Para acabar el año y 6 años después de su ultima visita, Sr. Chinarro volvió a pisar tierras cántabras, dejándonos un concierto breve (lo bueno si breve dos veces bueno, ¡cuánta razón!) pero animado.

No nos podemos quejar, Sr. Chinarro vino, vio, tocó, se fue la luz y triunfó. Con un repertorio si demasiadas sorpresas Luque y sus compinches se metieron al publico, totalmente entregado con la causa chinarrera, en el bolsillo.
De nuevo, el frío (¡Dios! ¡Porqué no bajan el aire acondicionado!) Paraninfo contó con una asistencia aceptable, menor que la del concierto del día anterior (Nacho Vegas), pero como he dicho, más que aceptable para nuestra ciudad y el tipo de música del grupo sevillano.
Viendo que la puntualidad no es el fuerte de este ciclo de conciertos, nos resignamos a esperar en el hall mientras nos deleitaban con la danza del vientre y tambores. Una vez sentados y acomodados Luque y su banda salieron al escenario para tocar una de las canciones de su ultimo trabajo “Fuego amigo‿ que en este caso fue Dos besugos, siguiendo con un repertorio en el que alternaron canciones de este nuevo álbum, El rayo verde, El rito, Morado, El cabo de Trafalgar, Paso yo, con otras más clásicas de discos anteriores como Cero en gimnasia, Pico veleta, Tostadora on, Estrenos TV o En el panal. Se oyeron gritos pidiendo Los carteles, de su anterior álbum “El ventrílocuo de sí mismo‿, y tal vez también se echó de menos alguna muestra de su obra maestra “La primera ópera envasada al vacío‿, aún así Sr. Chinarro nos dejó más que satisfechos, su presencia bien lo valía.
De nuevo, el sonido aceptable, y como anécdota de la noche un repentino corte de luz que paró el concierto durante unos minutos y que nos dejó ver la cara más “habladora‿ de Antonio Luque.
Para acabar el concierto, no podía fallar Quiromántico, una canción que ha alcanzado el nivel de himno del indie nacional, extraída de otro de sus discos más sobresaliente “El por qué de mis peinados‿.

Sin duda toda una suerte contar en Santander con la presencia de Antonio Luque, personalmente creo, un genio de la música, a la vez que una rara avis dentro de este mundo de bustamantes y chenoas. Ojalá que no tengamos que esperar otros seis años para disfrutar de la obra del Sr. Chinarro.

Fotografía: RTZ!