suma elegancia electrónica), Le Galaxie (potente electro-rock al uso), Glass Animals (curiosidad por esta banda incipiente), The Strypes (continua el desparpajo, pero con una paleta estilística ahora más amplia), Toots & Maytals (legendarios, a pesar de que los miembros de estas bandas legendarias jamaicanas mutan mucho), Bat for Lashes (no he oído su último trabajo pero no suelen defraudar), Mount Kimbie, Pantha du Prince, Savages (potentísimas en Barcelona en Junio y por lo que dicen uno de los grandes conciertos de este EP), Wild Beasts (delicadeza sutil y presentando nuevo trabajo), Ajo Arkestra (world music con mucha presencia de sección de viento), Wolf Alice (me comentan que estuvo muy bien).


Foto: Conal McSweeney

Y no dió para más la cosa, de nuevo balance muy positivo, diversión al máximo y quedamos emplazados para la edición del 2017, de la que ya he comprado entrada. Os repito lo de todos los años, estáis todos invitados a uniros a la magia e inigualable atmosfera de este festival.