Catálogo de novedades ACME, de Chris Ware

Catálogo ACME

Muchos habréis visitado algún centro comercial recientemente, dejándoos caer por la sección de libros; probablemente, en la zona de cómics os habrá llamado la atención un enorme ejemplar que parece un Libro de Horas medieval o el Cuaderno Rubio de Hechizos de Harry Potter. Pues bien, se trata del Catálogo de Novedades ACME, de Chris Ware, uno de los más influyentes autores de cómics de los últimos años.

La espectacular edición española de Mondadori es una recopilación de lo mejorcito de Acme Novelty Library, supuestamente supervisado por el propio autor (elección de historietas, montaje, rotulación, etc.). El resultado es francamente espectacular, denso, inabarcable e imprescindible. De entrada, el descomunal tamaño, formato NECESARIO ATRIL, se te escapa de las manos; estamos hablando de 112 páginas de 23.5 x 38.5 cm (!!!!) -en la fotografía, el escalímetro mide 30 cms de largo-. Sin abrir el libraco ya te abruma la banda que lleva la portada porque… ¡hay que leerla! Y no porque sea obligatorio, sino porque es la risión: testimonios falsos, eslóganes publicitarios derrotistas, un cómic y la imprescindible autobiografía del autor:

El dibujante de cómics y ex teclista electrónico F. C. Ware nació en Omaha, Nebraska, en diciembre de 1967, donde prefirió dormir en posición fetal hasta los cinco años. Además, se chupó el dedo hasta cuarto curso, problema resuelto aplicando cinta adhesiva a su mano derecha durante dos semanas en 1975. Su rebelde pelo rizado y sus afeminados labios fomentaron que a menudo se le confundiese con una niña hasta bien entrado el instituto, dificultad a la que no ayudó que vistiera una «chaqueta de la tripulación del transbordador espacial de la NASA» de color plata reflectante y unos inexplicables zapatos blancos pese a la evidentes complicaciones y la vergüenza derivada de ello. No pesaba más de 61 kilos hasta los 22 años, cuando se dedicó en serio al cómic y abandonó por completo toda actividad física. El señor Ware nunca se ha involucrado, ni lo ha deseado, en ningún deporte, actividad al aire libre o jaleo competitivo. Milagrosamente, sin embargo, se casó en 1997 en una ceremonia civil a la que asistieron comprensivos simpatizantes y, hasta el día de hoy, sigue prometido y vive con su esposa Marnie y su hija Clara a las afueras de la ciudad de Chicago. Este es su cuarto libro.

Si llegado a este punto no ha conseguido arrancar una mísera sonrisa ni despertar tu curiosidad lo que esa mente enferma y problemática ha podido crear, no sigas leyendo el artículo. De lo contrario, pulsaréis Lee el resto de la entrada y casi seguro acabaréis comprándolo. Lástima no tener comisión.

anuncio Catálogo ACME

Nada más abrir el Catálogo, llega la primera sorpresa, pero no hay que desalentarse con el caótico inicio: se trata de unos anuncios ficticios, que, si tenéis lupa (a pesar del tamaño de la edición, alguna rotulación es diminuta), os mondáis de risa. Además de que todo el tomo está salpicado por esta sorprendente publicidad, también encontramos por ahí con un mapa astronómico con constelaciones Ware que se ilumina en la oscuridad (!!) y algún recortable (!!!!). Una experiencia artística total.

Pero aparte de estas excentricidades, hay cómic en sí, tranquilos. Existen una serie de personajes más o menos fijos a lo largo del libro, con historietas desordenadas (3 páginas seguidas, luego una; sin piés ni cabeza cronológicamente…). Vamos, que da la sensación que el editor cogió todas las hojas ordenadas, las lanzó al aire y exigió a un orangután que las reorganizara. O tal vez no, y está todo milimétricamente pensado y diseñado. En fin. Los personajes más significativos son:

Rocketsam: que trata de los problemas derivados de la soledad de un explorador espacial y su búsqueda de compañía robótica.
Jimmy Corrigan: el mas cruelmente amargo perdedor de la historia del cómic y el personaje que ha hecho popular al autor.
Big Tex: un redneck algo retrasado al que su padre odia.
Rusty Brown y Chalky White: las peripecias de toda una vida de una pareja de amigos asociales coleccionistas de juguetes, el primero inocente y gris, el segundo desleal y malhumorado.

Y alguno más, pero lo mejor es ir descubriendo los personajes por uno mismo.

Catálogo ACME

También hay, desperdigadas, historietas autoconclusivas con temáticas diversas. Muy ácido con su propia profesión («dibujo cómics porque quería conseguir sexo»), en una de las planchas establece 10 pasos en la vida de un dibujante de cómics profesional (escribo de memoria):

1- Comienza el trabajo
2- Date cuenta de tu error

Dejando bien claro que dibujar muñequitos no está bien remunerado, es muy cansado y, sobre todo, NO CONSEGUIRÁS SEXO con mujeres. Al final, es un libro con moraleja y todo. ¡Y por algo menos de 25 euros!

Catálogo ACME TBO Mortadelo

Personalmente, me ha llamado la atención los recuerdos que ha despertado en mi, sobre los primeros cómics que cayeron en mis manos (y aun guardo; soy como Chalky White). Aquellos TBOs (he descubierto gracias a Sarnago, que a partir de ellos se extendió el termino tan utilizado ahora) y Mortadelos eran auténticos cajones de sastre, con historietas de todo tipo sin un orden coherente.

TBO

Al menos, en el Catálogo el dibujo se mantiene más o menos dentro del mismo estilo, que es la marca de la casa: líneas muy depuradas y concisas, cercanas al dibujo industrial, con colores densos y muy expresivos. Puede cambiar de temática y personaje, pero su estilo es inconfundible. No como en los TBOs y Mortadelos (sobre todo en estos últimos), donde cohabitaban los personajes de Ibañez con Jan Europa o Anacleto, agente secreto. Viva el mestizaje.

anuncio Mortadelo

Y también había anuncios de clínicas adelgazantes (en una revista infantil-juvenil!!!!), buzón del lector (indescriptibles las fotografías y los clubs de fans de Miguelito Bosé y Camilo Sesto), posters… todo como en el Catálogo, salvo que en este último todo es falso. La realidad supera a veces la ficción, aunque ésta sea tan buena como la que nos ofrece Chris Ware.

7 comentarios sobre “Catálogo de novedades ACME, de Chris Ware”

      1. Supongo que lo puedas encontrar en los blogs de descargas que todo el mundo conoce, pero la verdad es que leer esto en un soporte informático es como seguir la final de la Champions por twitter. El estilo de dibujo y la forma en que ha sido editado este tomo explotan las posibilidades del libro impreso hasta límites que yo no he visto en ninguna otra cosa. Vamos, que hay viñetas hasta en el canto de las tapas (tal cual). Ergo entiendo que leer esto en pdf va a ser igual a no leer nada.

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