El Santander Summer Festival 2007 ha pasado ya. La tercera edición del evento ha mandado al festival a otro plano. Nada que ver con lo que conocíamos, dos carpas y poco más. Si no hubiéramos tenido la primera y segunda edición, creo que la sensación que tuvimos al llegar a Rostrio no hubiera cantado tanto, pero viniendo de los dos años anteriores, era imposible no echar la vista atrás. Había que imaginarse que era un mini-festival, otro festival, algo menor, sin pretensiones excesivas, más modesto. Era el hermano pequeño del Summer que nosotros conocimos, era el Summercito. Según lo vi pensé, “vaya, para tener solo tres años está muy desmejorado”. Luego las impresiones fueran cambiando a lo largo de dos días totalmente diferentes.

El martes 14 de agosto estuvo muy bien, los grupos funcionaron, todo iba sobre el horario previsto y disfrutamos de una gran jornada, si bien la gente empezó a entrar en su mayoría hacia las 21:30 aproximadamente. Parece que la cara del enfermo mejoraba, el chaval estaba recuperándose. Todavía quedaban esperanzas de que el festival quedara apañado. El miércoles 15 de agosto la realidad volvió a colocar mis pies en el suelo, suelo de grava una vez más (por gentileza del ayuntamiento). La jornada fue gris, triste, fría, larga, y floja, muy floja. El tiempo hizo lo suyo y el resultado fue desesperanzador. Summercito estaba helado, débil, el día antes cuando se veía recuperado dejo de tomar el jarabe y la recaída fue grande. Los retrasos de los grupos y el poco público hicieron muy difícil tomarse el festival como tal.
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